Las aerolíneas advierten que “miles” de argentinos podrían quedar varados en el exterior
Edición Impresa | 28 de Junio de 2021 | 02:20

Miles de pasajeros argentinos corren el riesgo de quedar varados en el exterior a partir de hoy, cuando entre en vigencia el nuevo decreto presidencial que, en un intento por contener la propagación de la variante delta de coronavirus, redujo de 2.000 a 600 el cupo de viajeros diarios que pueden ingresar al país desde el extranjero. Así lo advirtió ayer la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés), que a través de un comunicado pidió una reunión de urgencia con el Gobierno para saldar dudas en torno a la implementación de la medida. Mientras que en el Ejecutivo buscaron bajarle el tono a la polémica: “No es un problema que alguien vuelva más tarde de sus vacaciones”, relativizó por caso la directora nacional de Migraciones, Florencia Carignano.
“Comprendemos que el gobierno argentino está enfocado en proteger la salud y el bienestar de sus ciudadanos. Como industria, hemos hecho todo lo posible para garantizar una conectividad segura del país, a pesar de las drásticas restricciones operativas que ya existen. Sin embargo, la nueva reducción del 70 por ciento en el número de pasajeros internacionales que puedan llegar diariamente al país obligará a las aerolíneas a dejar en el extranjero a miles de pasajeros, principalmente ciudadanos y residentes argentinos, sin que ellos tengan la culpa”, aseveró ayer el texto firmado por el vicepresidente regional de IATA para las Américas, Peter Cerdá.
Argentina ya había puesto un tope de 2.000 pasajeros diarios que podían aterrizar en vuelos internacionales, lo que obligó a las compañías aéreas a reducir y modificar drásticamente sus horarios. Pero la nueva medida, además de prorrogar el cierre de fronteras al turismo y suspender los vuelos provenientes de Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Chile, Brasil, India, países africanos, y Turquía, restringió a 600 el número de viajeros por día: esto es el equivalente a solo dos aviones completos. La limitación se mantendrá, al menos, hasta el próximo 9 de julio.
Aunque, “tal como está, las compañías aéreas no podrán aplicar la nueva norma del Gobierno. Como mínimo, deberían informar cómo se distribuirán las 600 plazas entre las compañías aéreas que prestan servicios internacionales de pasajeros al país. Esto debe hacerse de forma no discriminatoria y transparente, por lo que hemos solicitado una reunión urgente con los responsables”, afirmó Cerdá, e hizo hincapié en que “con estas decisiones unilaterales y de corto plazo, el gobierno corre el riesgo de aislar aún más al país”. Por lo que reclamó “aprender a vivir con el COVID-19 en adelante” y que las autoridades responsables “sigan la ciencia y no dejen que el miedo guíe sus decisiones”.
La misma incertidumbre expresaron desde la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA), al asegurar que “al momento no hay claridad sobre cómo se distribuirán las 600 plazas y el pasajero terminará siendo el gran afectado con la falta de previsibilidad, que es la base para ofrecer un servicio seguro, eficiente y confiable”.
El comunicado de la ALTA alertó también que “Argentina ya se encuentra aislada y su conectividad continúa mermando, afectando a los ciudadanos que de manera directa, indirecta e inducida dependen económicamente de la llegada de viajeros”. Por eso, hicieron un llamado al diálogo, “para evitar medidas unilaterales y de corto plazo que afecten al pasajero”.
Del lado del Gobierno, la directora nacional de Migraciones buscó bajarle el tono a los reclamos de las aerolíneas: “No veo cuál es el problema de que alguien vuelva más tarde de sus vacaciones. Las personas no salieron obligadas del país. Aceptan las responsabilidades económicas y la manera en que el Estado va a imponer su regreso”, dijo, y recordó que “cuando uno decide irse en pandemia al exterior sabe que se pueden cerrar o abrir fronteras. No es algo nuevo”.
Carignano defendió además las nuevas restricciones, al sostener que “privilegian la actividad interna y a los argentinos que se tienen que vacunar”. Pero reconoció que “son medidas antipáticas, aunque nos toca esta situación”, y anticipó que “si esto sigue así, las medidas van a continuar en julio y agosto. Va a depender del avance de la vacunación”.
Aislamiento en la Provincia
Por otro lado, la titular de Migraciones aclaró que “las provincias van a decidir en qué lugar se realizará el aislamiento obligatorio” de quienes arriben a la Argentina y advirtió que “si alguna persona da positivo, será aislado en un hotel junto a sus contactos estrechos”.
En efecto, el Gobierno nacional dispuso como parte de las nuevas restricciones endurecer los controles para que quienes ingresen al país cumplan con el aislamiento obligatorio de siete días (“hemos detectado que el 40 por ciento de las personas que regresan del exterior” no lo cumplen, justificó Carignano). Y serán las provincias las encargadas de definir los lugares en los que deberán confinarse quienes aterricen en la Argentina entre el 1º de julio y el 31 de agosto. Una medida que alcanzará, incluso, a las personas que den negativo en el test realizado al momento del arribo y que deberán pagar de su bolsillo el costo asociado a la estadía (que podría ser en un hotel).
En la Provincia, hasta el cierre de esta edición no habían definido los alcances de la medida para el territorio bonaerense. “Se está trabajando en la reglamentación provincial”, aseguraron a EL DIA cerca del gobernador Axel Kicillof, donde también anticiparon que, como parte de las alternativas en danza, todavía se debate si los viajeros bonaerenses serán aislados en sus lugares de origen o en otros distritos.
Por último, desde la Gobernación agregaron a este diario que el decreto que llevará la firma de Kicillof se publicaría entre hoy y mañana.
Aseguran que el cupo de 600 viajeros por día equivale apenas a dos aviones completos
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