El colmo: investigan un presunto escruche en la comisaría Tercera
Edición Impresa | 4 de Junio de 2021 | 03:06

La justicia penal platense y la Auditoría de Asuntos Internos que depende del ministerio de Seguridad de la Provincia investigan un increíble robo que al parecer ocurrió de madrugada y bajo una modalidad que pega cada vez más fuerte en toda La Plata- los escruches- pero lo curioso es que pasó en la comisaría de esa localidad, donde siempre hay personal abocado al combate del delito. Por lo que figura en la denuncia, el o los ladrones habrían ingresado por ventanas que conectan con los fondos de la seccional, para penetrar luego en el despacho donde había chalecos antibalas y municiones, entre otros objetos de valor.
El lugar tenía -por lo menos hasta entonces- una puerta placa de madera sin picaporte, “clausurada” con un chifonier de pino que evidentemente pudieron mover sin problemas. Y sin ruido.
Aunque recién trascendió ayer, el hecho denunciado ante la oficina de Sumarios Administrativos de Asuntos Internos se descubrió minutos después de las 7 de la mañana del martes, cuando una sargento que hace trabajos administrativos en el sector de expedientes de la seccional Tercera ingresó en su oficina tras abrir un candado y notó que una de las dos hojas de la ventana estaba abierta, con la cortina corrida.
Pudo saber este diario que la abertura en cuestión da hacia el sector de estacionamiento de los móviles, separado de la calle por un portón de chapa que se encuentra clausurado con candado y cadena, ya que actualmente “sirve de depósito de secuestros judiciales”, explicó una fuente oficial.
Sobre los escritorios de la oficina estaban las cajas con oficios judiciales “revueltos y desparramados”, así como los cajones y las puertas de un par de muebles se veían abiertas. La agente le comunicó la novedad al oficial en turno y mientras preparaban los informes internos se enteraron de que no había sido la única dependencia violentada. Otra oficial administrativa de la oficina de sumarios detectó la misma situación cuando llegó a trabajar a esa comisaría situada en 137 entre 61 y 62, en el centro de Los Hornos, y notó que la ventana que da al patio interno derecho estaba abierta. Y algo peor: también lo estaba la puerta conectada con la oficina del gabinete técnico operativo (GTO).
Las armas y los pertrechos robados a la fuerza podrían volver a la calle, pero para cometer delitos
“Esa puerta placa no tiene picaporte”, reconoció un vocero, de modo que la habían “clausurado” con un chifonier de madera de pino para que no se abriera. El mueble estaba corrido y en el piso los intrusos habían abandonado una bolsa floreada (como de almacén). Otras marcas de su presencia fueron las huellas de pisadas detectadas sobre la mocheta del marco de la ventana y en un taco de papeles amarillos, se informó.
Alertado del suceso, personal del gabinete ingresó en su oficina, confirmando que el mueble con el que ellos mantenían cerrada la puerta de su lado también estaba corrido, pero -a diferencia de los otros sectores- allí sí se veían faltantes.
Figura en la denuncia el robo de dos chalecos antibala; dos cargadores de la marca Bersa con 17 municiones cada uno y la inscripción Policía; un soporte para cámara GoPro; una cámara de fotos; una linterna; un par de esposas plateadas; cuatro municiones de goma y 50 reactivos que estaban en un maletín de trabajo, se informó.
“La puerta del fondo que da acceso a la dependencia estaba cerrada con candado desde el interior”, cerraron las mismas fuentes. La fiscalía en turno, a cargo de Ana Medina, ordenó una serie de peritajes, mientras que Asuntos Internos abrió un sumario. La causa se caratuló, provisoriamente, como “hurto”.
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