La apuesta por el autoritarismo universal

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Emiliano Reparaz *

No sin gran preocupación quienes adherimos a la libertad como valor universal y a la democracia como la única herramienta válida para competir por el poder estatal en una sociedad, tomamos nota de las decisiones que el Gobierno nacional adopta en materia de política exterior.

Antes fue el turno de la teocracia iraní con el tristemente célebre “memorándum de entendimiento”. Luego fueron los nunca bien aclarados acuerdos con China y Rusia. Tras cartón, el retiro de la Argentina del Grupo de Lima –único- conformado por los 14 países que reclaman la liberación de los presos políticos y piden elecciones libres en Venezuela.

Ahora llegó el momento del apoyo al gobierno autoritario –a punto de convertirse en dictatorial- de Nicaragua a través de la abstención del voto de condena aprobado en la Asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA), por 26 de sus 34 miembros votaron a favor.

El voto en la OEA se produjo como consecuencia del arresto de trece políticos nicaragüenses opositores, entre ellos cuatro pre candidatos presidenciales, en virtud de una ley que sanciona a quienes “atenten contra los derechos del pueblo nicaragüense” o “inciten a la injerencia extranjera contra el Estado de Nicaragua”.

Obvio es que la contravención de dicha legislación queda a gusto y placer del gobierno sandinista del presidente Daniel Ortega y de los sandinistas que aún son fieles. En particular, dada la existencia de un Poder Judicial complaciente, con jueces designados por el actual gobierno que comenzó en 2007 y aspira a eternizarse.

Hace tres años, la represión de las movilizaciones populares contra Ortega, su mujer Rosario Murillo -su vicepresidente- y el gobierno sandinista, acabó con 328 civiles muertos, miles de heridos y la salida del país de más de 100 mil ciudadanos nicaragüenses.

Si entonces el Gobierno utilizó la represión generalizada, ahora opta por blancos definidos. Es decir, decapita la oposición para impedirle participar de las elecciones generales del próximo 7 de noviembre.

Y es que las encuestas determinan que un 70 por ciento de los nicaragüenses están descontentos con el autoritarismo sandinista.

Pero, si no tienen un candidato a quién votar…

Es imposible, pues, asimilar los apoyos que el gobierno argentino dispensa hacia los regímenes represivos, intolerantes, irrespetuosos de las libertades y de los derechos humanos.

El kirchnerismo en el poder utiliza como argumento la “no injerencia en los asuntos internos de otro país”.

Es el mismo argumento que usaba la dictadura militar (1976-1983) para criticar las misiones de la Comisión de Derechos Humanos de la OEA y las de la Administración del presidente norteamericano Jimmy Carter, encabezadas por Patricia Derian.

Hoy, el mundo ya no se divide más en capitalistas y comunistas. Hoy, todos son capitalistas o pretenden serlo. La grieta universal es entre los autoritarismos populistas y las democracias liberales.

El kirchnerismo apuesta y juega para los primeros.

* Senador provincial UCR para Juntos para el Cambio

“Las encuestas determinan que un 70 por ciento de los nicaragüenses están descontentos con el autoritarismo sandinista”

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