Preservar la salud: trabajar los buenos hábitos

El ámbito sanitario puede brindar herramientas que lleven a las personas a tener un estilo de vida más saludable como parte de un proceso de bienestar general

Edición Impresa

La pandemia representó un fenómeno disruptivo para todos. Los acontecimientos de los últimos meses cambiaron el rumbo de la humanidad de una manera impensada. El mundo se encuentra transitando momentos complejos: hoy más que nunca, somos conscientes que la salud y la vida constituyen el bien más preciado.

La crisis sanitaria global, no solo desafía a todos los sistemas de salud, sino que también está poniendo en evidencia la importancia de las decisiones individuales en torno al autocuidado y el estilo de vida de las personas. Si bien siempre existieron factores de riesgo y grupos más vulnerables, hoy en día todos nos sentimos vulnerables.

Nunca existió en la historia de la humanidad tanta tecnología médica, tanta superespecialización dentro de la medicina, tantos medicamentos y tratamientos como en la actualidad. Pero la realidad es que estos avances en el área de la medicina, no se ven reflejados en la salud de las personas. A más de 40 años de la Declaración de Alma Atta, realizada en la Conferencia Internacional de Atención Primaria de la Salud, pareciera ser que la meta planteada en ese momento por la Organización Mundial de la Salud (OMS), Salud para todos en el año 2000, está cada vez más lejana.

A la epidemia de obesidad, diabetes, afecciones de salud mental y enfermedades crónicas ya instalada hace años en occidente, hoy se suma un nuevo flagelo.

La pregunta del millón es sin dudas: ¿Qué es lo que impide a la gran mayoría de las personas preservar la salud? ¿Por qué tantas dificultades en sostener un tratamiento o seguir las recomendaciones del profesional de la salud? La respuesta a estas dos preguntas se relaciona con algo simple y evidente. Algunos de los determinantes de la salud que más impactan, están en relación con los hábitos cotidianos. El estilo de vida es clave para preservar la salud.

“Cambiar un hábito es un desafío enorme para muchas personas. Un hábito es básicamente un circuito neuronal, que hemos creado y reforzado en el tiempo, normalmente por un mecanismo placer-recompensa, de manera que llega a realizarse en forma automática. Por esto nos resulta complejo cambiar hábitos, porque se hace necesario, crear y reforzar un nuevo circuito neuronal para generar un hábito diferente”, explica Roxana Anahí Timo, médica (MN 88.956), Health Coach, Coach Ontológico y Coach Deportivo.

¿Qué pensamientos, emociones y creencias llevan a sostener hábitos poco saludables?

 

Claro que este proceso lleva un poco de tiempo y saca a nuestro cerebro de su zona de confort, incluso puede activar una alarma interna frente a lo nuevo. Pero los especialistas aseguran que hoy sabemos que el cambio de hábitos y el aprendizaje son posibles en todas las etapas de la vida, gracias a la neuroplasticidad de nuestro cerebro.

“En el contexto actual en que nos encontramos, poner el foco en el estilo de vida de las personas, resulta algo crucial. El health coaching es una disciplina que surge en el contexto del Siglo XX, buscando aplicar las valiosas herramientas del coaching al ámbito de la salud. El health coach es un profesional comprometido con su salud y bienestar, formado y habilitado por ello para acompañar a otros en el mismo proceso. Un health coach está formado para brindar herramientas que lleven a las personas a tener un estilo de vida más saludable. Trabaja desde la salud y para la salud”, dice Timo.

El coaching, en general, enseña que el lenguaje revela quienes estamos siendo, y a su vez, el lenguaje es generativo, crea nuevas realidades. La entrevista de health coaching es una conversación, donde se exploran aquellos espacios de insatisfacción aspectos que nos impiden estar saludables. ¿Qué pensamientos, emociones y creencias impulsan a cada persona a sostener ciertos hábitos poco saludables? Abriendo interrogantes, a través de preguntas poderosas, poder darse cuenta cuales son los obstáculos, para luego diseñar un plan de acción.

Una entrevista con un healt coach brinda herramientas para incorporar un estilo de vida más saludable

“El health coach abre interrogantes, invita a la reflexión, sugiere, inspira, motiva y empodera. Trabaja desde ese campo tan amplio que es la salud, los hábitos y estilos de vida. Algunas competencias del coach son la escucha, la presencia, la confianza, la ética, evocando la consciencia y facilitando el crecimiento de su cliente”, detalla la médica.

Además, un health coach también puede orientar o educar, dado que posee la formación necesaria, en aspectos relacionados al estilo de vida, como alimentación, actividad física o disciplinas cuerpo mente, tanto en forma individual como grupal. De esta manera, puede trabajar en sesiones individuales o realizar talleres, cursos o seminarios, tanto de manera presencial como virtual.

“El health coaching puede resultar un complemento del abordaje que realizan muchos profesionales de la salud, pero no reemplaza ningún tratamiento. En este sentido, el abordaje del health coaching puede actuar en sinergia con los tratamientos y recomendaciones indicados a un paciente, cuando es muy importante trabajar sobre su estilo de vida y pautas de autocuidado”, aclara Timo.

“En el contexto en que estamos, poner el foco en el estilo de vida resulta algo crucial”

 

La experta dice también que “no es necesario ser profesional de la salud para desempeñarse como health coach, aunque que todos los health coach trabajan en ámbitos relacionados con la salud. Pero en los últimos años, muchos profesionales de la salud se forman para integrar herramientas de coaching en su práctica cotidiana”.

En síntesis, el health coaching es una disciplina con nivel de evidencia desde muchos campos de la ciencia, como las neurociencias, la neurolingüística, la psicología y la biología. Puede ser gran valor en el proceso de cambio de hábitos y llevar a las personas a lograr sus metas en torno a la salud. No reemplaza al tratamiento médico o psicológico, pero sí puede representar un excelente complemento del abordaje convencional.

“Teniendo en cuenta el contexto actual en el ámbito de la salud, sabemos que la carga global de enfermedades crónicas podría reducirse en alrededor del 80 por ciento modificando el estilo de vida de las personas, promover esta disciplina puede resultar una excelente estrategia por parte de los sistemas de salud”.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE