Ocurrencias: más hijos y ¿más maridos?
Edición Impresa | 29 de Agosto de 2021 | 02:02

Alejandro Castañeda
afcastab@gmail.com
La invitación que lanzó China invita al debate. El Gobierno de allá lejos ha cesado su plan de racionalizar los nacimientos para terminar permitiendo a las parejas tener hasta tres hijos. Pero algunos chinitos tiemblan, porque temen que “lo que no está prohibido sea obligatorio”. Y el profesor de economía Xie Zuoshi propuso que su país admita la unión de varios hombres con una mujer. ¿Poligamia? Sí. ¿Razones? Según informó la BBC, el problema de género en China se debe a la alta tasa de natalidad masculina: por cada 100 niñas nacen 118 niños. Hoy hay 35 millones de hombres que sobran.
Esto de poder sumar maridos, apunta a dos blancos: como abundan los varones, la idea de poder compartir una dama ya mejora la espera de los solterones; además, las madres deseosas de tener tres hijos aprueban la idea de contar con padres suplentes por si flaquea el titular. Refuerzo equitativo para ellos y ellas.
El feminismo paró la oreja y dijo “que no somos vasijas que fabricamos hijos”. Pero no todas piensan igual. Habrá señoras que no verán con malos ojos algún subsidio romántico a la hora de olvidarse de la cacerola y el arroz para hacerle lugarcito a un nuevo budín con cama dentro.
Entre ellas hay que ubicar a las que respondieron a la reciente consulta del Hospital de Clínicas de capital federal, que llevó a cabo un estudio sobre sexualidad. “Los resultados nos llamaron mucho la atención: el 30 por ciento de las mujeres no experimentan orgasmos y el 12 por ciento nunca tuvieron uno, ni sola ni con sus parejas”, aseguraron desde la Sección Sexología del Hospital de Clínicas.
Las cifras preocupan sobre todo ahora, cuando la pasión puede ser un capital contante y sonante en días donde la pandemia se va quedando con todos los anhelos.
Ellas prefieren fingir y dormirse calladitas antes que animarse a reclamar lo que merecen. Por eso, si llegaran colaboradores presenciales -como proponen para las mujeres chinas- las futuras mediciones del Hospital de Clínicas reflejarán el crecimiento de las satisfechas.
Las madres deseosas de tener tres hijos aprueban la idea de contar con padres suplentes por si flaquea el titular
Los chinos serán muy chinos pero a la hora de ir a la cama deben llevar en sus bolsillos las viejas monedas del deseo y el reposo. Más allá de soportar una política cambiante que hoy reprime y mañana incita, ellos han recibido con cierta preocupación esta campaña del gobierno que convoca a la cigüeña sin tener en cuenta los planes de los padres. Y que encima, les avisa que vayan considerando la posibilidad de empezar a prestar la patrona.
Entre las chinitas deseosas, la idea de sumarle más concurrencia al matrimonio se compadece con esta nueva franquicia que pretende ir a la conquista de más hijos sin hacerle caso a las minucias de la fidelidad conyugal y los celos.
Eso sí, habrá que poner un protocolo de convivencia amorosa para que los comedidos no choquen a la hora del disfrute y habrá que empezar a tomar lecciones sobre el ejemplo de esos tríos que han perdurado sanos y salvos sin acuerdo ni patrocinio estatal.
Pero no sólo se finge en la cama. En las declaraciones de los políticos hemos estado viendo un reguero de falsedades. Y en los DNU, ni te digo. Los festejos de Fabiola y Lilita han costado caro y siguen sin saldarse. En las camas matrimoniales, también abundan las celebraciones dudosas. El estudio arrojó datos sobre los orgasmos simulados y pareció copiarse de los candidatos de estos días, tan inacabados y fingidores. La estadística del Clínicas es demoledora: al final, lo que muchas veces celebramos como un logro nuestro, era en realidad una gran actuación de ellas. A puro suspiro, la piadosa de turno más de una vez nos mintió para agrandarnos. Ellas hacen lo que pueden con los placeres disponibles. Y por sumar, a veces dan categoría de éxtasis a cualquier sacudón.
Saber aparentar allí es una pequeña farsa de buena fe que le otorga certificado de tarea cumplida a esas noches con más deberes que recreos. En esos casos, la sobreactuación femenina se ve como un ejercicio altruista para proteger el vínculo. Su propósito no es otro que echarle mano al teatro casero para salir del apuro sin molestar al primer actor. Otra de esas mentiras que buscan defender al candidato para salvar al modelo.
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