Paso necesario para atender los reclamos del sector frutihortícola

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En numerosas oportunidades se han formulado, en esta columna, puntualizaciones acerca de la importancia del cordón frutihortícola y florícola que se extiende en localidades vecinas al casco urbano platense, como las de Los Hornos, Abasto, Olmos, Etcheverry, Melchor Romero, City Bell, Gorina, Los Porteños, Colonia Urquiza, Las Banderitas, Villa Elisa y las vastas zonas de quintas existentes en las ciudades linderas de Berisso y Ensenada.

Convertido en el segundo polo productivo del país en lo que concierne a flores, frutas y verduras, lo cierto es que el sector demanda apoyos estructurales de magnitud, sin dejar de señalar que, periódicamente, sufre las consecuencias propias de temporales recurrentes que devastan las instalaciones.

En ese contexto es que debe valorarse como un paso positivo la decisión de los concejales platenses de aprobar el proyecto para crear la delegación municipal de Colonia Urquiza, una zona que incluye establecimientos florícolas y hortícolas, ubicada a unos quince kilómetros de nuestra ciudad y que comprende, en la llamada zona norte, a distintos parajes de City Bell, Villa Elisa, Los Porteños, Las Banderitas y El Peligro, entre otras.

Cabe señalar que desde hace muchos años directivos frutihortícolas vienen formulando gestiones para revertir la falta de políticas públicas, provinciales y municipales, ya que, el sector se encuentra muy castigado desde hace tiempo sin contar con la menor atención estatal. La falta de una red vial confiable para apoyar la fuerte producción de ese lugar pasa por ser una de las falencias más trascendentes.

Sin embargo, también desde hace muchos años y, ahora, con una población nueva que empezó a radicarse allí, el cordón frutihortícola no cuenta con redes de gas, con suficientes líneas telefónicas y tampoco se encuentra habilitada la red de gas que está siendo tendida en algunas áreas. Falta de conexión de internet, escasos medios de transporte y un deficiente servicio de recolección de residuos que obliga a los vecinos a llevar las bolsas al lugares ubicados en el centro de City Bell, completan el panorama negativo.

Se habla también de un polo productivo que a lo largo de todo el año se convierte en una importante fuente laboral, incrementada durante los períodos de distintas cosechas. Pero, como se ha dicho, la mayor parte de los quinteros suele perder gran parte de sus cultivos cuando llegan las tormentas o granizadas, sin que existan tampoco rápidas líneas de crédito para asistirlos.

Es de suponer que las grandes necesidades que atraviesa el polo hará que la creación de esta nueva delegación no se convierta en un gasto burocrático superfluo, sino que la presencia de ese organismo municipal servirá para canalizar las inquietudes de los pobladores y permitirá, también, una más rápida solución de los problemas.

 

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