Vestidos de policías, meten miedo en un golpe a una vivienda de Los Hornos
Edición Impresa | 2 de Enero de 2022 | 02:32

Los golpes comando en zonas rurales de la Región no cesan ni siquiera en plena celebración del año nuevo. Ayer por la madrugada, en un sector de quintas de Los Hornos, cinco delincuentes se hicieron pasar por efectivos de la Policía para perpetrar un asalto en la casa de una mujer de 56 años, quien se encontraba con su cuidadora. Este tipo de hechos, si bien cada uno con sus particularidades, suelen tener características similares. El grupo delictivo tiene al menos cuatro integrantes que están siempre armados, los ataques son nocturnos y la violencia es el método más empleado para amedrentar a las víctimas. Por fortuna, conforme indicaron los investigadores, en este caso esa última condición no fue necesaria.
Las víctimas -según el reporte oficial- se encontraban descansando en la fina situada en 78 y 167, donde la dueña de casa es acompañada por otra mujer de 61 años que la ayuda en diversas tareas.
Nada hacía suponer el calvario que vivirían en manos de los delincuentes que ingresaron “a todo vapor” en la residencia. Las damnificadas refirieron que las sorprendió un estruendo seguido del grito “¡Policía!”. Cinco personas, vestidas con prendas de colores oscuros, guantes, con los rostros cubiertos con pasamontañas, y portando chalecos con la inscripción de la Fuerza, entraron sin pedir permiso y adujeron que se trataba de un “allanamiento”. Traían “armas largas”, declararon las mujeres, y la presencia amenazante de los presuntos agentes bastó para que ellas no intentaran siquiera pedirles demasiadas explicaciones.
Se desconoce cuánto duró el supuesto procedimiento, en el que los intrusos revisaron cada rincón de la propiedad. Tampoco en qué vehículo se movilizaban, ya que las víctimas solo atinaron a permanecer sentadas en el interior de la casa, sin poder hacer nada. Como se dijo, la banda no usó la violencia para conseguir su objetivo. Es más: la propietaria descubrió el robo horas después de que éstos abandonaran el lugar. Durante el operativo, los ladrones se dispersaron para cubrir más habitaciones en menor cantidad de tiempo. Cuando finalmente se reunieron, la tarea ya estaba finalizada. Y, sin más, salieron del terreno en dirección desconocida.
Todavía sin entender del todo lo sucedido, las damnificadas examinaron los sectores de la finca por donde habían estado los hombres. Y entonces descubrieron que faltaban un revólver y una carabina calibre 22, una notebook y una suma de dinero de la que no trascendió el total. Para los detectives, en tanto, se trató de un golpe planificado: también se llevaron la memoria de la cámara de seguridad.
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