Paul Stanley, la estrella que nació deforme y vivió una infancia de discriminación, cumple 70 años

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Paul Stanley, miembro fundador y vocalista de Kiss, cumple hoy 70 años, una leyenda del rock que logró trascender de una vida de pobreza, discriminación y padecimiento.

Nacido en el seno de una familia judía de clase baja en Nueva York el 20 de enero de 1952, el chico estrella de la “banda más caliente del mundo” nació sordo de un oído y con una malformación llamada microtia por lo que en lugar de la oreja derecha tenía un muñón.

“La gente me hablaba y a veces no escuchaba nada. Se burlaban de mí. Fue una situación muy difícil que me condicionó durante muchos años”, reveló en su libro de memorias. “No conseguía desprenderme de una abrumadora sensación de temor. Solo tenía 15 años y sentía que estaba perdiendo la cabeza. Y no tenía a nadie con quien hablar”, aseguró.

Los Beatles le cambiaron la vida, llegando a definir al cuarteto de Liverpool como un “vehículo del que podía servirme para salir de la miseria”. Un impulso que lo llevó a comprarse una guitarra y ponerse a estudiar.

El encuentro con Gene Simmons cambiaría su suerte para siempre a partir de 1973 cuando esa agrupación llamativa bautizada como Kiss salía al escenario entre estrafalarios disfraces, maquillajes, lycras, tacos y pirotecnia.

La historia de Kiss, que tiene en pausa una gira mundial de despedida a causa del COVID-19, es conocida: tardaron en despegar pero una vez que lo hicieron ya no volvieron a aterrizar porque las Kiss Army no los abandonaron.

Stanley, que se jactó de no haber probado nunca las drogas porque “no me hice famoso para convertirme en una leyenda muerta”, tuvo dos hijos y dos matrimonios. El año pasado lanzó un proyecto musical paralelo, “Soul Station”, con el que sacó un disco: “Now And Then”.

 

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