Soja y maíz: a pesar de las lluvias hay incertidumbre

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Las intensas lluvias que se registraron en las últimas dos semanas llevaron algo de alivio, al menos momentáneamente, a los cultivos de verano como la soja y el maíz, afectados por la escasez de lluvia y la ola de calor en todo el país.

Los milímetros de agua caídos en la zona núcleo, la de mayor rendimiento, permitieron mejorar un poco el escenario según indicó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

La entidad consideró que hubo una mejora a nivel nacional, ya que un 35,9% de la soja presenta una condición hídrica regular-sequía, vale decir, una mejora de 16,3% respecto a lo relevado la semana anterior.

En el caso del maíz, se relevó una condición hídrica entre adecuada y óptima en el 68,9 % de los lotes, con una condición de cultivo de mala a regular en un 28 % del área total, vale decir, unas 2 millones de hectáreas.

“Comparado a la semana anterior, la condición de los cuadros en pie mejoró 9,3 puntos porcentuales”, señalaron desde la Bolsa de Buenos Aires.

Los datos de la entidad arrojan un panorama más difícil para el noroeste argentino en lo referente a la soja.

En esa región, se redujo en 100 mil hectáreas la superficie estimada de ese cultivo, como consecuencia de las demoras en el avance de las labores de siembra.

La nueva estimación de superficie para la campaña 2021/22 de la oleaginosa se ubica en 16,3 millones de hectáreas.

El informe también destaca que pese a las precipitaciones, algunos cuadros de soja reportan mermas de rendimiento de hasta un 30% que impactarán en la proyección de producción.

Por su parte, la Bolsa de Comercio de Rosario analizó lo sucedido en la zona núcleo a través de un informe en el que indica que “en soja la llegada de las lluvias reactivó el crecimiento en buena parte del área sembrada y la condición muy buena pasó de un 20 a un 45%. Los buenos lotes son ahora un 35% y los cuadros regulares bajaron de un 25% a un 15% en esta semana”.

Pero en el mismo informe, la entidad destaca que la crisis hídrica todavía no terminó.

“Desde el punto de vista climático la respuesta es clara: sí, la situación se resolvió con el cambio atmosférico de la segunda quincena de enero. Pero desde el punto de vista de los cultivos no, ya que el 50% de la región núcleo sigue con reservas escasas y sequía teniendo en cuenta la demanda de una pradera permanente”.

En lo que hace al maíz, todo va a depender de las lluvias de febrero.

“Si las lluvias acompañan, vamos a lograr un rendimiento promedio muy bueno” destacan desde la Bolsa rosarina.

Un dato que instala dudas respecto a lo que pueda pasar con la campaña es la previsión de lluvias para los próximos días y en este sentido el dato no es muy alentador, ya que en la zona núcleo no se produjeron lluvias que se habían anunciado.

Si bien el clima se encamina a una neutralidad del Pacífico Ecuatorial Central, todavía es prematuro asegurar que ´La Niña´ ya no condiciona el régimen de lluvias en Argentina, indican algunos especialistas, mientras otros temen que el impacto de este fenómeno climático se puede hacer sentir en la región productiva hasta mediados de marzo, lo que podría generar nuevas olas de calor y pocas lluvias durante el segundo mes del año.

 

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