Tendencias: metaverso, el mundo virtual que ya asoma en el futuro de internet

En el año 1984, una novela titulada “Neuromancer”, de William Gibson, instaló por primera vez el concepto de ‘ciberespacio’, que luego mutó a ‘metaverso’ en la novela “Snow Crash”, de Neal Stephenson, publicada en 1992, donde se utilizaba ese término para describir el mundo virtual en el que el protagonista socializaba, compraba y derrotaba a sus enemigos del mundo real a través de su “avatar”.

Desde entonces, la palabra “Metaverso” pasó a convertirse en un acrónimo de meta, que significa “trascendente” o “más allá”, y universo, para definir a un mundo virtual que amplía el mundo físico en digital, ya sea con la realidad aumentada, avatares o interfaces virtuales.

Mark Zuckerberg, el fundador y CEO de “Meta”, como ahora pasó a llamarse la ex Facebook, anunció hace poco que invertiría miles de millones de dólares en el desarrollo de este nuevo espacio y, aunque el metaverso está lejos de ser su invento, fue quien llevó la palabra a oídos de muchos por primera vez.

El mismo Zuckerberg explica que en este proceso “pasamos del escritorio a la web, a los teléfonos, del texto a las fotos y al video, pero este no es el final de la línea. El medio será una Internet aún más inmersiva y encarnada en la que se está en la experiencia, no solo mirándola, y a eso lo llamamos Metaverso”.

Pero, ¿que es en definitiva este mundo que para muchos es todavía desconocido?

Regina Martínez Riekes, directora ejecutiva de “Amauta”, una plataforma de inversiones digitales, lo explica señalando que “si bien no existe una definición universalmente aceptada sobre Metaverso, se puede decir que hace referencia a un entorno virtual paralelo donde las personas pueden realizar actividades del mundo ‘real’ como entretenerse, socializar, aprender y trabajar. El desafío radica ahora en lograr integrar toda la tecnología existente, donde vamos a pasar de tener una identidad real a una identidad virtual construida por un conjunto de datos en la red. Hoy estamos en un período intermedio de ver Internet en 2 dimensiones, y vamos hacia vivir en Internet en un entorno 3D”.

Por su parte, Mariela Mociulsky, de “Trendsity”, una consultora de tendencias, amplía el concepto al asegurar que “el Metaverso no es en sí mismo una tendencia por el anuncio de Facebook, sino que ya venía consolidándose en esta nueva era de internet. Primero fue la web, luego fue la tecnología móvil y ahora llegan los entornos inmersivos que mezclan esta realidad física con la realidad virtual a través de avatares que representan a las personas en estos entornos híbridos”, mientras Maximiliano Donzelli, representante de IOL, destaca que “el Metaverso es el siguiente paso en la evolución de las conexiones sociales, sustentado en dos pilares tecnológicos, la realidad virtual y la realidad aumentada, que permitirá experiencias sociales en las que las personas se sientan realmente presentes sin importar dónde se encuentren. En los próximos tres años, lo que se verá es la construcción de las piezas fundamentales para el proyecto, y luego de esa etapa inicial, se espera que se puedan ver los primeros resultados de la evolución de todo el ecosistema”.

UN ESPACIO SIN DUEÑOS

Mientras tanto, gigantes de la tecnología como Facebook, Microsoft o creadores de juegos de video como Roblox o Fortnite, pasando por emprendimientos especializados, ya se muestran interesados en desarrollar este espacio denominado metaverso, que, según aseguran, “no tendrá un dueño y requerirá de la colaboración de todos para que funcione”.

Es así que todos los impulsores de este metauniverso, una suerte de doble digital del mundo físico accesible por internet, prometen que, gracias a las realidades virtual y aumentada, permitirá multiplicar las interacciones humanas al liberarlas de las limitaciones físicas.

“Hay una fuerte posibilidad de que haya varios metaversos, una multitud de experiencias inmersivas disponibles en varios puntos – asegura Nicolas Reffait, de la consultoría “BearingPoint” - ya que no va con el sentido de la historia que haya un solo metaverso portador del conjunto de experiencias, y por su naturaleza no me imagino que pueda tener un dueño”.

Sin embargo Facebook, ahora rebautizado como “Meta”, aspira a imponerse como el creador de un espacio digital universal de referencia, así como pudieron ser en su momento la App Store de Apple o el motor de búsqueda de Google.

Maren Lau, vicepresidenta de Meta para América Latina, afirma que “el metaverso es la próxima evolución de una larga jornada para las tecnologías sociales, es una interacción de espacios digitales inmersivos que ayudan y permiten a distintas personas compartir experiencias, aunque no estén físicamente juntas. Es un ecosistema que va a requerir la colaboración entre varios actores, empresas digitales y de tecnología, creadores y organizadores; pero Meta no lo va a construir en soledad y no va a ser el dueño del metaverso, ya que se requiere la colaboración de todos para que funcione. Y si bien se habla de un futuro con avatares y hologramas, se trata de una tecnología para acercar a las personas que construyen un sentido de presencia social, aunque físicamente la otra persona no esté cerca”.

“La presencia virtual - considera Lau - no va a ser necesariamente tridimensional. En el metaverso vamos a poder conectarnos con audio espacial o tener reuniones ambientadas en cualquier lugar, y cuando se puede ver a una persona por realidad virtual se siente esa presencia. Eso hoy existe en algunos mundos de realidad virtual, porque estamos en un momento incipiente del metaverso”.

Mientras tanto, también Microsoft anunció el lanzamiento de “Mesh”, que durante el transcurso de este mismo año permitirá al usuario aparecer en las reuniones en forma de avatar personalizado en lugar de activar el video.

Del mismo modo, en el mismo grupo de empresas el gigante de los procesadores Nvidia lanzó su plataforma “Omniverso”, que permite que equipos internacionales de desarrollo colaboren en tiempo real en un espacio virtual compartido, y en ese sentido, más que simples juegos de video gratuitos en línea, Roblox, Minecraft o Fortnite se convirtieron, pandemia mediante, en plataformas de esparcimiento donde los jugadores pueden llevar una vida social paralela.

De la misma manera, en “Decentraland”, una plataforma en línea considerada como uno de los precursores del metaverso, es posible adquirir parcelas de terreno virtual en forma de NFT (certificados de autenticidad digital para contenidos en línea) mediante una criptomoneda asociada llamada “Mana”, mientras que varios otros emprendimientos intentan seguir los pasos de “The Sandbox”, que acaba de recibir 93 millones de dólares de un grupo de inversionistas para el desarrollo del metaverso.

VIDEOJUEGOS Y NEGOCIOS

“Desde hace ya bastante tiempo – asegura Mariela Mociulsky, de “Trendsity” - vienen ganando mucho terreno plataformas de gaming al estilo de Metaverso como el caso de Roblox o Fortnite. Y la pandemia aceleró todos estos desarrollos. Pero estos nuevos entornos aparecerán en todas las dimensiones de la vida, y es allí en donde aparecerán también las oportunidades para los negocios, las marcas, de poder ofrecer la experiencia desde probarse ropa a jugar un juego, aprender, tener una reunión virtual y hasta un viaje como si se estuviera en ese lugar, experiencias de e-commerce, y otras situaciones y actividades que se van a desarrollar en estos metaversos”.

Es así que el metaverso, ese nuevo concepto que probablemente protagonizará el siguiente proceso evolutivo de la sociedad digital en la actual década, permitirá a los seres humanos superar las limitaciones físicas y temporales del universo real para adentrarse en nuevos e infinitos universos a través de avatares o proyecciones virtuales de las personas, y, según los especialistas en estas tecnologías, serán los metaversos de Meta, la ex Facebook, Microsoft y Google los que popularizarán estos nuevos entornos virtuales, particularmente por su poder de mercado y por su clara orientación social o profesional, ya que para estas grandes compañías tecnológicas el metaverso es un concepto clave en su estrategia de crecimiento a largo plazo, aunque son conscientes de que el desarrollo de un metaverso funcional y sin fisuras operativas requerirá varios años y solo será realidad a mediano y largo plazo.

Según señalan, es muy probable que el discurrir del metaverso describa una trayectoria inicial relativamente larga y lenta para, en un momento dado, experimentar un súbito desarrollo, como ocurrió por ejemplo con los bitcoines, inicialmente inadvertidos, o con la misma telefonía móvil, cuyo punto de inflexión fue la llegada de los smartphones.

Mientras tanto, destacan que la faceta económica de los metaversos tendrá un claro protagonismo, como que en los últimos tiempos se vienen realizando transacciones que no dejan de asombrar, como la que concretó un avatar que compró un yate virtual por 650.000 dólares, o el de la empresa “Republic Realm”, que adquirió una parcela por 4,3 millones de dólares en el metaverso Sandbox, mientras que en Decentraland se vendió un local virtual de 560 metros cuadrados digitales por 2,4 millones de dólares, y en Fortnite ya se están desarrollando conciertos de reconocidos cantantes.

Es que con el metaverso también se están desarrollando sistemas monetarios paralelos a los del mundo real mediante monedas virtuales, con las que se pueden comprar parcelas digitales, casas, vehículos y hasta ropa virtual, ya que también en el metaverso se querrá demostrar estatus social y poder adquisitivo.

Y es aquí donde muchos observadores plantean que los metaversos pueden asemejarse a un plan de escape desde el limitado espacio terrenal hacia un nuevo espacio inexplorado que también puede ofrecer espejismos, ya que uno de los principales riesgos de los metaversos puede ser la obsesión por llevar vidas utópicas, con un progresivo alejamiento de la realidad.

“No tendrá un dueño y requerirá de la colaboración de todos para que funcione”