Salud: la solución para terminar con las manchas rojas o la piel seca

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La piel se escama y se siente áspera, similar a un rallador. Por lo general, también aparecen manchas de color marrón rojizo: todo esto puede ser un indicio de queratosis actínica.

Detrás de esto se encuentra una afección cutánea crónica, que se considera precursora del cáncer de piel, y que ya hace tiempo adquirió el carácter de una enfermedad generalizada que afecta a millones de personas en todo el mundo.

UNO DE LOS MOTIVOS: DEMASIADA RADIACIÓN UV

Las manchas escamosas y rojizas suelen aparecer en partes del cuerpo frecuentemente expuestas sin protección a la luz solar, como la frente, la nariz, el dorso de las manos, los brazos, el escote o la calva.

Frecuentemente, la queratosis actínica aparece por una cantidad acumulada de radiación UV, que una persona fue sumando a lo largo de su vida.

“Por esa razón, la enfermedad suele presentarse en los pacientes recién a partir de una edad de 50 o 60 años”, comenta la dermatóloga germana de Múnich Marion Moers-Carpi.

“Cuanto más se proteja del sol, mejor será para la piel”, explica el profesor Dirk Schadendorf, dermatólogo alemán de la ciudad de Essen. En concreto, esto se traduce en utilizar un protector solar idealmente de factor 50 y llevar un sombrero con el ala más ancha posible.

Quien descuide estas medidas precautorias durante años, puede enfermar algún día de queratosis actínica. “Se vuelve crítico cuanto más tiempo persista la queratosis actínica”, dice Marion Moers-Carpi. El daño cutáneo puede convertirse en un tumor local maligno, llamado carcinoma espinocelular o espinalioma.

“No hay que bromear con esto, porque llega a lo más profundo de la piel y es comparativamente difícil de tratar”, señala la especialista, que aconseja acudir a un dermatólogo para que revise tempranamente las manchas escamosas y rojizas de la piel.

LÁSER, CREMA, NITRÓGENO: DIFERENTES ENFOQUES TERAPÉUTICOS

Existen diferentes métodos para tratar la queratosis actínica, por ejemplo con cremas que los pacientes se colocan sobre las zonas de piel afectada. “Otro posible tratamiento es el peeling químico”, indica Dirk Schadendorf.

O la denominada crioterapia: se trata de congelar las zonas afectadas con nitrógeno líquido. La desventaja de este método es “que deja frecuentemente manchas blancas”, advierte Marion Moers-Carpi.

Desde el punto de vista de esta profesional, es mejor cauterizar las zonas afectadas con una solución. “Esto funciona bien en pequeñas queratosis actínicas”, precisa.

O bien los médicos extraen las zonas enfermas: raspan las áreas de piel afectadas o las eliminan con láser. Sin embargo, antes de eso, el médico debe examinar la profundidad de los daños en la piel con la ayuda de una muestra de tejido, aconseja Moers-Carpi. En el caso de daños más profundos, el tejido afectado puede eliminarse con una operación.

Dirk Schadendorf indica que la terapia fotodinámica también es una opción: se aplica una crema o gel en las zonas afectadas y se los deja actuar allí hasta cuatro horas. A continuación, se irradia la zona de la piel con luz de una longitud de onda específica durante varios minutos.

 

Queratosis actínica

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