Los tambores de guerra suenan cada vez más fuerte en la coalición opositora

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Por JOSE PICON

jpicon@eldia.com

En Juntos por el Cambio suenan tambores de guerra. La disputa interna en el PRO anotó en los últimos días episodios de muy alto voltaje, con mojadas de oreja recíprocas entre los aspirantes presidenciales Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, que no sólo derraman a la Provincia sino que además involucran a los otros socios de la coalición opositora.

El primero de los capítulos se produjo casi a comienzos de la semana que pasó cuando Bullrich fue a levantarle la mano a Jorge Macri como candidato a jefe de Gobierno porteño. No se trata de una dato inocente ni se acota al pedido que habría hecho su primo Mauricio Macri a la ex ministra de Seguridad: supone, directamente, un desafío a los planes de Rodríguez Larreta. El jefe de Gobierno bascula entre presentar un candidato propio o apoyar a Martín Lousteau, como prenda de un posible acuerdo nacional y bonaerense con el radicalismo.

Larreta no descarta ese esquema y ayer se mostró en el acto que organizó el presidente del Comité Nacional, Gerardo Morales. Resulta difícil definir si ese eventual entendimiento madurará, pero la sola posibilidad potenció la disputa en el PRO.

Los radicales tampoco están para estampar la firma. En primera instancia, porque tiene candidatos presidenciales lanzados. Incluso fuentes del Comité Provincia dicen contar con una encuesta que ubica a Facundo Manes muy cerca de Larreta. “A lo mejor le terminamos ofreciendo la vicepresidencia nosotros”, chicanean.

Sin embargo, algunas cartas se van descubriendo. Por caso, es cada vez más notorio cómo Macri juega para robustecer el esquema de Bullrich. Esto sucede mientras el ex presidente deshoja la margarita sobre un eventual candidatura presidencial propia. Para muestra bastan no un botón, sino dos: al respaldo de la ex ministra al primo Jorge se sumará en los próximos días el aporte al campamento de Bullrich de otro nombre enviado por Macri: el intendente de Lanús, Néstor Grindetti.

Hay otra cuestión que se comenta en los corrillos del PRO que acaso tenga sólo el formato de versión pero que, de concretarse, podría hacer estallar definitivamente la crisis entre halcones y palomas. Apenas sucedida la bendición de Bullrich a Jorge Macri, montaron en cólera varios laderos de Larreta que leyeron esa juntada como un acto de “traición” hacia el jefe de Gobierno porteño que le dio un lugar al ex intendente de Vicente López en su gabinete. Hay dirigentes cercanos al alcalde que piden una reacción acorde al caso: la salida de Macri del Ejecutivo porteño con la excusa de un cambio en el equipo de gobierno.

Todos estos reacomodamientos tienen impacto en la Provincia. El ala dura del PRO está dispuesta a marcar la cancha y dejar pegado al radicalismo en un eventual apoyo a la suspensión de las Paso que acaso se discuta en la Legislatura si antes esa decisión alumbra a nivel nacional. En el partido centenario creen que si aparece una ley a nivel nacional será muy difícil frenarla en la Provincia.

DESENLACE

Ese desenlace debe darse en forma vertiginosa porque a fin de noviembre vence el período de sesiones ordinarias. Luego, todo expediente que requiera ser tratado debe contar con los dos tercios de los votos. El oficialismo no los junta. En el Senado, ni aún con el eventual respaldo del radicalismo.

Todo vuelve al principio: los halcones del PRO están dispuestos a jugar a fondo para abortar o al menos condicionar, ese posible acuerdo entre Larreta y la UCR.

En medio de ese escenario de tensión aparece la Suprema Corte, que viene pidiendo a la Legislatura que adopte una decisión política en torno de la ley de jubilaciones para los empleados del Banco Provincia. El tribunal tiene que decidir sobre un planteo de inconstitucionalidad a la norma que se reformó durante el gobierno de María Eugenia Vidal. Hace algunos meses se había avanzado en un acuerdo que el propio Mauricio Macri abortó con el argumento de que se iba a generar un mayor gasto público porque el déficit de la Caja iba a pasar a ser solventado por el Estado bonaerense y que se generaban privilegios con el pago de jubilaciones que juzgó excesivas.

El PRO entonces retrocedió y el radicalismo, para evitar fricciones, decidió sumarse el freno de esa ley. Ahora la Corte ha vuelto a insistir. ¿Habrá votación dividida en Juntos por el Cambio?

Mientras tanto, el gobierno de Axel Kicillof acaba de enviar el proyecto de Presupuesto a la Legislatura, que duplica los establecido en el cálculo que se había hecho para este año. Ese es el primer dato sobre el que ha puesto el ojo la oposición al que emparenta con el año electoral cuando las necesidades de gastos se multiplican. Una cosa lleva a la otra: Juntos por el Cambio irá a la carga con la creación de un fondo específico para que los municipios puedan hacer obras, una herramienta que existió en los últimos años y que ahora el gobierno bonaerense no incluyó para guardarse una carta negociadora. Y pedirá garantías de que esos recursos, que este año no tuvieron la fluidez deseada, lleguen a los municipios en tiempo y forma. Habrá que ver de qué manera aseguran esos fondos para los alcaldes propios.

 

Larreta
Bullrich

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