A la madrugada, ruidos y estruendos que asocian a un festejo estudiantil

Con la vuelta a la presencialidad escolar, al parecer, se renovaron los rituales que rodean la vida de las escuelas secundarias. De eso daría cuenta una serie de explosiones que sobresaltaron a vecinos en distintos barrios, en horas de la madrugada.

En esos casos, no se despertaron con las alarmas de sus relojes o celulares. Desde distintos barrios llegó a este diario la preocupación y el reclamo por explosiones asociadas con pirotecnia.

Frente a este panorama se expresaba incertidumbre por el desconocimiento de las causas de semejantes ruidos a poco de amanecer. “Fue terrible. Eran bombas de estruendo, parecían cañonazos. Me despertaron y me asusté”, dijo una vecina de 61 entre 29 y 30. “¿Ustedes saben a qué se debieron las bombas de esta mañana?”, preguntó otro lector de este diario. Además, dijo que los escuchó entre las 6 y las 7 de la mañana.

“Me sobresalté de la cama”, aseguró el hombre que reside en la zona de 25 y 60. También desde Plaza Moreno llegaron quejas. En el corazón de la Ciudad vecinos manifestaron que a esa misma hora sonaron “bombas tremendas que me despertaron. Nos asustamos mucho y nuestro perro lo sufrió también”.

Además, desde La Loma, llegaron más denuncias, específicamente de la zona de 28 y 47: “Me despertaron fuerte ruidos, como de petardos”, dijo una de las damnificadas.

Por su parte, en las redes sociales se hicieron eco de esta problemática. Una usuaria que directamente señalaba la celebración de estudiantes secundarios por el final del ciclo de clases, tras cuestionar con dureza la actitud, dijo que “no solo son molestos sino que me revolucionan el perro”.

Los planteos se fueron sumando en el mismo sentido, con más presunciones que datos certeros en casas donde salían de la cama en el mismo momento en que se producían las explosiones.

Ese ambiente de ruidos se calmó antes de las 8 de la mañana, según los testimonios que recogió este diario.

Los secundarios, en particular los de los últimos años, desarrollan celebraciones previas al ingreso a clases, por las mañanas, en los inicios y fines de ciclo. También se celebra -en septiembre- el día del bachiller en los colegios de la UNLP.