Piñero, del barrio Cementerio a su segundo Mundial y ser rival argentino

Quien acompañó a Diego Maradona como entrenador de arquero en Sudáfrica 2010, hoy está en México junto al Tata Martino

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Por WALTER EPISCOPO

wepiscopo@eldia.com

Gustavo Piñero es un laburante del fútbol. Empezó de abajo y se fue abriendo camino. Fue el entrenador de arqueros de su ídolo cuando trabajó en Racing y Fillol era el técnico; Maradona lo llamó para trabajar en la Selección para el Mundial en Sudáfrica en 2010, entre otras cosas, como también haber trabajado con Griguol. Apostó a entrenar arqueros cuando eso no existía y hoy da charlas por el mundo.

Pero jamás, el pibe del barrio Cementerio que la calurosa tarde del 30 de diciembre del `84 fue parte del plantel de Gimnasia que lograba el ascenso a Primera, iba a ir a dos mundiales. “Extraño La Plata, es mi lugar, tenemos pensado volver. Extrañás la juntada con los amigos, la familia, pero bueno, hago lo que me gusta y me dedico a esto”, dice. Durante la charla se mezclan momentos y gente, pero también aparece el fútbol.

“Griguol fue, es y será un maestro para mí y le agradezco por el resto de mi vida. Hoy siento que el Tata (Martino) es el número uno. Aprendo muchísimo. Hoy mi arquero la tiene que parar y empezar el juego. Mi ataque empieza desde mi arquero y a mi me encantó eso. Hoy Memo Ochoa la para, juega para acá, juega con los volantes, con los laterales, con los delanteros. El sabe cuando la tiene que reventar y cuando no. Y el técnico es el que me pide que lo haga, aunque alguna vez le pueda errar. ¿Y por qué? Porque a eso jugamos. Tata me hizo tener un culto por el fútbol bien jugado y me encantó”, se confiesa.

- ¿Alguna vez soñaste que ibas a ir a un Mundial, y lo que es mejor, ir a dos mundiales?

- ¡Ni de casualidad!. Viste como se dice, el sueño del pibe es ir a un Mundial como alguna vez lo dijo Diego de chico, bueno, yo ni de casualidad. Me acuerdo de haber visto los partidos del Mundial `74, pero jamás imaginé estar ahí. Ni como jugador, porque no era bueno (larga una carcajada), ni como entrenador. La primera vez que me tocó entrar fue con Nigeria y al entrar me dije, “mirá dónde estás”.

 

“Si hubiese tenido que elegir, no hubiese querido enfrentar a Argentina. Pero sabía que era una posibilidad”

Gustavo Piñero

 

- En una Selección todo es especial ¿no?

- Sí, a mí se me aflojaron las piernas en mi primer partido junto a Diego contra Alemania, en Alemania que ganamos con gol de Pipa (Higuaín), unos meses antes del Mundial. Sentís un gran orgullo. El Tata lo dice claramente cuando habla de una Selección, sos el orgullo de tu familia, de tus amigos representar a tu país. Es sentir orgullo.

- Hace tiempo que estás en México, ¿cómo es el fútbol allí?

La Liga de México para mí es un lujo. Es una Liga bárbara desde todo punto de vista. Desde la organización, desde lo económico, desde un montón de cosas... Lo que pasa es que no es vista en muchos lugares, y para lo que es Argentina no hay mucha información de lo que es el fútbol mexicano. Personalmente me encanta estar trabajando donde estoy trabajando, quiero mucho a México, vivo fantástico, pero bueno, tengo mi familia en Argentina y en épocas de pandemia estuve diez meses sin ver a mis hijas por ejemplo. Y esa distancia más que pesar, duele. Es duro, pero también se que nosotros elegimos esto.

-¿Cómo fue estar con Diego?

- Un crack. Sencillo. Muy divertido. Siempre se ponía a la par de todos y te puedo decir que en la intimidad el jamás se creyó que era Maradona. En la intimidad era un tipo común y corriente, buena gente. Cuando lo tenías sentado en una habitación charlando, te dabas cuenta que era un tipo espectacular. Lo que pasa que no era fácil ser Maradona. Yo creo que nadie está preparado para ser Maradona.

- En ese momento de Selección, estabas en un predio con Diego de técnico y Messi jugador.

- Sí, era como estar en Disney (sonríe). Pero aparte había jugadores extraordinarios. Todos los jugadores que estaban ahí eran brillantes, después podés salir campeón del mundo o no, ya es fútbol. Pero fue un muy lindo momento.

- Hoy tenés más experiencia con respecto a lo que fue el Mundial 2010, ¿cómo vivís todo?

- Hay cosas que no dejan de sorprenderte, pero la experiencia que viví en selecciones argentinas más todo lo que viví con el Tata (Martino), ya tenemos más de cincuenta partidos con la Selección de México. Cada vez que vivís una competencia de este estilo terminás maravillado. Jugamos un amistoso en Atlanta y metimos 72 mil personas cuando estaba terminando la pandemia. México metió de promedio en la Copa de Oro 2019, 58 mil personas. Te hablo de promedio por partido. Una cosa increíble.

- ¿Qué sentiste cuando salió que México y Argentina estaban en el mismo grupo?

- La verdad, si hubiese tenido que elegir, no hubiese querido. Lo viví sabiendo que era una de las posibilidad. Y se que es mi país...

- Cuando llegue el sábado 26 de noviembre a las 16, tu viejo, tus hijas, tu hermano, tus amigos, mirarán el partido y vos estarás en el banco de enfrente.

- (Piensa un instante) Sí, pero es un partido de fútbol, y como tal, quiero ganar. Con el respeto que me merece el país en el que estoy trabajando, quiero ganar.

Gustavo Piñero recibió el elogio de Guillermo Ochoa, el arquero de México, figura excluyente ante Polonia

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