Acá está el candidato: Brasil y su jogo bonito fueron demasiado para Serbia
Edición Impresa | 25 de Noviembre de 2022 | 05:59

No importa cómo llegue el equipo ni qué nombres propios lo integren: al momento del inicio de un Mundial, Brasil siempre deja en claro que va a ser uno de los candidatos a ganarlo.
Y en lo que fue el estreno en Qatar 2022 para Tite y los suyos, el Scratch no dejó dudas para vencer 2 a 0 a Serbia en el Estadio Lusail con doblete de Richarlison.
El compañero de Cristian “Cuti” Romero en el Tottenham inglés abrió el marcador a los 17 minutos del segundo tiempo, favorecido por una serie de rebotes, y más tarde, a los 28, selló su gran noche con un tremendo golazo.
El ex Everton recibió dentro del área de su compatriota del Real Madrid Vinícius Júnior, y en dos toque se las ingenió para elaborar una excelsa tijera que se clavó en el fondo de la red de Vanja Milinkovic-Savic, el arquero europeo que fue el único motivo por el cual la diferencia no se hizo aún mayor.
SUPER OFENSIVO Y CLARO CANDIDATO
Con cuatro delanteros en su formación, Brasil presentó en sociedad sus ambiciones en Qatar 2022 y venció a Serbia de forma inapelable en su debut por el Grupo G, alcanzando así a Suiza, que horas antes había vencido a Camerún.
Desde los nombres, los de Tite ofrecieron la propuesta más ambiciosa en lo que va del Mundial, con una formación integrada por la velocidad de Raphina y Vinícius Jr. a los costados; Richarlison por el centro y Neymar por detrás, para así darle rienda suelta a su creatividad.
Serbia intentó contestar con cinco defensores -dos laterales mixtos-, cuatro medios atentos al retroceso y sólo el gigante Mitrovic, alejado, de punta.
El plan de Dragan Stojkovic funcionó en la primera parte porque los componente del ataque brasileño fueron neutralizados. Neymar resultó bien tomado por Milenkovic o Lukic; Vinícius estuvo a tiro de Zivkovic, Raphinha, controlado por Mladenovic y Richarlison, encerrado por tres centrales de buen porte.
A Brasil se le hizo muy difícil penetrar la muralla serbia en la primera mitad y las dos chances que dispuso fueron desperdiciadas por los extremos, cuyas posiciones abiertas bloqueaban la posibilidad de proyección de los laterales.
Pese a esto, la impresión de un estreno frustrante comenzó a desvanecerse al inicio de la segunda mitad, cuando la marcación del equipo balcánico ya no mostraba la misma disciplina del comienzo.
Antes del minuto, un error de salida del arquero Milinkovic-Savic le sirvió el gol a Rapinha, que volvió a dilapidar su chance con una definición al cuerpo. Más tarde, un remate de media distancia de Alex Sandro se estrelló en el palo y confirmó un cambio de tendencia en el juego.
La conexión de los delanteros brasileños se volvió cada vez más fluida y el gol decantó en una jugada que gestó Neymar de centro a izquierda, continuó Vinícius con un remate al arco y capitalizó Richarlison con oportunismo de 9.
Serbia no tuvo plan B. Pese a que su entrenador lo intentó con el ingreso de dos puntas como Lazovic y Vlahovic. Su oportunidad la dispuso en una pelota detenida que Marquinhos despejó a centímetros de la línea con Alisson de espectador.
De inmediato ocurrió la acción que sentenció el partido: Vinícius buscó a Richarlison y el goleador de la noche se despachó con un golazo de tijera, que generó el estallido en un estadio habitado por 88.103 personas.
Tite siempre mantuvo cuatro atacantes en cancha, pues Rodrygo, Gabriel Jesús, Antony y Gabriel Martinelli reemplazaron al póker ofensivo titular. La salida de Neymar con la lesión mencionada generó un lógico estado de alarma, el cual después tuvo su pertinente diagnóstico.
La victoria, que pudo ser más amplia por un disparo posterior de Casemiro en el travesaño, fue suficiente para dejar buenas sensaciones. Brasil ganó con claridad, jugó un gran segundo tiempo y avisó que su deseo del hexacampeonato es cosa seria.
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