La periferia de La Plata necesita contar con más plazas y espacios verdes

Los reclamos de vecinos de Barrio Jardín por el pésimo estado que muestra la plaza ubicada en 117 y 88, con la mayoría de los juegos rotos, en situaciones que pueden generar peligro para los chicos que los utilizan, no sólo debieran ser atendidos por las autoridades municipales sino que, además, la planificación urbana tendría que apuntar a que la periferia platense contara -en cada barrio o localidad- con ese tipo de espacios recreativos.

Cabe recordar que en algunos barrios, como en el Centinela, de Olmos, los vecinos concertaron hace pocos años con la Municipalidad la habilitación de una nueva plaza, haciéndose cargo de la limpieza, instalación de juegos para los chicos del barrio y la promesa de un mantenimiento continuo de ese espacio verde que así pasó a ser de uso público, mientras que la Comuna ejecutó diversos trabajos con sus cuadrillas.

Se trató de una iniciativa meritoria de los vecinos, aún cuando -y este es otro punto de análisis- son las autoridades municipales las que debieran ir avanzando en la creación de más plazas y paseos en la periferia de la Ciudad; sin perjuicio de la obligación que tiene la administración comunal de asegurar el debido mantenimiento de las existentes.

Lamentablemente, el sabio diagrama previsto por Pedro Benoit en la época de la fundación, que previó la presencia en todo el casco histórico de una plaza cada seis cuadras -de modo que cada platense sólo debe caminar un máximo de tres cuadras para llegar a uno de estos espacios- no se reiteró en la periferia, cuyo crecimiento sin planificación origina múltiples trastornos. Uno de ellos, la falta de plazas y paseos públicos.

Nadie ignora que se permitió en la periferia y en las localidades del distrito una expansión urbanística que dejó de prever la existencia plazas y paseos en los barrios, en una situación que no desapareció sino que, por el contrario, pareciera que se incrementa día a día con la proliferación de áreas habitadas y la constante pérdida de espacios verdes.

Está claro que son las autoridades municipales las que debieran ir avanzando en la creación de plazas y paseos en la periferia de la Ciudad. Para ello se cuenta con el cercano y numeroso concurso de urbanistas y especialistas, que podrían ofrecer sus aportes al poder municipal para encarar un reordenamiento de la periferia.

Resulta ciertamente inexplicable que, con el modelo ejemplar que dejó la fundación -basada en planificaciones de vanguardia que el mundo admiró y, además, muy fáciles de proyectar hacia el presente y el futuro-, La Plata haya perdido el rumbo acerca de lo que correspondía y corresponde hacer para alcanzar un armonioso crecimiento.

No parecen ser onerosas las inversiones presupuestarias que hacen falta para crear una plaza o un espacio verde y, mucho menos, para mantenerlos en condiciones. Existe además, en esta época, como nunca antes, una propensión de la gente hacia la realización de caminatas y otras actividades aeróbicas, que debe ser respaldada por la Comuna.

La suficiente disponibilidad de plazas, paseos y espacios verdes en las localidades y barrios de todo el distrito sería inmediatamente aprovechada por los vecinos, que hoy ven en el aire libre y en contar con lugares reservados para disfrutar de esa alternativa, una fórmula concreta y accesible para mejorar su calidad de vida.