Menotti, Bilardo y ahora Scaloni, ¿quién lo diría?

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Por JULIÁN CAMINO (*)

Una final como esta que Argentina le ganó a Francia tiene cosas especiales, y para uno que vivió situaciones de este tipo lleva a recuerdos lindos que empiezan en la previa, antes que los equipos entren a la cancha.

Uno viaja en el tiempo y aparecen momentos disfrutados como parte de un cuerpo técnico... Como antes de jugar la final contra Alemania, en el Mundial de Brasil 2014, cuando nos abrazamos con el profe (Pablo Blanco), Claudio (Gugnali) y Alejandro (Sabella) para desearnos suerte.

Íbamos a jugar una final del mundo, no era nada fácil, pero son momentos lindos... Después, cuando el partido empieza a jugarse, uno debe concentrarse en lo que le corresponde y bueno, después el resultado se da a favor o no.

En este caso, el partido fue emocionante, y Argentina lo manejó bien, sin problemas, hasta que salió Di María, a los 20 minutos del segundo tiempo.

Hasta esa altura, la Selección estaba bien, tranquila, manejando la pelota, frente a un equipo como el de Francia, que no daba señales, porque transmitía la imagen de un seleccionado tibio, que no inquietaba en ataque, que no había llegado nunca, salvo como dos centros rasantes.

Mientras estuvo en cancha, Di María era la figura del partido, el jugador más valioso, jugó un partidazo, y también corresponde destacar el nivel en el que estaban jugando todos los del mediocampo.

En los últimos 20 minutos se le complicó a Argentina, porque se le vino Francia.

¿Qué pasó? Nuestro equipo había corrido mucho y creo que sintió un poquito ese desgaste físico, y Francia tiene a Mbappé que anda derecho y cuando se escapa complica a cualquier defensa.

Después que llegó el 2 a 2 realmente estuvimos complicados y Francia, con los cambios, tomó la iniciativa y atacaba con peligro.

Pero bueno, Argentina peleándola y peleándola consiguió ponerse en ventaja por 3 a 2, aunque enseguida llegó el 3 a 3 y ahí, cuando el partido estaba por finalizar, el arquero sacó una pelota impresionante. Para ganarse el podio, porque fue un mano a mano con gol cantado, pero estiró la pierna y pudo tapar la pelota.

Argentina fue un justo ganador, porque en el balance final resultó el equipo que hizo más en todo el tiempo que se jugó y ahora Scaloni queda en la gloria. Menotti, Bilardo y Scaloni, ¿quien lo diría no? Han pasado técnicos con tanto nombre y tanta trayectoria como Passarella, Maradona, Bielsa y ahora tenemos que nombrar a Scaloni como técnico campeón del mundo, y la verdad un párrafo aparte. Se lo merece, armó un lindo equipo, un lindo grupo y lo coronó con esto

(*) Ex ayudante de la Selección

 

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