Campeones: ¿qué valores transmite esta Selección Argentina?

En un mundo conflictivo, el plantel que trajo la tercera Copa se ganó el corazón de todo el planeta a base de lo que siempre se pide: sacrificio, generosidad y luchar para ser felices

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Cecilia Famá

cfama@eldia.com

Más allá del mérito deportivo, los jugadores y el cuerpo técnico se ganaron el respeto de todo un pueblo. En muchos ámbitos se habla del “amor que demuestran por nuestro país” y del “legado que dejan a las futuras generaciones”. La unión del grupo y la humildad de Lionel Messi, entre lo más destacado.

La vida del 10 es una historia de resiliencia, de perseverancia, de un niño pequeño con gran talento, pero que tuvo que viajar hasta España, lejos de su familia y amigos para hacer un tratamiento de salud que le permitiera continuar jugando y perseguir su sueño de ser un gran futbolista. Y no sólo lo logró sino que se convirtió en el mejor jugador del Mundo, ganando todos los títulos posibles, batiendo récords y ganándose el reconocimiento y absoluto respeto en todo el planeta. Pero su historia estaba incompleta: su mayor sueño era devolverle la gloria a su país, a todos los argentinos. Traer la Copa del Mundo que desde el 1986 se nos negaba y se le negaba. Este mundial lo encontró con un grupo muy unido; con jugadores jóvenes que crecieron con él como referente y un director técnico de perfil bajísimo, que conduce, pero no pretende protagonismo, que cuando pasa a la semifinal del certamen más relevante de todos, lo primero que hace es ir a buscar a su hijo a la tribuna y abrazarlo para llorar juntos.

La Selección Argentina campeona de Qatar 2022 es familiera, unida, humilde, honesta, feliz. Este grupo que nos representa en el mundo, que hoy está en la portada de todos los diarios, desde el Daily Star de Bangladesh hasta el New York Times, “es un ejemplo” y “se merecía ganar el Mundial”. No solo parece consagrarse nuestro fútbol, sino los valores humanos que transmite este grupo de jugadores, con Messi y Scaloni a la cabeza, bajando juntos del avión para pisar el suelo argentino por primera vez con el trofeo que hoy es tatuaje, remera, poster en millones de hogares argentinos.

De barrio y humildes

La historia personal de la mayoría de los jugadores es la de pibes de barrio, de familias humildes, que jugaban bien a la pelota y aprovecharon todas las oportunidades que la vida y el deporte les fueron dando. Hoy están consagrados, jugando en grandes clubes del exterior, pero nunca olvidan sus raíces, sino que las reivindican. El miércoles lo vimos a Julian Alvarez, paseando en la autobomba de su Calchín natal junto a su familia; Juan Foyth luego de los festejos en CABA, vino a nuestra Ciudad y se sacó fotos con sus vecinos de Villa Elvira; Nicolás Otamendi, posteando una foto de su madre con la medalla puesta y diciendo: “Te amo vieja. Gracias por tanto”. Ganaron la gloria eterna, pero son personas de carne y hueso, de gran corazón y con los pies en la tierra.

¿Qué tenemos para aprender de este grupo? Paseamos por la Ciudad para recopilar algunos testimonios de personas vinculadas al deporte que nos lo digan.

MÉRITO, ESA PALABRA TAN VAPULEADA

El mérito no es nada más ni nada menos que el “derecho a recibir reconocimiento por algo que uno ha hecho”. Y los campeones del mundo 2022 tuvieron su recompensa. Empezaron el Mundial perdiendo contra Arabia Saudita en un partido “muy flojo”, pero acomodaron su tablero de ajedrez, mejoraron su performance y jugaron una final impecable, ganándole a la Selección francesa por penales en un partido en el que la entrega fue absoluta. “Nos lo merecíamos”, decían muchos. “Messi merecía este premio, el único que le faltaba ganar”, se sigue escuchando en la calle.

“Aún siendo muchas veces criticado injustamente, Lionel Messi nunca dejó de vestir la camiseta de la Selección cada vez que se lo convocaba, y este Mundial lo encontró con un grupo muy unido. Muchos de ellos chicos más jóvenes que él, que crecieron con la imagen del ‘ídolo’, que no podían creer el sueño cumplido de jugar junto a Messi. Este capitán lejos de estar en papel de ‘estrella’, siempre lo vimos humilde y muy apegado a sus compañeros, dentro y fuera de la cancha, porque eso es lo que fue esta selección ‘de Messi’: un grupo de amigos, compañeros y chicos que se esforzaron por cumplir el sueño de ellos y de todos los argentinos. Y entendieron que era más importante que cualquier logro individual, que debían ser unidos fuera y dentro del campo de juego, que todo ese esfuerzo tendría su premio, que los últimos minutos de juego, agotados, cansados, casi exhaustos como los vimos, serían un pequeño sacrificio para lograr la gloria eterna”, comenta la psicóloga Maria Laura Lezaeta.

“El mensaje que nos transmite Messi es un regalo para las infancias; es sobre el compañerismo y la unión por sobre cualquier competencia. La importancia de ser perseverantes y no bajar los brazos cuando perseguimos nuestros sueños y metas. Que muchas veces vamos a encontrar obstáculos en el camino, pero si nos apoyamos en nuestros afectos, nuestros compañeros, nuestros amigos y nos esforzamos al máximo, podemos lograr todo lo que nos propongamos”, finaliza la especialista en niños.

HONOR Y GLORIA

Laura Maiztegui, deportista de nuestra Ciudad, vivió la experiencia de tocar el cielo con las manos al obtener la Medalla de Plata en los Juegos Olímpicos de de Sydney 2000. La exjugadora de hockey del Club Santa Bárbara fue una de las primeras Leonas.

Hoy, con 44 años, quien fuera compañera de Lucha Aymar y Mercedes Margalot, entre otras jugadoras olímpicas, vive esta Copa del Mundo en el fútbol con una emoción enorme.

“La felicidad que nos provoca a todos los argentinos el haber obtenido este título una vez más es inmensa. Cuando uno se pone a pensar por qué sucedió este año y otros no -que no quiere decir que no se lo hayan merecido-, creo que esta vez lo que realmente se vio es un grupo entero, en el que todos tiraban para el mismo lado. Desde el que tenía más protagonismo hasta el que tenía menos, todos eran iguales. Y eso está buenísimo. Los valores que se transmiten son muchos: que cada uno aporte desde el lugar que le toque; en forma positiva y acompañándose. Nos demuestra que el objetivo grupal está antes de los objetivos de cada uno. También transmitieron un enorme sentimiento por la camiseta. Todo eso se vio, se sintió y estuvo en los resultados. A veces no se consigue el ser campeón, pero esas cosas quedan igual”, dice la deportista.

“Creo que desde los más chicos hasta los más grandes demostraron una unidad. No por nada, todos siempre dijeron ‘Todos juntos’ y demostraron que no era solo una frase, sino que nos hicieron sentir que los que jugaron menos minutos o los que no les tocó entrar, estaban todos tirando para un mismo lado. Hasta los jugadores que quedaron afuera por lesión o por lo que fuera, estaban ahí presentes. Eso habla de un grupo más extenso y creo que eso es una de las cosas más importantes: tener un objetivo e ir todos unidos hacia ahí. Estoy orgullosa como argentina de que las cosas fueran de esa manera y que además se haya conseguido el título. Creo que nos sirve de enseñanza para el deporte, para el trabajo, para todo”, señala “La Melli”, como la llamaban todos, desde la experiencia de haber subido a un podio para colgarse la medalla plateada en Sydney 2000.

Por su parte, Bernardo Romeo, coordinador de las Selecciones Juveniles de AFA, quien fuera compañero de Lionel Scaloni en Estudiantes y junto a él, campeón Sub 20 en la Copa del Mundo disputada en Malasia, también habló con EL DIA sobre este momento histórico para el fútbol argentino y los valores que transmite La Scaloneta.

“Estamos todos trabajando en un mismo proyecto, con Lionel Scaloni a la cabeza, junto a Pablo Aimar, Walter Samuel, y todo el cuerpo técnico de Mayores. Después, quienes estamos en Juveniles, con Diego Placente, Javier Mascherano y todo el staff. Desde hace un tiempo todas las selecciones argentinas están trabajando en una misma dirección. Y esa palabra, valores, es lo que nos gusta transmitir en cada día, en cada entrenamiento, en cada citación y en cada competencia. Esos valores que nos han inculcado en su momento, como fue en época de Pekerman y Tocalli, también. A nosotros nos toca estar ahora de este lado. Y estamos super contentos, trabajando en la misma dirección”.

“Yo a Lionel particularmente lo conozco mucho de nuestra época de Estudiantes de La Plata, donde hemos compartido un montón de momentos muy lindos. Viajamos mucho con la Selección, jugamos el Sudamericano que ganamos en Chile, en 1997, el Mundial Sub 20 y el Torneo Esperanza de Toulon, en 1998... Por eso, cuando me llamó para ofrecerme hacerme cargo de la coordinación de Juveniles no lo dudé ni un minuto, porque los conozco, sé el perfil que tienen. Ya llevo 3 años trabajando en el grupo y estoy muy feliz por este momento tan lindo que vive el fútbol argentino. Pero lo más importante es eso, que siempre recalcamos: que más allá de los deportivo, están los valores y el sentido de pertenencia. Que parecen palabras fáciles de decir, pero llevan un trabajo detrás y lo estamos logrando día a día”, finaliza el “Tata”.

El profe Luis Martín, campeón del mundo como preparador físico de la Selección Nacional de Fútbol, fue recibido en la semana por sus vecinos de City Bell con mucho cariño. Su hijo juega en la Reserva del Polideportivo Gonnet, que le dedicó un afectuoso saludo, destacando su “simpleza y humildad” y agradeciendo el mensaje que Martín envió, desde Qatar, felicitando al club por el ascenso a primera división en la Liga Amateur Platense, el día anterior a la final del mundo.

“Gracias por elegir Gonnet, gracias por las camisetas que conseguís para sortear entre nuestros chicos, por las charlas a nuestros jugadores y por la persona que sos”, publicaron en su cuenta de Instagram.

Marcelo Lulkin, presidente de ese club y jugador de la senior campeona en 2021 y 2022, se enorgullece de tenerlo en la familia de Gonnet: “siempre llega con su silla, mira el partido; comparte junto a todos tardes de mates y alambrado mirando a Tommy” y agrega “hay que destacar que esta Selección trabaja en equipo. Se nota que Scaloni le da todo el tiempo protagonismo al resto del cuerpo técnico. Da la sensación que son un todo, con él a la cabeza, pero que el trabajo es en equipo”.

“Por otro lado, pese a las críticas de cuando él asume y a pesar de todo lo que le pegaban, siempre estuvo convencido por las formas y los jugadores que él convocaba. Nunca dejó de trabajar a partir de sus convicciones, y a veces es muy difícil de sostener lo que uno piensa, cuando te critican tanto desde afuera”, señala Lulkin.

“Creo que otro factor clave fue su manera de vivirlo, de descomprimir la presión. Si bien conviven con eso porque son la élite de la élite, él siempre en su discurso habla de que es un juego, que no se juegan la vida; sí cosas importantes, pero no la vida. Siempre con los pies sobre la tierra. Es muy centrado en su forma de pensar y esa tranquilidad se la transmite a los jugadores”.

“Lo último que se notó es la honestidad con la que se han manejado, porque después del primer partido es difícil hacer cambios de jugadores que vos tenías como pilares de tu equipo. Evidentemente, al darse cuenta de que otros estaban mejor, pudo plantearlo sin que se le derrumbe el grupo. Lo mejor que se vio de este plantel es la unión con la que se mostraban. Vos veías hacia afuera un grupo unido, liderado por Messi y por Scaloni. Cuando bajan del avión, también vemos la humildad de Messi, porque bajan los dos con la copa en la mano. Quizás cualquier otro hubiera bajado solo, pero ellos no lo hicieron”, sostiene el Presidente del Polideportivo Gonnet.

Juan Foyth estuvo en nuestra Ciudad esta semana. El campeón del mundo se bajó del micro de la Scaloneta tras recorrer las calles de CABA y visitó a su familia en Villa Elvira.

“Gracias por toda la eternidad Juan Foyth, y por esta foto en este día inolvidable. Cinco millones de personas los fueron a esperar y vos viniste a nosotros. Campeón Mundial del Barrio. Nos hicieron muy felices a todos y todas las argentinas. Orgullo nacional y ejemplo de que el campeón o la campeona del mundo puede nacer y crecer en cualquier barrio. Esta vez en la gloriosa ‘república de Villa Elvira’”, expresó Lito Vallejos, vecino que posteó una foto junto a su compañera, su hija y una amiguita, abrazando al jugador.

EJEMPLOS QUE LLEGAN A LA CANCHA Y AL ALMA

Este espíritu de cuerpo que imprime la selección se hace eco en todos los deportes.

Juan Martín Mamblona (28), exmedio scrum del Club San Luis, cuenta que vivió el Mundial “con mucha ansiedad, más aún por la época del año de este atípico, que terminó en diciembre” y que lo vio “siempre con amigos”.

¿Cábalas? “La final la vimos en mi casa, porque acá habíamos visto la final de la Copa América, así que por decisión de todos la vimos en casa”, dice.

“La unión que se veía del grupo es algo fundamental para cualquier deporte grupal, que haya una buena unión entre los jugadores como así también con el cuerpo técnico, y se veía que estaban todos en la misma, tirando para el mismo lado. También la pasión que se veía con la que jugaban, más allá de que representaban a una Nación, el sentido de pertenencia que se veía a veces se recalca mucho en los clubes amateurs, pero llevado a ese plano de profesionalismo y con la idiosincrasia que tiene una Selección de Fútbol, la verdad que lo que transmitían era espectacular”.

“En cuanto a Messi, hay que remarcar que nunca bajó los brazos. Nos muestra a todos que nunca hay que claudicar ante las adversidades. El hecho de haber perdido otras finales, el jugador siempre estuvo dispuesto a ir por la revancha, a ir por más y eso creo que es lo principal que transmite. Siendo el capitán, llevando el equipo hacia adelante, sabiendo que había perdido una final y que al ser el mejor del mundo están todos mirándolo. Nos dice que tarde o temprano el esfuerzo, el sacrificio y la humildad, dan sus frutos”, finaliza “Látigo”.

Astor Mogetta (17) es jugador de las juveniles del Club Universitario y este año debutó en la primera división. Desde su punto de vista, “el Mundial es un evento que gira en torno a sí mismo; según cómo se desarrolle es cómo uno lo vive, en nuestro caso, este año fue bastante fácil. Los resultados acompañaron a un equipo que representa a la gente. Argentina supo tener un traspié en la primera fecha para luego llegar cómodo a una final que marcaría la historia. En cuanto a cábalas, a medida que uno empieza a creer en esas cosas se entusiasma y es difícil salir. Para mí, la primera fue verlo con dos amigos con los que no compartimos el debut, así que creímos oportuno hacerlo (aunque era por una comodidad del momento). Verlo juntos, poner el máximo volúmen del módem y dejar en 31 el cable (casa de hinchas de River), las sillas, los vasos, cambiar el canal en el entretiempo, entre otras”.

“Este equipo supo representar el gen argentino al máximo: con un arquero protagonista, bocón, canchero, atrevido y carismático; un capitán cabizbajo pero absolutamente enorgullecedor a la hora de representarnos alrededor del mundo; y chicos que cumplen su sueño de jugar en la Selección e incluso ganar un Mundial, caso Fernández, Álvarez, Martínez, y así es como uno muy lejos de la escena se siente parte”, finaliza el flamante egresado del Normal 1 de La Plata.

Con 12 años, Santino “Sopita” Aguilar, hijo del legendario jugador Pincha, y ahora él también en las inferiores del club, destaca ante todo la “humildad” del equipo. “Siento que son un ejemplo por eso y además por lo que luchan y meten. Mi ídolo es Julián Álvarez porque corre, mete, y nunca se cansa”, dice el polifuncional juvenil, que acaba de obtener el subcampeonato del torneo Diablo Nacional con la categoría 2010 albirroja en Mar del Plata.

Gente del básquet, del rugby, del hockey, del fútbol; vecinos y hasta coordinadores de AFA. Todos con ADN platense -a pesar de que algunos no han nacido entre diagonales- destacan el espíritu de grupo que estos jugadores y técnicos que pasaron a la historia nos dejan a todos como ejemplo para el juego... y para la vida.

 

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