Agroecología: el sueño de una huerta en casa

Si bien requiere cuidados diarios y dedicación, no es necesario tener grandes espacios ni mucha tierra para poder sembrar y cosechar vegetales y frutas en nuestro hogar

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Por CECILIA FAMA

cfama@eldia.com

Las plantas y la jardinería se han convertido en el nuevo pasatiempo para muchos; quizás uno de los que se han instalado en estos tiempos post pandémicos. En aquellos meses de 2020, durante la cuarentena, numerosas personas comenzaron a concretar el sueño de la huerta propia, que venía postergando desde hacía tiempo y ese hábito de sembrar, cuidar y cosechar sus propios productos en casa llegó para quedarse definitivamente.

La albahaca es una gran opción para empezar la huerta

Prolijamente acomodadas en cajones de madera, repletas de brotes coloridos y pujantes perlados con gotas de rocío, las huertas domésticas que vemos en las películas suelen ser el ideal que imaginamos cuando pensamos en cultivar productos en casa. Y alcanzarlo no es misión imposible. Los ingenieros agrónomos aseguran que podemos tener nuestra propia plantación de tomates o rúcula hasta en un balcón. La clave es seguir algunas recomendaciones básicas, acopiar paciencia a prueba de frustraciones, y dedicarle por lo menos diez minutos al día.

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“En la huerta hay mucho de prueba y error. Uno va aprendiendo sobre la marcha. La idea cuando se arranca es empezar con especies que no sean de cultivo complejo: rúcula, acelga, rabanito, perejil. Todas son muy rústicas, de crecimiento rápido y soportan diferentes olvidos y descuidos”, asegura la ingeniera agrónoma Victoria Fernández.

La berenjena tradicional, desde el patio de casa

Por un lado, las huertas urbanas garantizan la posibilidad de obtener productos frescos de estación cultivados con nuestras propias manos y, por otro, constituyen una oportunidad para disfrutar de toda la magia que se da durante el proceso. También aporta su granito de arena a la economía del hogar, dado que hoy en día, pasar por la verdulería es cada vez más costoso.

 

Las huertas urbanas garantizan la posibilidad de obtener productos frescos de estación

 

Siempre que se pueda, es mejor comenzar a cultivar de semilla que de plantín, ya que con la semilla garantizamos el cultivo de la planta sea totalmente orgánico.

 

“En la huerta hay mucho de prueba y error. La idea cuando se arranca es empezar con especies que no sean de cultivo complejo”

Victoria Fernández,
ingeniera agrónoma

 

La superficie de cultivo va a depender del lugar que se tenga disponible, los insumos y el tiempo que se le pueda dedicar. “Generalmente, cuando uno plantea hacer una huerta en su casa, es porque tiene la idea de comer alimentos más ‘sanos’ y tiene inquietudes sobre su origen, principalmente vinculado con los productos que se le hubieran aplicado en todo el ciclo de cultivo. Mi consejo, para quienes quieren comenzar una huerta, es iniciar con un espacio pequeño: una maceta, un pequeño bancal o un espacio de tierra chico. Y, con el tiempo, sumar espacios y variedad de productos. Suele pasar que la gente arranca con huertas grandes, y después se empieza a dar cuenta de que mucho no le gusta, y que le demanda excesivo trabajo y tiempo”, advierte la profesional.

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CULTIVOS DE TODO EL AÑO Y ESTACIONALES

Las semillas y almácigos para dar el puntapié inicial se encuentran en viveros de la zona, o en páginas específicas. También, mediante distintos programas, desde organismos dependientes del Estado otorgan las semillas todos los años. Otros insumos indispensables, según el cultivo que se encare, son tierras o sustratos mejorados y abonos, ya sea compost o de algún otro tipo.

El perejil brinda facilidades de cultivo

“Cualquiera puede armar una huerta, es un mito el de que necesitás mucho espacio o terreno para armarla. Se puede, perfectamente, en macetas o cajones en los lugares en donde no tenés tierra, como los edificios... Las huertas urbanas no requieren el método de cultivo ‘tradicional’, en que los espacios para algunas variedades deben ser amplios; en estos casos se pueden reducir y optimizar”, resume Fernández. “Existe el método de cultivo de un metro cuadrado, en que la producción se hace en cuadros de treinta centímetros por lado”, señala.

Verduras para todos los gustos

“Ahora que ya llega el verano, lo que más se hace de semilla es todo lo que es tomate, de todos los colores. También pimientos; berenjenas; todos los zapallos y zapallitos. Y se empieza a hacer choclo para el otoño. Después hay otras especies que se hacen todo el año, como la lechuga, la rúcula, las achicorias, la radicheta. Se sigue cultivando el producto de estación. También algunas sandías chicas , melones, pepinos”, dicen los agrónomos.

 

La clave es seguir recomendaciones básicas y acopiar paciencia a prueba de frustraciones

 

Ahora que volvimos a la vida normal, sin cuarentena, a la gente le cuesta más hacer la huerta con semillas, entonces compran más plantines. Es más fácil: compra dos o tres plantines, los pone en su casa y crecen. Obviamente que hay que dedicarle su tiempo, pero para muchos es un gran pasatiempo. Lo que más hace la gente es el tomate, tanto los redondos como los cherry”, detalla Fernández.

HOBBY PRODUCTIVO

María Estévez, vecina de Gorina, hace varios años que tiene huerta en su casa, desde que llegó con su familia al barrio. “Es un pequeño jardín de 5 metros, aproximadamente, y tengo destinada la mitad del espacio a algunos cultivos: tomate cherry, lechuga, rúcula, verdeo, puerro, entre algunos otros. Empecé para que aprendieran mis hijos, desde pequeños y para generarles una actividad. Y si bien ellos no se engancharon demasiado, yo me entusiasmé mucho: ver crecer y luego comer esas plantas que fuimos cuidando es algo muy lindo y lo sigo manteniendo y renovando en cada estación”, cuenta.

Santiago Almeida cuenta que sus hijos pequeños insistieron en plantar aromáticas en la casa: “les enseñaron en la escuela y les gustó mucho esa práctica, así tenemos orégano, tomillo, albahaca, cedrón, menta y burrito. Siempre que necesitamos, recurrimos a nuestras macetas para buscarlas. Nos encanta que esté todo fresco”, dice.

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Victoria Fernández es parte de un proyecto desde el que realizan talleres de huerta en general y de algunos rubros específicos como las aromáticas. También se dedican a la venta de insumos para la huerta, en buena medida preparados por ellos, y realizan asesoramientos privados.

¿Es muy costoso armar una huerta? La ingeniera agrónoma dice que “sí, y no”. Y aclara que “la mayoría de la gente busca una huerta como las de las fotos, en bancales (cajones) al estilo europeo o estadounidense. Esos tipos son bastante costosos, dado que los materiales en Argentina son caros y muchos de los usados afuera ni siquiera están disponibles acá. Obviamente, se puede armar un espacio de cultivo en casa con mucho menos dinero, con tierra común, algunos sustratos, semillas y agua”.

“Me entusiasmé mucho: ver crecer y luego comer esas plantas que fuimos cuidando es algo muy lindo y lo sigo manteniendo y renovando en cada estación”

María Estévez,
vecina de Gorina

 

“Este año, con toda la sequía que tuvimos, hay que tener mucho más cuidado con el riego. Tenemos que estar regando todo el tiempo y hay que estar atentos a las plagas. En un día o dos, no te das cuenta y la plaga explotó y perdés todo. Nosotros plantamos unas papas, que se llenaron de arañuelas. No nos dimos cuenta y desaparecieron todas. No hay más papas”, se lamenta Victoria.

Berenjenas blancas, una gran opción

Para interiorizarse en el mundo de las huertas urbanas, hay muchos “youtubers” de ese palo que aportan información de manera muy práctica y dinámica. Por su parte, desde el Estado están brindando algunas charlas y cursos virtuales gratuitos, que se pueden consultar en internet.

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