Aquel golpe inicial fue inesperado, pero reaccionó y ya no subestimará a nadie

Scaloni jamás olvidará todos los matices de su formación profesional. Las decisiones en pleno Mundial lo hicieron crecer y madurar como DT

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Por MARTIN MENDINUETA

@firmamendinueta

Estabilizada futbolística y anímicamente, la Selección Argentina se siente preparada como para afrontar la etapa culminante de Qatar 2022.

Yendo de menor a mayor, y partiendo de un escalón de dolor que generó alarma, el equipo nacional fue mostrando signos de recuperación que lo han depositado, erguido y confiable, en la instancia de cuartos de final.

La tarea de Lionel Scaloni, y de su grupo de colaboradores más cercanos, Walter Samuel, Pablo Aimar, Roberto Ayala y el preparador físico platense Luis Martín, necesitó primero de un buen diagnóstico de la situación, luego convicción sobre la idea que pretendía plasmar en la cancha y, muy especialmente, coraje para llevarlo adelante.

Haber realizado modificaciones en defensa, mediocampo y ataque le brindó a la nueva formación titular una impronta convincente.

Entre los cambios efectuados hubo uno que, a todas luces, adquirió el rótulo de fundamental. El ingreso de Julián Álvarez porLautaro Martínez representó una inyeccción con fuertes vitaminas en la búsqueda del gol.

La salida del goleador del ciclo tutelado por Scaloni tuvo, para muchos, la silueta de una medida sorpresiva. Nadie la esperaba y ahora todos celebran que haya ocurrido. Martínez, titular en el Inter de Milán, no viene bien en el Mundial y así quedó en evidencia ante Australia, cuando no pudo aprovechar ninguna de las dos situaciones propicias que se le presentaron para facturar.

Como fuerte contraste, Álvarez, todavía aclimatándose a la idiosincrasia del fútbol inglés, ingresó con absoluta naturalidad en el equipo base y ya convirtió dos goles de enrome valor. Hoy es el delantero referencial que nadie discute y se perfila, con sólidos argumentos, como para ser una de las figuras más elogiadas.

USUFRUCTUAR LA DERROTA PARA CAMBIAR EL CHIP Y DESPEGAR

A nadie le gustó la cachetada de los árabes, aunque al repasar la película entera se advierte una reacción tan oportuna como inteligente. Argentina tomó debida nota de lo ocurrido en un partido donde la derrota fue demasiado castigo y capitalizó el error de haber permitido que Arabia Saudita lo superara en intensidad. Su cambio de actitud fue evidente. Cierta inocencia del debut se borró por completo y allí empezó a brotar una versión mucho más consistente del fútbol que tiene como indiscutido capital. Ante México fue más práctico que seductor, frente a Polonia jugó realmente muy bien, y ante Australia, con la paciencia como principal virtud, ganó mucho más holgado de lo que indicó la chapa del resultado.

 

Ante Polonia, con cambios valiosos, se advirtió la reacción clave que ratificó el repunte colectivo

 

El crecimiento ha sito paulatino y sostenido. El equipo se siente seguro y de ningún modo agrandado. Es difícil aseverarlo con contundencia, pero quizás haya subestimado, desde un plano inconsciente, aquello que se le presentó tan sencillo ante los Halcones Verdes poniéndose en ventaja muy temprano.

Sólo los jugadores saben exactamente qué les ocurrió durante el segundo tiempo, cuando encima el rival anotó dos goles de altísima elaboración técnica. Lo realmente importante es que pasó y no fue en vano.

En un fútbol que obliga a ser cada vez más cautos y donde los pronósticos mueven fortunas impensadas, uno puede atreverse a apostar por un comportamiento albiceleste donde no habrá lugar para relajarse

Después del estado de shock teñido de profunda tristeza, Argentina tuvo el mérito de levantarse. Ese proceso (con títulos críticos en los portales más leídos del planeta) lo terminó fortaleciendo. Tragó saliva amarga y miró hacia adelante. Tanto en Doha como aquí había un pueblo que esperaba la chispa que encendiera la ilusión. Más tarde de lo previsto, y con un tropiezo incluído, la coyuntura mutó y las sonrisas se adueñaron por completo de la escena.

ARGENTINA, EL TEAM DE MESSI QUE IMPONE MÁXIMO RESPETO

Ahora, en pleno tránsito de la parte más seductora de la competencia, la Selección Argentina le ha mostrado a sus potenciales rivales lo que tiene: Un arquero de primer nivel que se agiganta en las situaciones complejas, a Nicolás Otamendi como líder del fondo, a un lateral afianzado en la banda izquierda como el Huevo Acuña, a Enzo Fernández brillando de volante central, a De Paul regresando a su mejor versión, a Messi focalizado en lograr el gran objetivo que le falta a su increíble carrera, y a Julián Álvarez encendido, a punto caramelo para convertirse en una de las más gratas revelaciones.

Así, con esa columna vertebral ya retocada, y con un banco de suplentes que no tiene grandes distancias con los titulares, la Scaloneta va...

Quien asoma en el horizonte es un rival con credenciales históricamente valoradas. A Louis Van Gaal le sobra experiencia armando y dirigiendo buenos equipos. Nada será fácil. Tan cierto como que nada será imposible. Argentina está lista para ir por lo que tanto desea.

 

Qatar2022

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