Nicolás Gianella, un fenómeno que desafía el paso del tiempo

El base, que hoy festeja 44 años, sigue siendo ejemplo de constancia y excelencia. Las razones de su éxito, en palabras de sus pares

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Por FERNANDO ALEGRE

falegre@eldia.com

No es casual que Nicolás Gianella naciera un 14 de febrero, hace ya 44 años. Y es que cada vez que uno lo ve sobre el parqué, la conexión entre la naranja y su zurda se da de forma natural, como el amor. El talento, innato en él, le brota. Pero la constancia sigue siendo el aspecto que más llama la atención de quien lleva la “10” de Gimnasia en su espalda. Y por más que uno intente buscar las razones de su vigencia, siendo hoy por hoy el goleador del equipo con prácticamente 17 puntos, 3 rebotes y 3 asistencias en 28 minutos de juego, el reconocimiento de los pares representa el argumento que más justicia le hace a un profesional con todas las letras, que seguirá derrochando magia hasta el momento que él mismo decida bajarse del escenario.

Juan Pipa Gutiérrez, excompañero suyo en la Selección y también en CB Granada, donde el zurdo es goleador histórico e ídolo, intentó explicar el fenómeno Gianella.

“Creo que gran parte del secreto para la vigencia de Nico es que encontró en Mariana una aliada de fierro, que lo contiene y que lo acompaña desde todos los planos. Que le brinda un entorno perfecto para él, para su familia y para su desarrollo profesional”, comenzó el expivot. “Yo compartí con él antes de que fueran padres, pero asumo que esa misma vida que tenían allá en Granada la deben haber traslado a Argentina. Nico tiene un estilo de vida como si fuera un deportista de más alto rendimiento. Y lo tuvo siempre. Así jugará en la ACB, en la Liga Nacional o en Liga Argentina. Con una vida sobria. De buen descanso, de buena alimentación, de muchísimo trabajo y entrenamiento. Con un compromiso muy alto con todas las cosas que ocurren con un equipo de básquet, ya sea ganar o perder partidos, la consecución de objetivos o no; y ahora, sin saber cómo está llevando su rol, te digo que cuando tenía bastantes menos años y jugábamos juntos, él siempre estuvo comprometido con trabajar y acompañar a los más jóvenes del equipo. Así que seguramente para Gimnasia eso sea un rol fundamental, más allá de si un día mete 25 puntos o no juega por alguna lesión. Es un gran, gran compañero. Un gran amigo. Y es un tipo que realmente me alegra muchísimo leer todas las cosas que me entero de él”, siguió. “Me apena que no haya podido jugar acá cuando tocó jugar contra Pepe (Sánchez) en Bahía, pero es muy lindo verlo vigente a la edad que tiene”, concluyó.

En Granada junto a Pipa Gutiérrez

Federico Marín, hoy en Peñarol y compañero de Gianella en aquel título de Liga Nacional del 2000 en Estudiantes de Olavarría con Sergio Hernández como entrenador, también sumó su opinión al respecto.

“Creo es q más allá del talento con el que nació, siempre se ocupó en mejorarlo. Todos los santos días que toca una pelota entrena para mejorarse. No importa la edad. No importa el lugar. Él vive en busca de su mejor versión. Y no solo a la hora de jugar (que es la parte más linda), sino también a la hora del cuidado físico (ya sea descansos, alimentación, gimnasio). Hay muchas cosas que hace de manera tan responsables detrás del telón que solo el que lo conoce muy bien entiende muy bien por qué luego sale y brinda este tipo de espectáculos”, sostuvo el alero de 39 años. “Es un ganador. Y no me refiero a los títulos que ha conseguido sino a la cantidad de golpes que la vida le pegó durante su carrera. Sin embargo siempre se levantó y siguió dando batalla por sus dos grandes amores: el básquet y su familia”, agregó Marín. “Conocí muy poca gente con una mentalidad tan ganadora como la de él, por eso sigue enamorándonos cada vez que lo vemos dentro de una cancha con la naranja en sus manos. Habrá que seguir haciendo como dice la canción de Las Pastillas: La pelota siempre al 10, que ocurrirá otro milagro´”, concluyó Marín.

 

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