A tres semanas del fuego, humo en la cantera

En medio de la ola de calor de mediados de enero, seis dotaciones de bomberos de la Región tuvieron que trabajar toda una tarde para controlar un incendio en la cantera situada en el predio de 514 a 517 entre 23 y 31, Hernández, con lenguas de fuego que propagaron el peligro desde un lado hacia otro de la avenida 25. El viernes 14, tras ese operativo y la alarma generalizada en el barrio, se dio por finalizada la situación de peligro. A tres semanas de todo aquello, la zona todavía sigue humeante, recreando así a diario el drama de la convivencia con el aire viciado, según las quejas del vecindario.

Un cuadro parecido señalaron en el inicio de la semana, desde el vecindario de 18 y 85, en Altos de San Lorenzo. Allí ardió otra cantera y tras la tarea de los bomberos el sábado, la cava seguía largando humo.

Desde la Municipalidad se señaló ayer que el humo indica que algo sigue ardiendo bajo tierra.

“Aún quedan restos de residuos que son muy difíciles de apagar, a pesar de que acude con Bomberos y las lluvias de días anteriores no logran sofocarlo en la totalidad. A su vez, se comunica que no tiene peligro de propagación y está controlado”, indicó una fuente de la Comuna vinculada con los operativos.

A pesar de las sucesivas clausuras, en algunos de esos predios se sigue arrojando basura, se indicó desde la Comuna en línea con quejas expresadas por vecinos de esos predios.

Por otra parte, se indicó que el Municipio tomó conocimiento del incendio que tuvo lugar el fin de semana pasado en 18 y 85, según informaron las distintas áreas involucradas de la comuna colaboraron con los Bomberos de Villa Elvira en la extinción del mismo.

En tanto, en el caso de Hernández “tanto Defensa Civil como la delegación se encargan de monitorear y verificar de manera preventiva que el fuego no se propague”, se indicó.

IRRESPIRABLE

“Llevamos veinte días respirando humo tóxico. Los vecinos de Hernández, más precisamente los de la zona aledaña a las canteras de 25 y 514, convivimos desde mediados del mes pasado con un penetrante humo tóxico, producto de la quema de basura”, dijo un vecino y añadió que “el lugar es un depósito clandestino de residuos, y el fuego avanza por abajo de los montículos, haciendo imposible su extinción, además de ser un lugar de difícil acceso. Hay noches que el aire se hace irrespirable, llegando también zonas como San Carlos y La Granja”.

Tras el fuego de enero, la ong ambientalista Nuevo Ambiente pidió por un plan de saneamiento para ese y otros predios de la Región.