Ucranianos en un homenaje con pedido de paz

La colectividad berissense recordó a Taras Shevchenko, un poeta con una obra y actuación especial para la identidad de su país

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“Cuando muera, enterradme en una tumba alta, en medio de la estepa de mi adorada Ucrania. ¡Así yo podré ver los campos anchurosos, el Dnipró, sus represas agitadas, y podré oír también cómo braman sus aguas!”. Las palabras que el poeta Taras Shevchenko escribió en su obra “Testamento” volvieron a sonar ayer en la “Plaza Almafuerte” de Berisso, de la manera que inspira el espíritu nacional para la comunidad ucraniana local, a varios miles de kilómetros del suelo donde están los familiares, bajo el asedio de las bombas y la ocupación rusa.

Los ucranianos se dieron cita ante el busto de homenaje al poeta que, con su obra y su actuación, marca el sentido de nacionalidad en ese país, a 208 años de su nacimiento y 161 años de su muerte, en días de este mes (9 y 10 respectivamente).

De la ceremonia participaron referentes de otras colectividades e instituciones, entre ellos el intendente local Fabián Cagliardi.

“Su obra no solo tiene que ver con la literatura, sino también con la pintura. Nació en un seno muy humilde en la época del zarismo ruso, cuando ya existía Ucrania y estaba bajo el zarismo. En su gran obra literaria se caracterizó por incentivar el nacionalismo y la defensa de su patria. Estuvo encarcelado y muchos de sus poemas fueron de alguna manera prohibidos”, relató en una charla con este diario Ulana Witoszynski, presidenta de la “Asociación Ucrania de Cultura Prosvita en Berisso”.

En ese sentido, la dirigente precisó que “este año, el homenaje se realiza con un pedido de paz y de la liberación del pueblo ucranio, cuando se cumplen 32 días la invasión, con 3,2 millones de refugiados y desplazados”.

El recordatorio quedó interrumpido en 2020 por la pandemia. Ayer, la colectividad volvió al punto donde se cita desde 2011, cuando se emplazó el busto creado por el artista local Carlos Moreira.

Witoszynski volvió sobre la coyuntura y el dolor con el que conviven a la distancia: “mi familia -en el oeste de Ucrania- está recibiendo gente que llega, por ejemplo, de Kiev y se quiere quedar (en el país)”, dijo y añadió sobre el sentido del acto, que fue “significativo porque lo que hicimos a través de la declamación de alguno de sus poemas fue reforzar el sentimiento de nacionalismo”.

Además, un coro de chicas y chicos entonó una canción y se plantó un ejemplar de kalena, un arbusto que tiene un significado especial porque “con su flor se distinguía a los soldados ucranios”, indicó la presidenta de la entidad. Precisó que la planta “fue traída desde Ucrania por una socia (de Prosvita), en 1995, la cultivó y nacieron de allí otros ejemplares”.

Los ucranianos y descendientes asentados en la Región siguen de cerca todo lo que ocurre con la invasión y la ayuda internacional que viene prestando la colectividad a nivel global. Ya llegaron al país familiares y amigos de integrantes de la colectividad local, que escapan de la violencia en su tierra. Esa red busca ampliarse ahora a través de la Asociación Prosvita, por todo el país.

“Se juntaron varios motivos para unirnos, rezar y hacer más fuerte del pedido de basta de usurpación del territorio nacional ucranio”, concluyó la presidenta de la entidad.

 

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