“Le mer estebe serene, serene estebe le mer”
Edición Impresa | 26 de Junio de 2022 | 05:58
Por IRENE BIANCHI
irenebeatrizbianchi@hotmail.com / @IRENEBIANCHI
- ¡Qué fresquete, chiques! Hoy no está para corpiño calado.
- ¿Qué dijiste, Adela?
- Corpiño calado. ¿No conocés el dicho? Es de nuestra época, Bety.
- Antes. ¿Qué dijiste antes?
- “Hola”, dije.
- No. Dijiste “Hola, chiquEs”. Te oí bien.
- Sí, ¿y qué? Quiero ser rebelde, como Axel.
- ¿El cantante?
- No, el otro. El que dijo que hablemos como queramos.
- Ah, por eso dijo “haiga” y “pudió” en un par de discursos. Muy coherente el señor. Recuerdo cuando admitió que se recibió sin haber leído un solo libro. No me jodas, amiga.
- AmiguE.
- A ver, vos Adela, ¿cómo te autopercibís?
- Como mina.
- Entonces sos amigA, no amiguE. Y se acabó la discusión.
- No peleen, chicas. ¿Se acuerdan de esa canción infantil: “La mar estaba serena …”, en la que jugábamos con las vocales.
- ¿Cómo olvidarla? “Le mer estebe serene, serene estebe le mer …”.
- Bueno. Ése es el origen del lenguaje inclusivo, parece. ¿O se dirá “perece”?
- Algunos lo llaman lenguaje “intrusivo”.
- La libertad es libre. Que cada cual lo use o no “a piacere”. Lo que me parece un disparate es que lo enseñen en las escuelas. Los chicos apenas pueden dibujar la “o” con un vaso, y lo único que falta es que los docentes pierdan tiempo con esta boludez.
- Yo aprendí a leer con el libro “Upa”. “Mamá me ama… Mamá amasa la masa”
- Ahora se diría: “Memé me eme. Memé emese le mese”
- Memes son lo que salieron en las redes a propósito del fallido de Alberto.
- ¿Cuál de ellos? Porque suelta media docena cada vez que habla.
- Cuando dijo “garganta profunda” en vez de “garganta poderosa”.
- Lo traicionó el subconsciente. Era una peli erótica, ¿no?
- Más porno que erótica. Sexo explícito. Del ’72. Imagínense el revuelo que provocó en su momento.
- Alberto también defendió el inclusivo. ¿O se dirá “inclusive”?
- ¡Sí!. ¡Lo escuché! Dijo: “No es un problema de idioma, es un problema de que todos se sientan interpelados. Todes se sientan interpelades.”
- ¡Mamma mía! Como si no hubiera otros problemas que resolver en este íspa, che.
- No es un país. Es un mal chiste.
- Te corrijo. No confundas al país con quienes lo vienen des- gobernando hace décadas. El mal chiste es la clase dirigente, en su más amplio espectro. El país es hermoso. No tiene la culpa, pobrecito.
- ¿Habrá alguna salida que no sea Ezeiza, amigas?
- ¿Se acuerdan lo que dijo Borges?
- ¿Que los peronistas no son buenos ni malos, sino incorregibles? ¡Qué gorilón!
- No. Otra frase memorable. “Tenemos el deber de la esperanza”.
- Me encantó. Me voy a hacer una remera con esa fórmula anti bajón.
- Entonces hoy brindemos por Jorge Luis: ¡Chin, chin!
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