Aparecieron los goles de Soldano para que el Lobo grite en Rafaela

ENVIADO ESPECIAL A RAFAELA

¡Que momento este del Lobo! De la mano de Pipo se olvidó de mirar para abajo y empezó a creer tanto en sí mismo que ha logrado sacar resultados positivos casi con el envión, con las ganas y el entusiasmo que tienen los que juegan y que contagiaron a los hinchas que empezaron a recordar días de felicidad ya olvidados u opacado por una sucesión de campañas mediocres. Hoy, ellos también creen.

Ambicioso Gimnasia desde el inicio, trató de imponer superioridad en el centro del campo y de buscar a los delanteros que generaban espacios con sus diagonales. Uno de esos pelotazos a espaldas de los laterales canarios lo buscó Eric Ramírez y su remate de derecha pasó cerca del primer poste del arquero Lungarzo.

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Con el centro del campo como zona de tránsito, el Lobo pudo manejar la pelota ante un Flandria pasivo, refugiado en defensa a la espera de una chance de contragolpe. Un buscapié de Sosa tras habilitación de Alemán no encontró un botín amigo dentro del área rival. Y un par de pelotas quietas fueron también un aviso de peligro para los de Jáuregui.

Por el lado derecho del ataque estaba el negocio tripero. Por ahí falló Torres y Lautaro Chávez enganchó y sacó el zurdazo que Lungarzo rechazó al corner. Aún sin claridad, Gimnasia dominó el partido pero nunca encontró el último pase, ese que necesita la paciencia que siempre pide Néstor Gorosito.

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Apenas pasada la hora, Gimnasia no encontraba los caminos al arco rival y Montenegro, el entrenador de Flandria había tomado precauciones defensivas para no tener una línea de 4 tan abierta. Sin embargo, “corner mal pateado, gol cantado” reza el viejo axioma del fútbol y Flandria lo vivió en carne propia: quisieron “sacar” el tiro de esquina pero el pase quedó corto y la contra fue mortal. Franco Soldano se sacó la bronca a un puñado de kilómetros se su casa (es de Sunchales), picó justo, avanzó con la pelota y sacó un derechazo bajo y fuerte para fusilar al arquero. 1 a 0, justicia y tranquilidad para el Lobo.

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Gimnasia se calmó con el 1 a 0. Flandria solamente se acercó con un remate de Toloza que Rey con buenos reflejos sacó al tiro de esquina. Y después fue Alemán el que probó con un tiro libre fuerte y seco, aunque la realidad es que hasta el final del primer tiempo pasó poco y nada. Flandria porque no puede, porque le cuesta y el Lobo porque quedó agazapado esperando por usufructuar los espacios libres de una defensa cansada y sin solidez.

En el inicio del complemento el equipo “canario” intentó jugarse el resto y casi tiene premio con un remate desde la puerta del área que se desvió en un defensor mens sana, la pelota cayó llovido detrás de Rey, pegó en el travesaño y Toloza tardó una eternidad para definir y le sacaron la pelota al corner. Fueron esos iniciales de la segunda mitad los mejores de Flandria en la noche, que se animó a manejar la pelota.

Al mismo tiempo, Gimnasia podía aprovechar los espacios. Sosa pateó alto en una ocasión y falló el último pase en la siguiente, pero parecía que la pelota larga a la izquierda era una opción para los de Pipo. Flandria, sin embargo, avisó otra vez con un remate de Benjamín Borasi que Rey sacó al corner.

A Gorosito no le gustó que su equipo perdiera el control del juego y reforzó el centro del campo con los ingresos de Manuel Insaurralde y Tomás Muro por Lautaro Chávez y Eric Ramírez. Mayor libertad para Sosa y un poco de intensidad intensidad en el mediocampo fue la idea desde el banco tripero.

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Y si bien Flandria no llegó tanto, la preocupación del triperío es que un partido sin dueño expone a errores o pelotas paradas que se pueden pagar muy caro. Más allá de algún remate desde lejos, el Lobo no inquietó casi a en toda la segunda etapa a Lugarzo. El juego, más cerca de Rey, hizo sentir incómodo a todo Gimnasia: a los jugadores y a los que alentaban desde la tribuna local del Nuevo Monumental.

Soldano recibe el saludo de Brahian Alemán, tras convertir el segundo tanto mens sana / Copa Argentina

A los 35 minutos Rodrigo Rey salvó la victoria con una gran atajada mano a mano contra Benjamín Borasi. Y las contras de Gimnasia eran mal manejadas hasta que a los 40 minutos todo Gimnasia pudo posicionarse en ataque y desde la derecha Ramón Sosa puso un centro hermoso para que Franco Soldano gritara por duplicado. Gol y problema solucionado para el Lobo que venía sufriendo demasiado el cotejo. Gol y enorme desahogo para Franco Soldano.

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El Lobo pudo sacar adelante un partido durísimo, en el que por momentos perdió no sólo control del juego sino también intensidad para recuperar y dinámica para atacar. Así y todo, ha logrado un piso de rendimiento que le permite esta seguidilla. Así de fácil, las victorias llaman a las victorias. Más cuando algunas individualidades (Rey, Sosa, Soldano) ayudan a sacar adelante un partido chivo.

Ahora, a barajar y dar de nuevo porque a la vuelta de la esquina espera Defensa por el torneo. Y allá, sin fecha, Patronato es el escollo al sueño tripero en la Copa Argentina.

Así fue el final y entretiempo desde el campo de juego - Por Facundo Aché