Círculo de lectura familiar

Edición Impresa

Crear un círculo de lectura en familia es una forma de contrarrestar el panorama actual y los retos que conlleva fomentar la lectura en los niños y adolescentes desde casa, promoviendo un acercamiento más natural y emocional.

No debe confundirse con un club de lectura. A pesar de que ambos tienen el mismo propósito, su intención y objetivos varían un poco. Por ejemplo, en un círculo de lectura, los padres son quienes tienen la responsabilidad de motivar a su hijo, y un club promueve la lectura a través de la participación voluntaria de sus miembros.

Crear un círculo va más allá de sólo fomentar que los hijos lean, hacerlo implica que –a largo plazo– también se generen otro tipo ventajas.

Con 20 minutos por día será más que suficiente: los primero cinco minutos puede leer el adulto en voz alta, los siguientes 10 motivar al niño a que él lo haga y durante los cinco restantes, intercambiar comentarios sobre lo que leyeron.

Después de leer, se puede hablar respecto a la lectura o revisar el significado de algunas palabras desconocidas, y es que uno de los objetivos de esto es mejorar la capacidad de entendimiento y reflexión.

Lo ideal es destinar un área a la lectura, seleccionar entre todos un lugar de la casa que sea cómodo y que esté ventilado, y si se desea se puede seleccionar un playlist con música tranquila para ambientar.

Algunas dinámicas que también se pueden llevar a cabo son escribir una historia tras la lectura o jugar a adivinar el final de la historia.

Eso sí, hay que ser pacientes y entender que se trata de un proceso y de un momento compartido en familia.

 

 

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