Los vecinos se plantaron: reclaman seguridad en el Parque Ecológico

Cada día, cientos de vecinos se dan cita en el Parque Ecológico para disfrutar de la belleza de su explanada.

En ese marco, los grupos de deportistas realizando rutinas de ejercicios en el verde césped o trotando por su traza asfáltica, las familias entregadas por completo a la diversión de un juego y las rondas de amigos que comparten mates y charlas interminables se han convertido en componentes esenciales de la postal que ofrece esta reserva de la Región.

Pero este esquema de sana convivencia, civismo, tranquilidad y disfrute que impera en el espacio verde ubicado en Camino Centenario y 426 está comenzando a verse amenazado por un fuerte aumento de la delincuencia.

Robos y agresiones físicas de alta gravedad vienen ocurriendo dentro de sus límites territoriales. Muchos de estos golpes son cometidos por delincuentes que, en su gran mayoría emplean la misma modalidad: filtrarse al predio por sus laterales para usar en su favor el efecto sorpresa.

De este modo, alguien que se encuentra concentrado en su actividad física queda prácticamente sin margen de maniobra cuando un individuo sale de la nada y lo aborda.

De un segundo a otro se convierte en víctima y no puede hacer nada para evitarlo.

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En base a la información que viene publicando este diario, esta fue la situación que padeció una mujer que el pasado viernes, según denunció, fue abusada sexualmente por un sujeto.

Y algo muy similar le ocurrió el pasado lunes a un joven de 21 años que recibió un disparo en la cadera en el marco de un asalto perpetrado por dos sujetos.

En ambos casos, los malvivientes emplearon el efecto sorpresa para neutralizar a sus víctimas y llevar adelante sus cometidos.

Si bien estos dos recientes hechos han vuelto a poner al parque en boca de todos, los vecinos de la zona aseguran que la situación de inseguridad “no es de ahora”.

“Desde hace años que venimos padeciendo los embates de la delincuencia. Hace unos meses se la habían agarrado con los pobres ciclistas. Les empezaron a robar las bicicletas y muchos terminaron optando por abandonar el lugar como punto de entrenamiento”, expresó Roberto, un vecino que reside en una de las calles aledañas.

Juan, un hombre que participa en un equipo de runners, remarcó que “de ninguna manera dejará de visitar el lugar. Somos conscientes de que corremos el riesgo de sufrir este tipo de ataques pero si salimos en grupo como lo venimos haciendo es más difícil que nos puedan asaltar. Pero no podemos permitirnos ni un paso atrás frente a la delincuencia”.

En la misma línea se expresó Jimena, una joven que ayer fue consultada por este diario cuando se encontraba compartiendo unos mates con una amiga.

“Sabemos que desde hace por lo menos dos años la situación se ha vuelto complicada en el parque. Pero creo que tomando los recaudos necesarios podemos acercarnos sin problemas”, expresó.

Agustina, por su parte, fue enfática al señalar “que nos están robando todo incluso hasta la posibilidad de disfrutar de la actividad al aire libre. Creo que mi abuela no exagera cuando dice que nosotros estamos tras las rejas en nuestras casas y ellos andan libres y dueños de la calle”.

En tanto, Ana, una deportista que visita de forma periódica el predio sostuvo que “los dos hechos de inseguridad ocurridos recientemente son un reflejo de la realidad que padece toda la Región”.

En este sentido destacó que “si bien es común ver un aumento de la presencia de guardias en distintos puntos del parque cada vez que ocurre una situación de peligro, al cabo de un tiempo la intensidad de los patrullajes vuelven a bajar”.

Sobre este punto, ayer en las redes sociales surgió una convocatoria a una movilización.

Bajo el lema “El Parque es de todos”, los vecinos se concentrarán el viernes 22 de julio a las 12 del mediodía en la entrada del extenso espacio para exigir “seguridad”.

“Un tiro que se puede contar”

El pasado domingo horas después de la agresión, la madre del chico de 21 años baleado por dos delincuentes en el Parque Ecológico se refirió al ataque en las redes sociales.

“Un tiro que se puede contar”, fue la frase que utilizó para resumir la situación de extrema violencia que sufrió su hijo.

“Hoy (por el domingo) mi hijo fue protagonista del robo de su mochila 16.30 y un disparo que impactó a la altura de la ingle del lado de la cadera izquierda”, indicó.

“Terminaba de correr en la pista de atletismo. Apenas salió, a la altura de un sendero, le arrebataron la mochila en la que llevaba un jugo y una botella de agua, nada más. Fue un tiro que se puede contar y no hay órganos (sensibles) comprometidos”, añadió.

En otro tramo de la carta publicada en Facebook, manifestó “hasta cuándo hechos de inseguridad así que no dejan vivir tranquilos a nuestra sociedad” y reclamó “prohiban y vigilen los senderos para que no circule nadie”.

REFUERZo DE la SEGURIDAD

Ante las situaciones de inseguridad antes mencionadas, el Municipio emitió un comunicado ayer en el que detalló un plan de acción orientado a reforzar la seguridad dentro del predio.

Según se expresa en el texto, las nuevas pautas de prevención surgieron tras una reunión encabezada por las autoridades de las secretarías de Espacios Públicos, Seguridad y Control Ciudadano, en conjunto con la Policía bonaerense.

Entre las medidas figuran triplicar la presencia de agentes de la Guardia Urbana durante todo el día; instalar más cámaras de seguridad; vigilancia de todo el perímetro, implementando rondines constantes tanto en las afueras como en el interior; participación de los agentes motorizados en las recorridas.

Además, ya se encuentran trabajando en la nueva señalética que indicará las zonas y senderos que no se recomienda visitar fuera de horario. Como medida complementaria, ejecutarán un zanjeo a lo largo de todo el parque, con el objetivo de impedir los ingresos y egresos de vehículos como motos y bicicletas no identificadas.