“Incomprobable”: Cibrián se defendió de las acusaciones de un “completo extraño” y va a la Justicia

Un uruguayo ratificó una denuncia penal por abuso y violación contra Pepito: él la negó y dejó todo en mano de sus abogados

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Pepe Cibrián atraviesa un año agridulce. Después de su ilusionada boda con el joven Nahuel, llegó el primer escándalo de la pareja cuando, en los medios, se filtró un video de una supuesta infidelidad de su pareja. Pero cada casa es un mundo, dicen, y ellos decidieron seguir apostando al amor. La tormenta pasó y, ahora, el artista, volvió a ser abordado por otro vendaval luego de que un vieja bomba volviera a estallar.

En las últimas horas, el empresario y artista uruguayo Raphael Dufort ratificó -a través de una declaración por videollamada- una denuncia penal contra Pepito que había registrado en 2017, para la que convocó a otros supuestos damnificados. ¿El delito? Abuso sexual y violación.

Según contó el uruguayo, conoció a Cibrián ese año en el hotel Conrad y el artista lo habría invitado a su departamento para que hiciera los trajes de la obra “Las mil y una noches”.

En palabras de Dufort, la situación habría sido así: “Cuando llegué a su departamento me extrañaba la cara de la empleada, como diciendo ‘otro más’. Empecé a dibujar y al rato llegaron dos chongos tipo taxi boys. A la media hora me llamó Pepe a su habitación. Fui y vi que la puerta estaba entreabierta. La persiana estaba baja y la televisión prendida. El tipo estaba desnudo en la cama y me dice ‘vení Raphael’. Me quedé helado, no por ver a un hombre desnudo, sino por su actitud corporal: estaba alzado. La situación me daba a película porno gay. Entonces me di cuenta de que los dos taxi boy estaban atrás mío”.

Según Dufort, la situación se agravó: “Me agarraron, me tiraron arriba del tipo (por Pepe), me bajaron el calzoncillo y me empezaron a manosear, a tocarme el pene. Me decían cosas obscenas y se lo tomaban como una risa. Me enojé y tiré un codazo fuertísimo. Pepe cuando vio que me puse loco dijo ‘déjenlo al puto ese, ya va a volver’. Como pude, agarré algunas cosas y me fui corriendo, llorando. Él estaba en juego, porque era algo que hacía siempre. Pero fue una violación, me arrancaron la ropa y me manosearon sin mi consentimiento”.

Ante la repercusión de la denuncia, Cibrián rompió el silencio e informó que dejará todo en manos de sus abogados: “Para mí, esta persona es un completo extraño que falta a la verdad realizando afirmaciones incomprobables con el sólo fin de alcanzar notoriedad, a mi costa. Prueba ello, es la incoherencia y las constantes contradicciones de su relato y la inclusión de supuestos testigos que ya no están entre nosotros, tan solo para intentar darle un tinte de coherencia a un conjunto de mentiras, mediante las cuales intenta posicionarse en la escena mediática”.

 

 

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