El Gobierno accede a emitir billetes de mayor denominación que la actual

El dólar informal o blue cerró la semana pasada a $369, lo que implica que el billete de mayor denominación en circulación, el de $1000, equivale a US$2,71. Esto derivó en que muchas entidades reclamen el surgimiento de nuevos billetes con una denominación mayor a la actual (el hornero de 1000 pesos) a efectos de abaratar costos logísticos y generar mayor seguridad a la hora de operar financieramente.  

Existe una tendencia en alza de mayor inseguridad provocada por el transporte, movilización y extracción a mayor cantidad de billetes. Según informó el Banco Central de la República Argentina (BCRA) el pasado 30 de diciembre, circulan en el país 8064 millones de billetes. De esa cifra, 3086,5 millones, es decir, un 38%, corresponden a billetes de $1000, y 1346,7 millones (16%) a billetes de $500. El resto de los billetes, de baja denominación, suman en conjunto 3631,4 millones de unidades, afectando no solo a los bancos por el exceso de billetes, sino que además, esto causa un alto costo logístico involucrado en el traslado, carga de cajeros automáticos y la custodia de los billetes, que se incrementa en proporción a la cantidad de unidades.

Según precisiones de Adeba (Asociación de Bancos Argentinos), se extrajeron al rededor de 900.000 millones de pesos mediante los cajeros y una cifra cercana a los 600.000 millones mediante retiro por ventanilla. 

El martes que viene, asume en la Casa de la Moneda, el nuevo titular, Ángel Mario Elettore, y el miércoles se mantendrá una reunión con el ministro Sergio Massa. 

Desde que fue emitido hace poco más de 5 años el billete de $1.000 ya perdió más del 90% de su poder adquisitivo. Actualmente, tiene un valor, siempre teniendo en cuenta la cotización del dólar libre. Pese a todas las dificultades operativas que significan el bajísimo poder adquisitivo de los billetes en circulación, algunos sectores aún exhibían cierta renuencia, debido a un argumento fiscal: los billetes de baja denominación incentivan el uso de dinero electrónico y contribuyen a “blanquear” y regularizar buena parte de la actividad económica que ahora queda registrada y antes se operaba de contado, “en negro” y sin ticket.

Según fuentes cercanas a los sectores bancarios hay un pedido expreso de creación de billetes con denominación de  $5000 y $10000 y que además se saquen de circulación a los de menor denominación, porque de no hacerse el problema logístico seguiría vigente. 

Cuando comenzó a circular el actual billete de $1.000, el  primero de diciembre de 2017, el dólar valía $17,55, por lo que el mayor billete argentino servía para comprar 56,90 dólares. La inflación de ese año fue 24,8 por ciento. 

La erosión del poder adquisitivo del billete desde su salida a la calle muestra el efecto deletéreo de la inflación. En 60 meses, desde diciembre de 2017 a diciembre de 2022 la inflación acumulada fue de un abrumador 825 por ciento. Ergo, para preservar el poder adquisitivo que tenía al nacer, el billete de mayor denominación debería multiplicar su valor nominal por 9,25 para seguirle el ritmo a la suba de los precios al público. Esto es, debería ser de 9.250 pesos.

 

Billete

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