El renacer del poder en manos del pueblo

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Mientras se espera el balotaje que definirá quien será el próximo presidente, la democracia argentina atraviesa un momento muy especial en el que se cumplen 40 años de aquel 30 de octubre de 1983 en el que millones de ciudadanos pudieron volver a ejercer su derecho a voto.

Esa jornada electoral histórica en la que se consagró como ganador Raúl Alfonsín con más del 52% de los votos, le puso punto final a los siete años de la más sangrienta y cruel dictadura de la historia nacional.

En aquel momento fueron varios los candidatos a presidentes en lo que fue la primera elección en una década, la última había sido en 1973 año en el que triunfó Juan Domingo Perón. Pero a pesar de la variada oferta, la elección se polarizó entre el candidato del radicalismo, Raúl Alfonsín y el del peronismo, Ítalo Luder.

El 12 de julio de 1983, la dictadura militar que venía en caída tras el derrotero de la guerra de Malvinas, firmó el decreto-ley 22.847 para convocar a elecciones generales a realizarse el domingo 30 de octubre, lo que renovó la esperanza en la población que ansiosa espera retomar las riendas de la democracia argentina.

Si hubo algo que marcó a aquel 30 de octubre de 1983 fue la expectativa y esperanza, sobre todo de aquellos jóvenes que había crecido en dictadura y que por primera vez en su vida tenían la posibilidad de elegir a sus mandatarios.

Con gran afluencia de votantes, Alfonsín logró quedarse con la victoria en lo que fue la primera derrota en la historia del peronismo en las urnas. Sin embargo, lejos de rivalidades y en tren de consolidar la democracia al otro día de su triunfo el radical se reunió con Luder en clara señal de sellar la unión nacional y fortalecer la institucionalidad en el país.

 

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