Todos a bordo del “tren flotante” de Tailandia

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Un solitario barquero contempla el espectáculo del llamado “tren flotante” tailandés, de cuyos vagones desembarcaron sus pasajeros en un estrecho puente para tomarse selfies y disfrutar de las vistas acuáticas. Los viajes ferroviarios son cada vez más populares en Tailandia, ya que los turistas buscan experiencias auténticas lejos de las multitudes de visitantes de las playas y templos. Hace unos días, la red nacional de transporte ferroviario marcó el final de la temporada de lluvias con la puesta en marcha del “Rot Fai Loi Nam”, este tren que une Bangkok con la represa de Pasak Jolasid. Antes del alba, cientos de personas subieron al tren en la histórica estación de Hua Lamphong, en Bangkok. Estanques de lotos, bosques, templos y arrozales discurren a toda velocidad bajo los atentos ojos de los turistas que, en tercera clase, se asoman a las ventanas para tomar fotos y disfrutar de la brisa. Varias tailandesas con cabello grisáceo subieron en Ayutthaya, antigua capital de Siam, para vender algodón de azúcar. Tras tres horas y media de viaje, el renovado tren japonés, compuesto por más de una docena de vagones, cruzó la represa de Pasak Jolasid por una serie de viaductos antes de detenerse 20 minutos para una pausa selfie. La mayor parte del año, el ganado pasta bajo el puente. “Pero de octubre a enero, el agua está alta a ambos lados, dando la impresión de que el tren flota sobre el agua”, explica Richard Barrow, un británico expatriado que tiene un blog de viajes. “Lo hice varias veces y ya reservé para hacerlo otras tres veces esta temporada”, añade este apasionado de los trenes. Barrow lamenta que esta excursión única solo esté publicitada en tailandés y no en inglés, por lo que muchos extranjeros no la conocen.

 

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