El día que Piarrou marcó a Dybala, el ascenso en Córdoba y un largo invicto en el Bosque

No es viejo el historial entre Gimnasia e Instituto. El primer choque data de 1985, cuando la “Gloria” era habitué de la primera división y el Lobo había regresado a la máxima categoría.

Aquel 25 de agosto de 1985 cuando se vieron las caras por primera Vez, Luis Garisto era el DT de un Gimnasia ganador gracias a un gol convertido de cabeza por Carlos Gerardo Russo. Sería el primero de los 10 partidos disputados en el Bosque, en donde Gimnasia nunca perdió, con 4 triunfos y 6 empates.

En Alta Córdoba a fines del ‘87 se jugó un partidazo en medio de diluvios y sospechosos cortes de luz, que llegaban cada vez que el Lobo convertía. Suspendido el 18, se jugó el 19 de diciembre y lo ganó Instituto 4 a 3 sobre un Lobo que peleaba en zonas expectantes de la tabla de posiciones. Fue el último partido de Eduardo Solari como técnico del Lobo: cansado de la situación económica compleja (que obligó a la venta al exterior de Ricardo Kuzemka), renunció y lo reemplazó Ricardo Rezza.

Se enfrentaron por última vez en primera división en la temporada 2005/2006. A Gimnasia lo dirigía Pedro Troglio y ganó tanto de visitante (1-0, gol del “Turbo” Vargas) como de “local” en 32 y 25, victoria 2 a 0 con goles de Jorge Cervera y “Teté” González. El conjunto cordobés perdió la categoría y tardaría 16 años en regresar a jugar en la categoría más importante de nuestro fútbol.

El conjunto albirrojo fue protagonista en la B Nacional de la temporada 2011/2012, el torneo que quedó en la memoria colectiva porque fue el de River Plate jugando en segunda categoría. Los “millonarios” y Quilmes ascendieron e Instituto jugó y perdió una promoción con San Lorenzo.

En esa temporada, el partido ante Gimnasia en Alta Córdoba marcó la despedida de Osvaldo Ingrao en su efímero ciclo como entrenador, reemplazado por Pedro Troglio. Fue triunfo del equipo dirigido por Darío Franco 1 a 0, con gol de Diego Lagos. Osvaldo Barsottini era una de sus figuras. En las revanchas, Gimnasia lo recibió remendado en defensa y Christian Piarrou como marcador central fue uno de los encargados de marcar a Paulo Dybala, que ya empezaba a ser la “Joya”. Fue empate 0 a 0.

Al año siguiente, también hubo empate sin goles en el Bosque, pero con una particularidad: el Lobo desperdició dos penales. A los 8 minutos del primer tiempo, Julio Chiarini (que pasó por Defensores de Cambaceres) le atajó un penal a Facundo Pereyra y a los 14 del complemento, Fernando Monetti pidió ejecutar y su disparo salió muy desviado. Al día de hoy, Gimnasia no tiene goles convertidos por arqueros jugando como tales.

La revancha, sin embargo, sería muy dulce para todo el triperío, que colmó el ya llamado estadio Mario Alberto Kempes. El premio era nada menos que el regresó a primera división tras dos temporadas y Gimnasia lo definió como un trámite. La victoria 2 a 0 con goles de Facundo Pereyra y Oliver Benítez desató los festejos ese 28 de mayo de 2013, tanto en Córdoba como en nuestra ciudad.

Fernando Monetti; Facundo Oreja, Osvaldo Barsottini, Oliver Benítez (jugó por el habitual titular, Juan Carlos Blengio), Lucas Licht; Franco Mussis, Dardo Miloc (en lugar de Omar Pouso), Ignacio Fernández, Matías García; Facundo Pereyra y Franco Niell fueron los titulares. El festejo de Pedro Troglio con su (entonces) hijo más pequeño, Mirko, fue una de las grandes postales de aquella alegría enorme que significó la vuelta del Lobo a su lugar de pertenencia.

El último antecedente del cotejo entre Gimnasia e Instituto data del 17 de agosto de 2016 cuando jugaron por la Copa Argentina en San Juan. El Tripero, dirigido por Gustavo Alfaro, venía de dejar en el camino a Deportivo Madryn casi tres meses antes y se enfrentó con los cordobeses en el estadio Bicentenario de San Juan. Fue triunfo de un Gimnasia en formación, con goles de Pablo Vegetti y Ramiro Carrera, en su debut con la casaca azul y blanca. Martín Arias; Oreja, Coronel, Ramos, Licht; Carrera, Perdomo, Imperiale, Meza; Niell y Vegetti fueron los titulares triperos.

Ese equipo seguiría avanzando en la Copa Argentina al dejar en el camino a Racing (1-0) y a San Lorenzo (2-2 y triunfo por penales) para luego caer ante River Plate 2 a 0 en el mismo estadio sanjuanino. El equipo dirigido por Marcelo Gallardo se coronaría campeón, pero esa es otra historia.

Pasaron 6 años y medio de ese último enfrentamiento, un choque sin enorme historia pero con una cuantas anécdotas y con el nombre de un enorme jugador en común: Alberto Beltrán. Para los triperos, el primer “Maestro cordobés).

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