Un cambio climático anterior: el enfriamiento del Cenozoico también afectó a la fauna marina

Los investigadores usan ese fenómeno para entender el movimiento de los animales ante el cambio actual de temperaturas

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Los investigadores han descubierto un desplazamiento global de las zonas latitudinales marinas hacia el Ecuador, probablemente debido al desarrollo de capas de hielo bipolares durante el Cenozoico tardío, según publican en la revista ‘Nature’.

El estudio de los cambios en los patrones biogeográficos marinos y de los factores que influyen en ellos a lo largo del tiempo geológico puede ayudar a los científicos a comprender las respuestas actuales de los organismos al cambio climático provocado por el hombre.

Por ejemplo, los investigadores saben que los organismos marinos se están desplazando geográficamente hacia los polos de la Tierra en respuesta al cambio climático provocado por el hombre, pero no ha sido fácil predecir hasta qué punto se desplazarán las especies y cómo se interrelacionan esos desplazamientos con los episodios de extinción.

Sin embargo, un grupo de organismos, los foraminíferos planctónicos, ha ayudado recientemente a los investigadores a responder cómo los fenómenos climáticos del Cenozoico tardío reestructuraron las comunidades mundiales de plancton marino, lo que puede ayudar a predecir el impacto del cambio climático actual en todos los organismos oceánicos.

Los foraminíferos planctónicos son organismos eucariotas marinos unicelulares que poseen caparazones calcáreos (carbonato cálcico). Sus caparazones calcáreos ayudan a preservar estos diminutos organismos, que quedan enterrados en el fondo marino como microfósiles. Su fisiología, incluidas sus conchas, es sensible a las alteraciones del medio que los rodea, lo que hace que sus restos calcáreos sean útiles como trazadores climáticos de las condiciones ambientales pasadas y presentes en la columna de agua del océano.

En un nuevo estudio publicado en Nature, los investigadores examinaron los fósiles de foraminíferos planctónicos (forams) y descubrieron un desplazamiento global de las zonas latitudinales marinas hacia el Ecuador, probablemente debido al desarrollo de capas de hielo bipolares. El estudio demostró además que el desplazamiento no estaba ligado a un acoplamiento de rasgos funcionales y diversidad de especies, sino más bien a la combinación de rasgos ecológicos y morfológicos de los organismos.

“En la ecología moderna, la diversidad de especies y los rasgos funcionales se consideran sinónimos -explica Anshuman Swain, coautor del estudio, investigador postdoctoral del Departamento de Biología Evolutiva y Organísmica y miembro de la Sociedad de Investigadores de la Universidad de Harvard-. Pero, mirando hacia atrás en el tiempo, descubrimos que esta correlación se rompe al cabo de dos millones de años, por lo que nuestra suposición de que podemos utilizarla para predecir el cambio climático futuro podría ser errónea”.

Swain y el coautor principal Adam Woodhouse, investigador postdoctoral del Instituto de Geofísica de la Universidad de Texas Austin (Estados Unidos), examinaron los datos fósiles de las forams planctónicas del Cenozoico tardío, concretamente los últimos ocho millones de años, para ver cómo cambiaba su distribución relativa en respuesta a los fenómenos climáticos.

Sin embargo, en lugar de centrarse en la diversidad de especies, Swain y Woodhouse clasificaron los datos por características ecológicas de ecogrupos (dónde viven en la columna de agua) y morfogrupos (categorías morfológicas de sus conchas).

 

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