Fabián Sigot: “Reírse es cambiar el estado de ánimo”

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Casi 80 mil seguidores en sus redes sociales han convertido a Fabián Sigot en un fenómeno virtual, y todo gracias a “sus chicas”: personajes como La Caro, Inés o Griselda Kamacho, que llegan al Teatro La Nonna de 47 esquina 3 mañana, desde las 21, con el espectáculo que Sigot ha dado en llamar “Una noche con mis chicas”.

“Un espectáculo diferente”, define Sigot, en diálogo con EL DIA. “Un show dinámico, con toda la impronta de mis personajes. Y con mucha interacción con el público. Y principalmente, con mucho humor”.

El humor es la bandera de Sigot, que ha erigido con sus personajes una fiel comunidad de seguidores en Instagram. Y el humor, dice, es más necesario que nunca. “Por la crisis de todo. No solo la económica”, lanza. “La gente me agradece mucho eso. Y yo me encuentro como espectador viendo artistas, y agradezco: el reírse es distracción, es cambiar el estado de ánimo. La gente me comenta que les cambié el día, que se quedaron una noche mala viendo mis videos. Para mí, es algo fundamental”.

La otra clave del espectáculo de Sigot es la interacción: acostumbrado al ida y vuelta de las redes sociales, sobre el escenario, cuenta, ocurre casi lo mismo. “Cada vez que cada personaje sale es una fiesta. El público los conoce, y va haciendo comentarios”, se ríe Sigot. Y el artista responde, claro. Así, “cada espectáculo se hace distinto dependiendo de la interacción con la gente: hay monólogos, hay un texto que se respeta, pero el público siempre me hace ir por otros lados”.

El humorista dice que la clave del cariño que ha ganado del público tiene que ver con que sus criaturas son “muy sencillas, muy cercanas a la gente. Son personajes empáticos, tienen una cosa ingenua, que a la gente le encanta, una cosa tierna”.

Aunque, advierte, “hay algunas que son malas, pero las terminan queriendo”. Enseguida, se corrige: “De hecho, las malas son las más queridas. O quizás es con las que más se identifican porque, claro, no tienen filtro: con el humor podés hacer cosas y decir cosas que en la vida no, que en la vida no podrías decirlas para evitar problemas”.

Pero no es que el humor de Sigot apunte a ofender o a trabajar desde la incorrección. Al contrario, afirma, tiene “muy pocos haters. Es que siempre antes de subir un video pienso mucho en lo que digo, para no herir a nadie ni generar polémica, porque no es algo que me interese: lo que me gusta es mostrar mi arte y que sea aceptada”.

Formado como actor desde 2016, y también con formación musical en el Conservatorio Alberto Ginastera, orientado al canto lírico, Sigot lleva cinco temporadas de verano en la Costa. El quiebre, de todos modos, se dio en pandemia: se volcó definitivamente a las redes, y sus personajes generaron una repercusión que no esperaba.

Las redes son el espacio que una nueva generación ha encontrado para desarrollar el humor, que ha perdido espacio en la televisión. “Hoy por hoy las redes son lo que era la tele antes”, opina Sigot. “Ha cambiado mucho el rating porque la gente está en el teléfono, ya no elige tanto la televisión”.

Y es que las redes, dice, tienen un gran beneficio democratizador. “Son masivas, son gratuitas, cualquiera tiene acceso. Después, pueden ser buenos o malos, lógico”.

 

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