El mercado crece gracias a las burbujas, pero la pregunta es hasta cuándo aguantará
Edición Impresa | 5 de Marzo de 2023 | 07:46

El reciente aumento en las acciones tecnológicas tiene a los verdaderos creyentes anunciando entusiasmados que la recesión de fines del año pasado ha terminado y que el auge de la pasada década ha vuelto. Pero lo más probable es que sea lo contrario. Este aumento tenía todas las características de un eco de burbuja: un breve repunte del tipo que ha marcado el largo declive de cada una de las mayores burbujas del siglo pasado.
Durante la última década, impulsadas por unas tasas de interés en niveles mínimos históricos, las valoraciones alcanzaron récords en activos que iban desde las acciones hasta los bonos y real estate. Se calificó como la ‘burbuja de todo’. Pero la manía se concentró en determinados sectores tecnológicos, desde las criptomonedas hasta las más grandes acciones de Internet estadounidenses y chinas, y alcanzó su punto máximo en 2021.
La burbuja se concentró en determinados sectores tecnológicos
Luego la inflación repentinamente volvió tras una larga ausencia, y las tasas de interés subieron considerablemente. La burbuja estalló a fines del año pasado, y acabamos de presenciar el primer eco.
Impulsadas por indicios de que los aumentos de las tasas de interés pudieran estar llegando a su fin, los activos tecnológicos empezaron a recuperarse en los últimos tres meses. Las criptomonedas, incluyendo Bitcoin, han subido más del 60%; la tecnología china ha subido más del 50%; la tecnología que no produce ganancias, que incluye nombres como Spotify y Lyft, ha subido más del 40%; la energía limpia, la cual incluye Tesla, ha subido más del 20%. Y las famosas FANG (Facebook, Amazon, Netflix y Google) han subido más del 30%.
Éstos son los clásicos ecos de burbuja. Los inversores se niegan a abandonar ideas que hace poco les hicieron ganar mucho dinero, por lo que siguen acumulando dinero en ellas. Los ecos gradualmente se desvanecen, hasta que las decepciones en serie acaban con la fe, revela un informe del Financial Times.
Este patrón se ha repetido en las 10 mayores burbujas que se remontan a la manía bursátil estadounidense de la década de 1920, e incluyendo a las grandes corporaciones estadounidenses en la década de 1960; las materias primas en la década de 1970; las acciones japonesas en la década de 1980; la tecnología estadounidense en la década de 1990; y las acciones chinas en la última década. Por lo general, los precios durante las burbujas se duplicaron con creces en los últimos 12 meses antes de alcanzar el pico, acompañados de otros signos de manía, como las negociaciones frenéticas y las valoraciones estratosféricas.
En todos estos casos, la caída fue provocada por el endurecimiento de la política monetaria, el mismo golpe que actualmente está experimentado el mercado. Una vez que los precios cayeron al menos un 35%, ya habían pasado el punto sin retorno. Por lo general, la burbuja tocó fondo tres años después y un 70% por debajo del pico.
Sin embargo, en el camino de descenso, la larga caída de las 10 burbujas históricas se vio interrumpida por hasta cuatro ecos de burbuja: subas de al menos un 20%. En promedio, el mayor eco que siguió a cada burbuja supuso un aumento de precios del 30%, y duró apenas tres meses antes de perder todas las ganancias.
Las burbujas actuales, desde la de las criptomonedas hasta la de las FANG, siguen este patrón histórico. Antes de alcanzar sus máximos de 2021, todas vieron cómo los precios se duplicaban con creces -a menudo mucho más- en los últimos 12 meses. Desde haber alcanzado el pico, todas han caído más de un 35%. Sin embargo, los verdaderos creyentes no han renunciado a la fe.
Los fondos tecnológicos más populares siguen atrayendo entradas de inversiones. Se está volviendo a hablar de las próximas ‘plataformas de innovación ‘. La semana pasada, la tecnología se tambaleó, lo cual sugiere que los actuales ecos pueden estar desvaneciéndose, pero eso no significa que no haya más por venir.
Se sabe que los ecos de burbuja reavivan falsas esperanzas, a menudo repetidamente. El colapso de las puntocom entre 2000 y 2002 estuvo marcado por tres ecos de burbuja; el mayor de ellos supuso un aumento de casi el 50% en el Nasdaq.
Cada rebote reavivó el entusiasmo en Silicon Valley, pero rentabilizar una nueva idea tecnológica lleva años, si no décadas. Las grandes ganancias sobre una base reducida son ilusorias. Tras caer un 70%, el Nasdaq necesitó subir un 250% para volver a su máximo, y ese proceso tomaría otros 15 años.
Tras el colapso de las puntocom, Microsoft tardó 14 años en volver a su valor máximo
De las 10 burbujas históricas, cuatro aún no han recuperado el pico de la burbuja, desde las acciones japonesas, las cuales alcanzaron su máximo en 1989, hasta las acciones chinas en 2015. En el caso de las seis que recuperaron sus picos, la recuperación tomó un promedio de 15 años. Tras el colapso de las puntocom, incluso una acción tecnológica tan estable como Microsoft tardó 14 años en volver a su máximo.
Cuando la gente está tan insegura sobre el futuro como lo está actualmente, tiende a aferrarse a lo que estaba haciendo, esperando lo mejor. Pero los mercados siguen adelante. La gran apuesta de la década de 1960 fueron las “Nifty 50” (las 50 acciones de alta capitalización más populares), las cuales dieron paso a las materias primas en la década de 1970; a Japón en la década de 1980; a la tecnología estadounidense en la década de 1990; y así sucesivamente.
Los esperanzadores ‘ruidos’ acerca de un resurgimiento en varios rincones de la tecnología son el familiar sonido del eco de burbuja. La historia sugiere que es más probable que se gane dinero en sectores y acciones que no quedaron atrapados en la burbuja de la última década.
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