La presión fiscal para el sector formal supera el 50% y es top 1 mundial

Desde la central fabril plantean modificar el esquema tributario, con la idea de incentivar la producción y la inversión

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La Unión Industrial Argentina (UIA) divulgó un informe que muestra la carga fiscal que pega sobre el sector formal de la economía, y que ubica al argentino entre los mercados con mayor peso en este sentido. La Argentina ocupa el 10° lugar en términos de presión tributaria (recaudación/PBI), según surge de los indicadores macroeconómicos que tomó la entidad.

Este ranking está compuesto por los siguientes países: Francia (45,4%), Italia, Holanda, Alemania, España, Canadá, Reino Unido, Japón, Brasil (31,6%) y Argentina (29,4%). El último lugar de los 30 países analizados es para Indonesia, con el 10,1%.

Sin embargo, si se toma en cuenta solo el sector formal, la Argentina pasa al primer lugar. La UIA analizó la carga fiscal que recae sobre el sector formal de la economía a través del estudio comparativo de siete impuestos en 30 países.

Así, en este caso el top 10 queda conformado de la siguiente manera: Argentina (50,7%), Brasil (49,4%), Colombia (47,7%), Francia, Perú, Italia, Ecuador, Sudáfrica, Holanda y Alemania. En este caso es China quien se ubica en el fondo de la tabla, con un 22,1%.

En los equipos técnicos de la central fabril consideraron que esa métrica resulta inexacta ya que presupone un nivel de formalidad de la economía total. Por eso, incluyeron en la ecuación el factor de informalidad -en este caso, laboral, como número aproximado- para todos los países de ese relevamiento. Para la Argentina, de acuerdo a la base de datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), es cercano al 35 por ciento.

Según el trabajo de la UIA, la Argentina es el país con mayor carga en tres de los siete impuestos analizados (Ganancias Sociedades, Impuesto al Patrimonio e Impuesto de Sellos) para los 30 países que se tomaron como parámetro.

Además se ubica entre los primeros seis países de mayor carga en los otros cuatro impuestos (IVA, Impuesto a los Débitos y Créditos, Ingresos Brutos y Tributos Municipales sobre el Ingreso).

 

La informalidad aumenta la presión fiscal sobre el sector formal, indicaron desde la UIA

 

Tal como explicó el presidente del departamento de política tributaria, Carlos Abeledo, la idea fuerza del reclamo es que la informalidad aumenta la presión fiscal sobre el sector formal. “No se trata de bajar impuestos porque en el contexto actual eso implica desfinanciar al fisco, pero sí de generar incentivos para sumar recaudación mientras se realiza un trabajo más profundo a largo plazo”, remarcó Abeledo.

En ese sentido, los miembros de la UIA recomiendan debatir en el Congreso dos iniciativas que habían incluido en su Libro Blanco con propuestas de política industrial. Se trata en primer lugar de un régimen de simplificación tributaria, enfocado principalmente en pymes, para unificar los regímenes de recaudación e información. Además, otro que lleva 17 años en la agenda de la casa fabril y consta de un incentivo a la inversión a través de deducciones si se utiliza capital propio para aumentar la producción.

El relevamiento no incluye los tributos vinculados a la seguridad social y al comercio exterior, aunque destaca que los derechos de exportación impactan en la carga fiscal. Todos los países contra los que se comparó la situación de la Argentina son de Sudamérica y la OCDE, a los que se sumaron España, Holanda y Suiza.

A la par de esta presentación, la entidad empresaria puso sobre la mesa la idea de modificar el esquema tributario, con la idea de incentivar a la producción y la inversión.

La propuesta de la UIA tiene dos patas. Una de ellas, con la simplificación tributaria como eje, es la reducción de la carga administrativa a la que hacen frente las empresas y “adecuar ciertos aspectos de la normativa que tendrían un impacto positivo en el sector productivo”.

Se identificaron reformas necesarias en varias normativas y mecanismos más ágiles que requieren del compromiso entre Nación y provincias.

La otra propuesta pasa por avanzar en una ley de Incentivo a las Inversiones Industriales. Y aquí aparecen incentivos fiscales y económicos.

Entre los primeros figuran: amortización acelerada de las inversiones; doble amortización de inversiones 4.0; deducción de intereses sobre el capital propio utilizado en las inversiones; deducción de exportaciones por el 10% del incremental en valor FOB; aplicación efectiva de la deducción de inversiones en emprendimientos; libre disponibilidad inmediata del crédito fiscal de IVA; e incluir gastos de comercialización en reintegro de IVA a productores de Bienes de Capital.

En cuanto a los incentivos económicos, la idea es promover el acceso a divisas para el repago de la inversión y como incentivo a exportaciones.

Tras ese diagnóstico, la plana mayor de la UIA buscará reinstalar en medio del contexto de campaña presidencial de los próximos meses la discusión sobre la carga tributaria y cómo reducirla.

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