El kirchnerismo se movilizó con fuertes advertencias a la Corte y al Presidente
Edición Impresa | 14 de Abril de 2023 | 03:29

Emiliano Russo
efrusso@eldia.com
El kirchnerismo volvió a manifestarse ayer contra la Corte Suprema al movilizarse frente al Palacio de Tribunales donde insistió en la necesidad de “romper la proscripción” que, asegura, pesa sobre la Vicepresidenta para que ésta pueda “volver a ejercer cargos” nacionales. No pareció, con todo, una reedición del operativo clamor “Cristina Presidenta” sino más bien una oportunidad para lanzar duras advertencias a la Justicia pero también hacia Alberto Fernández, al que le reclamó que “garantice” el pago de sumas fijas a los trabajadores como forma de recomponer los alicaídos ingresos de los trabajadores afectados por el flagelo inflacionario.
En la manifestación congregada en los alrededores de la plaza Lavalle tuvieron una clara preeminencia las agrupaciones kirchneristas frente a la escasa movilización que promovieron los intendentes bonaerenses y los grandes sindicatos. De hecho, la militancia se desconcentró rápidamente pasados los discursos de Hugo Yasky (CTA de los Trabajadores), de la diputada y gremialista Vanesa Siley (Judiciales) y del gobernador Axel Kicillof. Si bien los organizadores lograron convocar más gente que en las anteriores manifestaciones contra los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rozenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti, tampoco resultó una masiva demostración de fuerza.
Sólo se contaron un puñado de intendentes de la primera y tercera sección electoral, como Fernando Espinoza (La Matanza), Mayra Mendoza (Quilmes), Mario Secco (Ensenada), Jorge Ferraresi (Avellaneda), Fabián Cagliardi (Berisso), Marina Fassi (Cañuelas) y Federico Achaval (Pilar). No estuvo el jefe de gabinete bonaerense, Martín Insaurralde, de licencia en Lomas de Zamora y varios jefes comunales que en marzo pasado se habían manifestado a favor de marchar contra la Justicia y que bajo el paraguas del PJ bonaerense también habían adelantado su participación en la marcha. Vale decir que también se ausentó Máximo Kirchner, titular del peronismo provincial.
Apenas hubo dos integrantes del gabinete, Wado de Pedro (Interior) y Tristán Bauer (Cultura) y no asistió ningún dirigente cercano a Alberto Fernández. Pero tanto Yasky como Siley le dedicaron algunos pasajes de sus discursos al exigirle que disponga medidas que posibiliten una recomposición de los salarios y no solo concentre su atención en el cumplimiento del acuerdo con el FMI. Este tipo de planteos también impactan en el estratégico pacto del cristinismo con Sergio Massa, que hoy se encuentra en Estados Unidos y mantiene reuniones con representantes de los organismos de crédito multilateral.
Ausencias
No sorprendió la ausencia de los gobernadores pero sí la escasa representatividad del sindicalismo: solo asistió el grupo que orbita alrededor de la Vice, que el último miércoles la visitó en su despacho del Senado. Pero no había ningún integrante de la conducción de la CGT: ni siquiera Pablo Moyano, que en los últimos meses se ha ausentado de las convocatorias del kirchnerismo.
Sí hubo militancia de las agrupaciones cristinistas, portando banderas identificatorias y figuras de plástico con la imagen de Cristina y hasta títeres que representaban burlonamente a los cuatro cortesanos. Los alrededores del Palacio de Tribunales habían amanecido con pegatinas con leyendas antikirchneristas, como “la corrupción mata”, una frase que se había propagado tras la denominada “Tragedia de Once” de febrero de 2012.
A diferencia anteriores manifestaciones, sólo sonó una vez el cántico “Cristina Presidenta”, en un momento en el que Yasky reivindicó su carácter de “líder” y que por ello debería ser “candidata a presidente”. En cambio, Kicillof y Siley pidieron que haya una participación activa de la Vice en la campaña sin mencionar que necesariamente debería ir en lo más alto de la boleta del oficialismo. “Si Cristina quiere, el pueblo la va a acompañar y va a volver a ejercer cargos” sostuvo el gobernador bonaerense que aventuró que la exmandataria está en condiciones de llevar “otra vez” al FdT “a la victoria”.
Sin certezas
Si bien la ex presidenta les dijo a los gremialistas que la visitaron en su despacho “que los que están pensando que voy a cuidar a mis nietos, que se olviden”, dando a entender que seguirá liderando un espacio del peronismo, no hay certeza que vaya a ser candidata en 2023. El kirchnerismo por una cuestión estratégica apuesta a mantener viva su posible postulación como forma de negociar con mayor fortaleza con los distintos sectores de la coalición oficialista.
Un sector de La Cámpora, de hecho, apuesta a que la Vice al menos vaya en la boleta de senadores bonaerenses. Pero ni siquiera hay coincidencia en esta estrategia en la agrupación: es que algunos referentes optan por respetar la aparente decisión de la exmandataria de no ser candidata tras ser condenada por administración fraudulenta en la denominada causa Vialidad.
Hay un intento de este espacio, en verdad, por colonizar la discusión electoral del FdT y, por eso, preparan un acto para el próximo 25 de mayo, al cumplirse 20 años del triunfo de Néstor Kirchner que lo depositó en la presidencia, en el que podría disertar la propia Vice.
Los discursos enunciados durante la víspera sí buscaron enviar una advertencia a la Justicia a la que identificaron como un instrumento de lo que denominan el “lawfare”, junto a los medios de comunicación y los poderes fácticos, que tendría bajo la mira a “los líderes del campo popular”. Kicillof, además, aprovechó para advertir al máximo tribunal sobre una eventual quita de recursos a la Provincia en la demanda que entabló el gobierno porteño por la quita un porcentaje de Coparticipación Federal que le ejecutó la Nación en septiembre de 2020.
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