Aníbal habló de calles regadas de sangre y muertos si gana la oposición y lo cruzaron con todo

Carlos Barolo

Sin más evidencias que sus palabras, el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, pronosticó por televisión que “las calles van a estar regadas de sangre y de muertos” si la oposición gana las próximas elecciones. Fue en una entrevista televisiva por C5N, donde habló a sus anchas aún cuando dijo disparates como el citado.

Alertó allí sobre los dirigentes “de derecha”, a quienes acusó de tener “cero formación” y una “vocación por lastimar”. Una demonización del adversario que, si bien es de manual, rozó cierta osadía desmedida.

Textualmente dijo: “Lo que se puede ver es quiénes van a competir contra quiénes. Vemos un grupo de gente que tiene cero formación, con vocación por el agravio y por lastimar, y lo que propone saldría únicamente por represión. Las calles regadas de sangre y muertos van a producir si tuvieran la posibilidad de ser Gobierno”. No dio nombres. ¿A quién se refería? ¿Al ascendente Javier Milei? ¿A Patricia Bullrich? Es probable, ya que ambos se presentan con un discurso duro.

Cuando se le consultó sobre el coqueteo entre ciertos líderes de Juntos y Milei (hay que incluir aquí a Mauricio Macri), Fernández profundizó: “No soy muy afecto a analizar la política de la oposición, pero lo que no puedo evitar es mirar el grado de locura con el cual se exhiben las ideas de cada uno de esos segmentos que representa esa derecha. (Su gestión) sería posible con un enorme nivel de represión que no hay país que lo tolere. Sería imposible llegar a ese punto”.

Obviamente esto tuvo un rebote. El Gobierno, por ejemplo, salió a relativizar los dichos de Aníbal, como si hubieran sido una pavadita y no una jugada para meter miedo desde la posición de debilidad objetiva que ostenta hoy la Casa Rosada.

“No hubiera dicho eso”

Fue en la habitual conferencia de prensa de la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti. Aclaró que ella “no hubiera dicho lo que dijo” el ministro de Seguridad pero, de paso, aprovechó para criticar a Macri y a Milei y situarlos como cultores de discursos violentos, esos “discursos del odio” que se han convertido en una de las grandes frases hechas del kirchnerismo.

“Quien dijo que había que dinamitar todo fue Macri. Quien dijo que se mueran los que se tengan que morir, tanto en la pandemia como ahora con las patologías congénitas de bebés, fueron Macri y Milei. Los que están anunciando un país donde se mueran los que se tengan que morir porque se van a salvar aquellos que tienen asistencia privada son Macri y Milei. Están haciendo demasiado escándalo sobre una frase”, aseguró en alusión al declaracionero de Aníbal.

Cerruti pareció aludir a una intervención reciente de Macri en un foro empresario en la que el expresidente aventuró un ballotage entre Juntos por el Cambio y la fuerza de Milei y arriesgó que, en un hipotético retorno de la oposición al gobierno nacional “habrá que dinamitar todo o semi dinamitar todo”. Se refería a la situación económica del país y su visión de implementar políticas de shock.

Obviamente, la apreciación de Aníbal despertó un fuerte rechazo en la oposición, en especial en Juntos por el Cambio, donde evidentemente se han sentido aludidos.

El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, eligió su cuenta de Twitter, para cruzar al funcionario nacional: “Están los que encienden el fuego y estamos los que lo apagamos”, sostuvo.

“Las calles ya están regadas de sangre”

Por su parte, Bullrich, la principal adversaria de Larreta en la carrera presidencial de Pro, también le respondió a Fernández. “Las calles ya están regadas de sangre y muerte, por si usted no se enteró. Háganse cargo”, le espetó.

La diputada María Eugenia Vidal, que por ahora sostiene su candidatura presidencial amarilla, fue cáustica: “Ya nos tiene acostumbrados a creerse sus propias mentiras. El que está diciendo que si gobernamos va a haber cuerpos y sangre en la calle es el mismo que dijo que Argentina tiene menos pobres que Alemania, que la inseguridad es una sensación o que prefería dejar a sus hijos con un asesino antes que conmigo. Nosotros ya gobernamos, los muertos en la calle están hoy”.

Por su parte, el senador radical y candidato a gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, recordó que Aníbal “fue capaz de decir que la inseguridad era una sensación”. Es un karma que pesa sobre el ministro desde hace años cuando, en efecto, hizo esa desafortunada declaración. “No me extraña que un negador compulsivo esconda el mayor logro de su gestión: llenar las calles de sangre y muerte”, agregó el mendocino en su cuenta de la red social del pajarito.

“Merecemos vivir seguros y en paz”

Martín Lousteau, senador nacional de la UCR y precandidato a jefe de Gobierno porteño, sostuvo en relación al ministro: “Los argentinos merecemos vivir seguros y en paz. Necesitamos, fundamentalmente, tener dirigentes políticos que estén a la altura de sus responsabilidades, que dejen de decir barbaridades y se pongan a trabajar para resolver el desastre que están dejando”.