La Autopista otra vez convertida en zona franca para “tira piedras” y asaltantes
Edición Impresa | 18 de Abril de 2023 | 05:01

Unas veinte denuncias sobre ataques a piedrazos a automóviles en la zona platense de la bajada de la Autopista La Plata-Buenos Aires fueron presentadas ante las autoridades policiales apostadas en el lugar, que se mostraron desbordadas por la sucesión de agresiones realizadas desde los costados de la autovía . “Intentan romper los vidrios para que detengamos los autos y después nos roban”, fue el testimonio de una de las víctimas que padeció ese ataque.
En esas horas y a partir de allí empezó a revivirse una suerte de psicosis entre los automovilistas, alertados y, desde luego, alarmados por la reaparición de los temidos “tira piedras” y por las consecuencias de esas acciones.
En la noche del sábado, un hombre que viajaba con su mujer y sus dos hijos detalló que “nos tiraron un piedrazo al auto, que rompió el espejo y el vidrio del acompañante para robarnos. Por suerte no nos pasó nada, solo esos daños menores, pero pudo haber sido mucho más grave”.
La única custodia existente era un patrullero con personal, ubicado a unos 300 metros del lugar del ataque. La víctima de la agresión halló a un efectivo que se encontraba superado por la situación, ya que se habían registrado otros ataques. Dijo que al lado del patrullero había un auto detenido con una pareja que formulaba su denuncia. “El vehículo tenía el vidrio del parabrisas rotos y había un bebé sentado en la parte de atrás”.
Otras personas que pudieron tomar contacto con efectivos que se encontraban a distancia de allí fueron informados que en esa noche “ya se habían registrado otros veinte ataques similares a piedrazos en la misma zona” y que “ese es más o menos el promedio de ataques en las últimas noches”.
Lo cierto es que la inexplicable reiteración de estos hechos en la bajada local de la Autopista ya originaba preocupación desde hace mucho tiempo, no sólo entre los automovilistas, sino, también, entre los pasajeros de los medios de transporte que han resultado víctimas de este tipo de ataques en numerosas oportunidades.
Sin embargo, como se ha dicho, lo ocurrido horas atrás excede por su violencia -y por la gran cantidad de personas que, se supone, participó de los ataques- a los episodios anteriores.
A poco de haberse habilitado la Autopista llegó a atribuirse este tipo de incidentes a “travesuras de niños”, aunque lo que vino ocurriendo después dejó en claro que la mayoría de las agresiones se concretaban para, después, darle curso a la concreción de robos sobre los vehículos que se detenían. De la supuesta travesura se ha pasado, entonces, al inicio doloso de un asalto.
Se ha dicho en numerosas ocasiones -frente a este como a muchos otros delitos- que la sola presencia policial, acompañada también de mínimas tareas de inteligencia, se traducirían en una acción preventiva de mucha eficacia. La población merece y espera que las fuerzas policiales hagan valer el peso de su autoridad, tanto para impedir como para, llegado el caso, esclarecer los delitos. La acción a desplegar para garantizar seguridad en la Autopista no parece ser de excesiva complejidad.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE