Ansiedad y estrés infantil: a qué señales tenemos que prestar atención y de qué manera acompañarlos

Dolor de panza o de cabeza, insomnio, falta de concentración pueden ser algunos indicios. Especialistas en infancia explican cómo actuar para ayudar a los pequeños a superar estos procesos

Edición Impresa

Por CECILIA FAMA

cfama@eldia.com

“Matías estaba todo el día disperso. Le costaba concentrarse en las tareas escolares y hasta para ver algo en la tele. Eso comenzó a ser cada vez más frecuente, hasta que al tiempo también aparecieron dolores de cabeza y empezó a comer en exceso. Desde la escuela detectaron algunos de estos síntomas y juntos pudimos ayudarlo a superar lo que le estaba pasando. Estaba sintiendo una presión muy grande desde el club donde practica rugby y eso lo tenía muy mal. En pocos meses, lo acompañamos en el proceso de entender que solo se trataba de un juego, cambiamos de club y hoy es un niño mucho más feliz”. La que habla es María de los Angeles, mamá del pequeño de 11 años para que este episodio de estrés ya fue superado.

María Laura Lezaeta, psicóloga infantil / Web

“En la actualidad, podemos constatar que nuestra sociedad se ha vuelto cada vez más competitiva y con una tendencia a buscar constantemente la ‘productividad’, lo que ha generado que muchas de las demandas y exigencias impuestas recaigan también en los niños, haciéndolos más propensos a sufrir los efectos del estrés y ansiedad. Es por ello que tenemos que estar atentos a ciertas “señales” que nos van a permitir poder detectar si nuestro hijo/a está transitando situaciones de ansiedad y/o estrés”, dice la licenciada María Laura Lezaeta, psicóloga infantil, y co-fundadora de JUEGOlogía, donde desde hace varios años equipan y forman a profesionales de la salud y padres con herramientas lúdicas y terapéuticas para trabajar diferentes áreas cognitivas, emocionales y sociales en niños.

El estrés puede aparecer en edades tempranas / Web

Es cierto que no todos los casos se pueden solucionar con algún cambio de ámbito y en tan poco tiempo. Un ejemplo es el de Joaquina. Con 9 años, la pequeña empezó a manifestar dolores de cabeza y de estómago, acompañados de insomnio. Luego de varios análisis clínicos, se detectó que su salud es buena y a partir de allí se encaró un tratamiento psicológico, que aún continúa, desde hace 5 meses. “La evolución es lenta y hemos tenido periodos muy difíciles, porque comenzó a tener vómitos o pequeños episodios panicosos por la noche, sin poder dormir y estando muy ansiosa. Como padres estamos muy preocupados, pero nos estamos ocupando. Creemos que recién ahora está asumiendo nuestro divorcio y algunas situaciones que le tocaron vivir a partir de ese hecho. Por suerte sentimos que esta en buenas manos y comienza a estar mas tranquila”, dice la mamá.

ESTRÉS EN LA INFANCIA

“Es importante tener presente que, el estrés, en niveles adecuados, es una respuesta necesaria de nuestro organismo para adaptarnos a nuevos cambios y situaciones que se nos presentan a lo largo de la vida. Pero el exceso y prolongación del estrés en el tiempo, puede afectar el desarrollo físico, emocional y cognitivo tanto del niño como del adulto. El estrés se puede manifestar de muchas formas en cada niño y niña. Algunos de los cambios que manifiestan pueden observarse en su comportamiento, manifestando irritabilidad; alteraciones en el sueño (dormir demasiado o muy poco) o en la alimentación (comer demasiado o muy poco); malhumor; dejar de realizar actividades que solían gustarle y expresar preocupaciones de forma rutinaria. Asimismo, el estrés puede generar síntomas físicos como dolor de estómago y dolores de cabeza”, asegura Lezaeta.

 

No todos los casos se pueden solucionar con algún cambio de ámbito y en tan poco tiempo

 

“En esos casos es importante en primer lugar acudir al médico de cabecera para realizar los estudios correspondientes y descartar que no sea nada orgánico. En relación a dichos síntomas físicos y conductuales, es importante tener presente que los niños necesitan de nuestra ayuda y guía para poder comprender cómo se sienten. Suele suceder que muchos de ellos, y sobre todo en niños más pequeños, aún no conocen el significado de sentirse estresados o ansiosos, y por ende probablemente tampoco sepan cómo describirlo, por lo que será sumamente necesario nuestro acompañamiento y contención para poder ayudarlos. Por ello, ante un caso de estrés o ansiedad infantil, tendremos, en primer lugar, que estar atentos a sus señales para ayudarlos lo más pronto y rápido posible”, agrega la especialista.

En situación de frustración es importante dar apoyo / Web

Ansiedad y estrés infantil

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE