La inflación sigue por las nubes: 7,8% en mayo y 114,2% en 12 meses

Los aumentos en servicios, salud, restaurantes y equipamiento del hogar marcaron otro mes de fuerte suba en el índice de precios

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El índice de inflación que publica el INDEC mostró una nueva relativa desaceleración de los precios. La información oficial confirmó que la inflación fue de 7,8% en mayo, un dato bastante por debajo del de abril (8,4%) en medio de una campaña electoral que demanda definiciones sobre las candidaturas que presentará el oficialismo.

Además, los precios acumulan un avance de 42,2% en lo que va de 2023.

Con el nuevo índice conocido ayer, se confirmó que la inflación de los últimos 12 meses alcanzó el 114,2%.

La inflación mensual de 7,8% se encuentra también por debajo de las proyecciones de muchas consultoras, que estimaban un alza de los precios de entre el 8,5% y el 9%.

Por otra parte, el 114,2% interanual de mayo es el peor que se tiene registrado desde el año 1992, treinta años atrás, cuando en enero el acumulado anual había sido del 76%.

El dato de inflación de 8,4% en abril había dejado en off side los planes de baja en la inflación del ministro de Economía, Sergio Massa, quien a principio de año había anticipado un IPC por debajo del 4% para ese mes. Ahora, la desaceleración de mayo significa un dato no tan malo. Pero sigue muy alta y como una de las peores en el mundo.

“A pesar de esta desaceleración, seguimos viendo un piso de inflación muy alto que demuestra la inconsistencia monetaria en la que se encuentra la economía argentina”, apuntó Lautaro Moschet, economista de la Fundación Libertad y Progreso.

La nueva escalada en los precios que se dio en el quinto mes del año obedece, por un lado, a fuertes aumentos en las tarifas de servicios públicos y de salud, y, por otro lado, al impacto de la fuerte suba en las cotizaciones paralelas del dólar es- tadounidense que se dio en abril y que se terminó trasladando en mayo a los precios de bienes y servicios.

Según los rubros

La división de mayor aumento en el mes fue Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles (11,9%), producto de la suba de tarifas en los servicios de electricidad y gas natural por red. Le siguieron Restaurantes y hoteles (9,3%) y Salud (9%), ésta última por aumentos en medicamentos y en las cuotas de empresas de medicina prepaga.

La división con mayor incidencia en todas las regiones fue Alimentos y bebidas no alcohólicas (5,8%). Al interior de la división impactó la suba del pan y cereales y leche, otros productos lácteos y huevos.

Más allá de estos factores que incidieron sobre los precios en mayo, el país vive un proceso de inercia inflacionaria, con tasas mensuales no menores al 5 % desde diciembre último e índices interanuales superiores a los tres dígitos desde febrero pasado.

“Con el correr de los meses, aumenta la inercia inflacionaria. La inercia se introduce en los contratos de todo tipo, formales e informales, como alquileres, salarios y servicios privados que toman el índice de precios al consumidor como referencia”, observó en un informe el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas.

Según la entidad, la intensidad de esta inercia “limita las posibilidades de soluciones gradualistas” al problema inflacionario, uno de los mayores desequilibrios macroeconómicos de Argentina y que representa un desafío mayúsculo para el gobierno que asuma el poder en diciembre próximo.

En las últimas dos semanas, distintas consultoras testearon que la suba de los precios, en especial de los alimentos, viene moderándose. En las primeras dos semanas de junio, el IPC de la Fundación Libertad y Progreso acumuló una suba de 5%. Con esta suba, la dinámica de precios muestra una desaceleración respecto a la lectura de las primeras dos semanas de mayo (7,5%), y se ubica en los niveles que se registraban en la primera mitad de abril.

Según las proyecciones de LyP, para las próximas semanas, la inflación de junio se colocaría en torno al 7,3%, lo que sería el nivel mensual más bajo desde febrero de este año. Aunque no hay que olvidar que estacionalmente la suba de precios de junio es menor que los meses previos. Todo esto asumiendo que no hay eventos disruptivos como la corrida contra el peso de la última semana de abril.

“No hay fundamentos ni monetarios ni fiscales para pensar que la inflación se desacelerará. El déficit fiscal del primer cuatrimestre fue mayor al de 2022 y 2021, lo que presiona a que siga la emisión monetaria y el endeudamiento del Banco Central”, observó Eugenio Marí, economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso.

Los más recientes pronósticos privados que recaba mensualmente el Banco Central apuntan a que la inflación será este año del 148,9 %, desde un alza del 94,8 % en 2022.

 

 

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