Uruguay sacó ventaja con un golazo y el domingo se cruzará con Estados Unidos en cuartos

Uruguay venció a Gambia por 1 a 0 en Santiago del Estero, por los octavos de final del Mundial Sub-20 de Argentina y avanzó a los cuartos de final del certamen ecuménico. El único tanto lo hizo Anderson Duarte, a los 20 minutos del segundo tiempo.

El partido tuvo un desarrollo parejo, con situaciones de gol para los dos conjuntos aunque la justificación del resultado estuvo en la eficacia “charrúa”.

Uruguay no le pudo a entrar a Gambia en el primer cuarto de hora pero la expulsión tempranera de Mansour Mbye apareció como una posibilidad concreta para romper el orden africano.

Sin embargo, Gambia consiguió controlar las situaciones y tuvo dos claras para ponerse en ventaja aún con un hombre de menos durante 30 minutos, ya que luego Uruguay también se quedó con 10 futbolistas tras la intervención nuevamente del VAR.

Los remates ejecutados de media distancia se convirtieron en la verdadera arma ofensiva de Gambia, que insistió en muchas ocasiones desde lejos probándolo al arquero Randall Rodríguez.

El partido se hizo de ida y vuelta, con un físico que respondió poco en ambos equipos, y con espacios tuvieron posibilidades claras en los dos arcos.

Uruguay, que se mostró mejor en relación al primer tiempo, rompió el cero con un golazo de Anderson Duarte, quien remató de zurda tras un notable control de derecha.

A partir de ese instante y hasta el final, el seleccionado uruguayo se plantó de contra y desperdició repetidamente situaciones en mano a mano entre sus atacantes y el arquero Pa Ebou Dampha, a la postre uno de los jugadores más destacados del encuentro.

Ahora, Uruguay se enfrentará el domingo a Estados Unidos, en los cuartos de final.

Estados Unidos se convirtió en el primer clasificado a cuartos de final al derrotar categóricamente a Nueva Zelanda por 4 a 0 en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza.

Los norteamericanos llegaron con puntaje ideal de la primera fase y, además, hasta ahora mantienen su valla invicta.

El partido arrancó con Nueva Zelanda buscando quebrar por primera vez en el certamen el arco invicto de los Estados Unidos a partir de una presión sostenida hasta que en el primer ataque del equipo americano, a los 13 minutos, le llegó el balón a Wolff, quien desde larga distancia cruzó la pelota a la derecha del arquero, quien tardó en reaccionar y fue partícipe necesario para que los Estados Unidos pudiera abrir el marcador.

A partir de entonces, el equipo norteamericano se transformó en el dominador del partido, a la vez que Nueva Zelanda sintió el golpe de ese gol y quedó desmoralizado.

Estados Unidos mostró un mejor juego colectivo y llegó varias veces al arco contrario, y se mereció ir a los vestuarios con una mayor ventaja.

Paró tres en el fondo, cuatro en el medio y tres de punta, con un buen manejo de su capitán Edelman, el buen pie de Luna, la velocidad de Cowell que además fue incisivo, más las subidas de los carrileros sumados al ataque, marcaron la diferencia que terminó siendo de 4-0.