Más detenidos en Brasil y una duda que crece: ¿sin hinchas visitantes en Conmebol?

Emboscadas, detenidos, malos operativos, racismo, agresiones verbales y físicas... Un combo que puede ser el final de una era

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Dos hinchas de San Lorenzo fueron detenidos acusados de racismo en Brasil contra la parcialidad del San Pablo, en el partido jugado anoche en el estadio Morumbí por los octavos de final de la Copa Sudamericana.

Estos nuevos sucesos, sumados a lo que ocurrió en Sao Paulo por los hinchas de Newell’s y los de Corinthians en Rosario, además de los cruces entre hinchas de Boca y Nacional, además de las quejas de los simpatizantes de Estudiantes que viajaron a Goiania instalaron una duda que rebota en Conmebol: ¿seguirá habiendo hinchas visitantes en las competiciones sudamericanas?

En los clubes, al menos en los argentinos, uruguayos y brasileños ya hace tiempo que se vienen preguntando quién se hace cargo de responder por los operativos policiales y los abusos de poder cuando sus hinchas van a otro país. Incluso es un tema que ya llegó a las órbitas de los gobiernos porque semanalmente integrantes de las embajadas y consulados deben atender este tipo de temas que muchas veces los superan.

Ya sea por violencia policial, cruces en las calles, emboscadas, racismo y enfrentamientos en los aeropuertos, cada vez que se miden equipos de Sudamérica hay problemas y nadie le encuentra la solución.

Uno de los hinchas de San Lorenzo, identificado como David Emanuel Benedetto, fue filmado lanzando una banana contra la hinchada del San Pablo y haciendo gestos imitando a un mono frente a un niño brasileño de 12 años, motivo por el cual fue detenido posteriormente por la policía, que recibió las imágenes casi al instante.

 

En Río de Janeiro los hinchas de Argentinos fueron emboscados y maltratados

 

El otro hincha (Matías Ezequiel Ramírez) fue detenido por gestos racistas contra afrodescendientes desde el palco destinado a las autoridades del club argentino. La policía de San Pablo informó que se trataba de un dirigente, lo que fue desmentido por el club argentino en un comunicado.

“San Lorenzo aclara que los dos hinchas detenidos en San Pablo, acusados de presuntos actos racistas, no ocupan ningún cargo en la Comisión Directiva ni ejercen ninguna función de gobierno en el club. Viajaron a Brasil para alentar al equipo”, asegura el mensaje emitido por San Lorenzo en sus canales oficiales.

El comunicado explica que la presencia de hinchas en el palco de autoridades fue por el clima de violencia que imperaba en el estadio. “La delegación tuvo que alojar en los palcos a hinchas que estaban siendo hostigados por la parcialidad local, para resguardar su integridad física”, apunta.

Los dos detenidos en el estadio Morumbí recibieron la asistencia del Consulado General de San Pablo, que verificó la realización en tiempo y forma del proceso judicial iniciado por racismo, que debido a una reciente ley impide el pago de fianza para una liberación inmediata.

El cónsul general en San Pablo, Luis María Kreckler, dijo a Télam que los detenidos recibieron el seguimiento del proceso abierto por la policía y la fiscalía y también se le brindó asistencia para que puedan obtener la defensa de oficio del Poder Judicial de Brasil.

El juez de turno les dictó prisión preventiva, es decir que deberían esperar el juicio en prisión debido a que no es un delito excarcelable, dijo el comisario Cesar Saad, encargado de la violencia en los estadios, responsable por la detención por racismo de cuatro hinchas de Boca en un partido ante Corinthians por la Copa Libertadores de América.

Sin embargo, la intención de la defensoría era presentar un hábeas corpus para que puedan esperar el proceso en libertad debido a que el delito de racismo fue igualado al de terrorismo, es decir, sin posibilidad de libertad por fianza.

Los casos de racismo contra argentinos que llegan a Brasil acompañando a sus equipos para las competiciones internacionales se repitieron el martes en el partido entre Fluminense y Argentinos, por los octavos de final de la Libertadores. La policía carioca reprimió a la hinchada argentina dentro del estadio e hinchas de Fluminense los emboscaron a los visitantes en la playa.

Cuatro argentinos, entre ellos una mujer, fueron detenidos por racismo y daños, y liberados luego, pero el Tribunal de Justicia de Río de Janeiro informó que fueron impedidos de salir del país. Algo similar ocurrió con hinchas de Estudiantes.

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