Simulan un allanamiento en un asalto en Arturo Seguí

Otro ataque de madrugada golpeó en la zona norte de la Ciudad, esta vez en la localidad de Arturo Seguí. Fue poco antes de las tres cuando el dueño de una vivienda sintió el ruido de una fuerte frenada y, al asomarse por una ventana, observó a varios hombres bajarse de una camioneta Renault Duster. Todos usaban ropas de Policía, incluso chalecos antibala, por lo que el vecino abrió la puerta de su casa con la intención de recibirlos, ante la sospecha de que tal vez necesitaban información o estaban buscando a alguien.

Sin embargo, la realidad era otra muy distinta. No eran integrantes de la Bonaerense. Eran delincuentes y muy violentos.

Enseguida, siempre a decir del relato de la víctima, en el preciso instante en que salía a recibirlos, uno de los ladrones pateó la abertura, como si se tratara de un allanamiento, y le empezó a pegar con un arma larga en la cabeza.

Tendido en el piso, sin posibilidades de resistirse ni de escapar, el propietario de la finca tuvo que soportar que los demás asaltantes lo patearan y golpearan sin ninguna piedad.

La mayoría fueron puntapiés en distintas partes del cuerpo, del rostro y de la cabeza, donde sufrió una herida cortante.

Se supo que al menos tres de los intrusos, que empezaron a exigir plata, “los dólares”, usaban cuellitos de lana oscuros para taparse el rostro.

Sin embargo, billetes en moneda norteamericana no había. Por eso la banda solo se pudo alzar con 70.000 mil pesos. Una parte los tenía en el bolsillo de un pantalón y el resto arriba de una mesa de luz en una de las habitaciones del inmueble.

Precisamente, los asaltantes no dejaron rincón de la finca sin revisar.

Por eso del dormitorio de los hijos sacaron una PlayStation 3 y varias bolsas con ropa deportiva nueva, que estaban destinadas para la venta.

También se llevaron cuatro celulares y una motocicleta Honda modelo XR 250 Tornado.

En el raconto del feroz episodio que le tocó vivir, el hombre mencionó que el grupo en su totalidad tenía colgada la chapa pecho plateada con forma de escudo de la Policía.

Se presume que en la zona quedó dando vueltas un Chevrolet Corsa de color gris, que sería parte de la gavilla.

Los delincuentes eran personas de edad, de entre 35 y 50 años, llevaban pistolas 9 milímetros y dos escopetas, que cargaban todo el tiempo delante del damnificado para llenarlo de temor.

Una vez con los intrusos se dieron a la fuga, el vecino asaltado salió a la calle a los gritos y se desplazó, como pudo, hasta la casa de un familiar, a quien le pidió ayuda.

Al parecer, habría una cámara de vigilancia en la zona, que podría ser de utilidad a los efectos de la pesquisa, aunque no trascendió si captó imágenes de interés.

En el barrio, demás está decirlo, quedó una amarga sensación por lo sucedido, ya que la amenaza de la inseguridad atraviesa a todos por igual y genera temor, ya que nadie está exento de sufrir un nuevo ataque delictivo.

En la causa tomó intervención personal de la comisaría decimosegunda, con conocimiento de la UFI de Autores Ignorados Nº 9 del Departamento Judicial La Plata, la cual, según trascendió, ya quedó a cargo de todas las diligencias de prueba.