Sangre y culatazos en un feroz robo a una jubilada en La Plata

Tan sólo siete minutos le bastaron a una banda de ladrones para desatar la conmoción en un hogar a fuerza de golpes, amenazas e insultos La violenta puesta en escena le reportó a este clan delictivo unos suculentos dividendos.

Según pudo saber este diario, se llevaron joyas, dólares y dispositivos electrónicos. En base a lo que pudo averiguar este diario, el hecho tuvo lugar alrededor de las 3.30 de la madrugada, en una finca emplazada en 495, entre Camino General Belgrano y 21, cuando la víctima descansaba.

En base a las marcas que dejaron los intrusos, efectivos de Policía Científica establecieron que la banda ingresó al lugar por el fondo del inmueble luego de saltar un muro. Según deslizaron investigadores del caso, en principio todo apunta a un atraco al voleo, aunque, por los detalles que fueron surgiendo, no se descarta la teoría de un golpe planificado.

Es sabido que los jubilados son el blanco predilecto de los delincuentes. Aprovechándose de las limitaciones físicas y las dolencias propias de la edad, arremeten sin piedad contra jubilados indefensos para imponer su voluntad.

De hecho hay muchos jubilados que optan por “darse por vencidos” y mostrarse colaborativos con los hampones por “miedo a terminar internados” o que la emprendan con sus familias.

Este fue el escenario que se le presentó ayer a una jubilada de 69 años. La mujer optó por quedar cara a cara con los ladrones ya que, debido a una serie de complicaciones físicas, no se creyó capaz de subir rápidamente una escalera.

Por un momento creyó que los hampones, al verla, se iban a apiadar de ella. Pero lo que no sabía es que esta clase de personas tienen como banderas la cobardía y la falta de humanidad. Alrededor de las 2 de la mañana, el sueño de la mujer se vio interrumpido por los incesantes ladridos de su perro.

Cuando se incorporó en la cama para mirar el panorama desde su ventana, notó en el animal una fiereza que lo tornaba irreconocible. Esto la puso en alerta y decidió levantarse para tener más detalles. La mujer no detectó nada raro, pero como los ladridos no cesaban, optó por asomarse por la ventana para ver qué estaba pasando en su patio.

Fue en ese momento que recibió un mensaje de su hija. Desde el departamento ubicado en la planta alta de su casa, la chica pudo advertir la presencia de intrusos y en un escueto mensaje le advirtió sobre esta situación. “Subí así te escondes, andan unos tipos”, le habría dicho la hija.

Pero para ese entonces ya era demasiado tarde. Luego de forzar la puerta, los sujetos quedaron cara a cara con la mujer. Inmediatamente, los delincuentes la amenazaron con un arma de fuego y la obligaron a responder: “¿Por qué activaste la alarma?” “¿Dónde tenés la plata?”.

Antes de que esta abuela pudiera siquiera responder recibió una descarga de violencia. Todo hace presumir que tomaron casi como un insulto el hecho de que la mujer presionara un botón de emergencia. Fue en ese marco que, con la culata del arma le pegaron en la cara y le volvieron a repetir las preguntas.

La mujer, compungida por el dolor, sólo atinó a apuntar hacia un mueble y los ladrones vaciaron cada cajón. En su búsqueda desenfrenada lograron dar con 2 mil dólares, unas cadenitas de oro y dos teléfonos celulares.