Trastornos alimentarios: peligro en las redes sociales

En las plataformas digitales circulan fotos y videos que promueven dietas extremas, ayunos prolongados y ejercicios compulsivos

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En la intersección entre la vida digital y la salud mental emerge un fenómeno preocupante: los trastornos de la alimentación (TCA) en el contexto de las redes sociales. En este espacio virtual, donde la imagen y la apariencia ocupan un lugar central, Facebook, Instagram, TikTok, WhatsApp y Telegram se han convertido en escenarios de riesgo, alimentando comportamientos peligrosos que pueden desencadenar trastornos como la anorexia y la bulimia.

A pesar de ser plataformas diseñadas para la conexión y la expresión, estas redes se han convertido en vectores para la propagación de mensajes que promueven dietas extremas, ayunos prolongados y ejercicio físico compulsivo. No solo se trata de desinformación sobre supuestas “dietas mágicas”, sino también de la glorificación de conductas que afectan la salud mental y física de los usuarios.

Más allá de la aparente visibilidad en Instagram y TikTok, los grupos y canales de aplicaciones de mensajería privada como WhatsApp y Telegram han emergido como espacios donde los jóvenes intercambian “recomendaciones” y participan en retos compartidos para adelgazar. La privacidad de estas plataformas facilita la propagación de mensajes perjudiciales sin restricciones aparentes.

 

Las redes se han convertido en vectores para la propagación de mensajes alarmantes

 

La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) ha advertido un aumento en las consultas por trastornos alimentarios en adolescentes y jóvenes, particularmente después de períodos de aislamiento durante la pandemia de COVID-19. Encuestas autoadministradas en escuelas arrojan cifras inquietantes sobre la prevalencia de patologías relacionadas con la alimentación en esta población.

El presidente de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA), Manuel Villapriño, subraya la complejidad de los trastornos alimentarios, señalando que son multifactoriales y están vinculados a aspectos sociales, familiares, biológicos y psicológicos. La búsqueda obsesiva de una imagen “perfecta” a menudo busca reforzar la autoestima y cumplir con estándares socialmente aceptados.

En medio de este panorama, surge la pregunta crucial sobre las medidas que están tomando las empresas tecnológicas para abordar este problema. Aunque Facebook, propietaria de Instagram y WhatsApp, y TikTok afirman eliminar contenido relacionado con los TCA, la naturaleza cambiante de los hashtags y retos plantea un desafío constante para la moderación efectiva.

 

La privacidad de las plataformas facilita la difusión de mensajes sin restricciones

 

TikTok, por ejemplo, prohíbe contenido vinculado con “suicidio, autolesiones y actos peligrosos”, pero la persistencia de retos como el “earphone waist challenge” y el “A4 paper challenge” evidencian la complejidad de controlar estos comportamientos. La responsabilidad no solo recae en las plataformas, sino en la sociedad en su conjunto.

La Dra. Claudia Gastaldi, del Departamento de Nutrición del Hospital de Clínicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), enfatiza la importancia de buscar la guía de profesionales de la salud y realizar un diagnóstico adecuado. La conciencia colectiva y la promoción de una cultura digital más saludable se vuelven fundamentales.

En última instancia, la lucha contra esta preocupante tendencia requiere un esfuerzo conjunto. Promover una aceptación diversa de los cuerpos, fomentar una relación positiva con la alimentación y estar alerta a los signos de trastornos alimentarios son pasos cruciales. La adolescencia no debe definirse por patologías, sino por la construcción de identidades fuertes y saludables en el paisaje digital en constante evolución.

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