Declaró el responsable del auto que le cedió la conducción a “la Toretto”: ¿qué dijo?
Edición Impresa | 7 de Mayo de 2024 | 03:41

T. A. (24) es el responsable del auto que manejaba Felicitas Alvite cuando provocó la tragedia de 13 y 532. En ese momento, él iba adentro del coche, en el asiento del acompañante, ya que había tomado alcohol, dos o tres tragos, y por eso le cedió la conducción a su amiga. Según fuentes del caso, así lo declaró ayer en sede judicial, en una presentación que intentó respaldar el argumento de la influencer, imputada y detenida por el delito de “homicidio simple con dolo eventual”, a causa de la muerte del motociclista Rubén Walter Armand (35).
Siempre a decir de los mismos voceros, que tuvieron acceso a la testimonial, el joven mencionó que había estado con Alvite y un grupo de amigas en una fiesta electrónica, que se desarrolló, como todos los jueves, en la terraza de un conocido hotel de Plaza Moreno.
Cuando decidieron retirarse del evento, estaban en dos autos. En el de su madre, un VW Gol Trend, que manejaba la tiktoker, y en el que también iba otra conocida, y en un Peugeot oscuro, donde viajaba el resto de las chicas.
Así emprendieron el viaje hacia la Zona Norte y, en este punto, el declarante también ratificó que Alvite no conocía el camino y que le dijeron que no se preocupara, que la iban a guiar para salir del casco urbano.
El recorrido fue el ya conocido por todos. La avenida 13, desde Plaza Moreno a 13 y 532, donde se produjo el embiste mortal.
Durante el trayecto, en base a la investigación, fueron pasando semáforos en rojo y a velocidad excesiva, aunque T. A. contó que no le prestó atención, ya que iba conversando con las jóvenes y mirando su celular. Tampoco recordó que le hayan pedido activar el GPS .
T. A. -indicaron los informantes- enseguida mencionó que los autos no venían corriendo picadas, sino que se pusieron en un instante a la par, porque le pasaron un encendedor a Alvite de un vehículo a otro para que pudiera prender un cigarrillo.
Cuando la Fiscalía le preguntó “para que diga si al darle el dicente el auto de su madre, no iba controlando de alguna manera el manejo de Felicitas o si no se representó si algo les podía pasar con el auto de su madre, responde que: No, en ningún momento, yo había tomado alcohol y no venía prestando atención. Que al llegar a calle 13 y 32 y de un segundo al otro se estalló el parabrisas y ahí nos quedamos los tres en silencio y no entendíamos qué había pasado”, señaló.
“Un segundo antes de que estalle el parabrisas tengo el recuerdo de haber visto una moto de color negra con un conductor al frente nuestro que venía desde nuestro lado derecho y después estalló el parabrisas. Que no estacionamos, el auto frenó sobre calle 13 a menos de una cuadra del lugar del accidente; bajé yo corriendo y fui a tratar de socorrer a la otra persona -por el motociclista- cuando llego me acerco para verlo y había gente que me dijo que no lo toque porque si lo tocaba era peor”, agregó.
Describió que su amiga quedó con un ataque de pánico, que le costaba respirar, que en todo momento se preocupó por la salud de la víctima y después narró como fue el procedimiento policial, su paso por Cuerpo Médico y la comisaría, donde les avisaron de la muerte de Armand.
PLANTEAN PEDIDO EXCARCELATORIO
Tal como adelantó EL DIA en su edición anterior, la defensa de Alvite, encabezada por los abogados Flavio Gliemmo y Santiago Irisarri, presentó ayer un pedido excarcelatorio.
El escrito funda sus argumentos en supuestos problemas de salud de base, que la joven arrastra desde los 15 años, como los ataques de pánico.
Asimismo, refiere que están sobrados los elementos en la causa de que no intentará eludir el accionar judicial.
“Estamos ante una joven sufriente por su negligente comportamiento, que luego del suceso ha demostrado un loable actuar y que hoy padece por su salud, no siendo el ámbito carcelario el lugar adecuado para transitar el proceso”, cerraron.
El planteo deberá ser resuelto por el juez de garantías que previno en las actuaciones. Se trata de la doctora Marcela Garmendia, que estaba de licencia, o en su defecto, el subrogante Martín Rizzo.
Si rechazan el pedido, es recurrible en la instancia de Alzada.
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