Una respuesta trascendente, la pelea que no cesa y los nuevos cargos detrás de un proyecto
Edición Impresa | 14 de Julio de 2024 | 06:04

Axel Kicillof puso a trabajar hace algunas semanas a un grupo de abogados y otros profesionales en la respuesta al cuestionario que le envió YPF. El Gobernador debiera en esa devolución aclarar qué postura tomará frente a la encrucijada que lo puso la Casa Rosada, que le exige adherir a un régimen nacional de incentivo a las inversiones como moneda de cambio para que se radique en territorio bonaerense la millonaria inversión que promete la petrolera Petronas. Esta compañía también pretendería que se concrete dicha adhesión, para aprovechar los beneficios del régimen.
La Provincia, por ahora, resiste las embestidas. Funcionarios del Ejecutivo creen que están frente a una “extorsión” de las autoridades de YPF que han dicho que si la administración bonaerense no se suma al RIGI, Buenos Aires quedará fuera de carrera como plaza elegible para la radicación de la planta de licuefacción que permitiría exportar el gas proveniente de Vaca Muerta. Kicillof presiona para que el lugar elegido sea Bahía Blanca. La zona de Punta Colorada, en Río Negro, asoma como competencia.
La idea de perder una inversión cercana a los 40 mil millones de dólares y que podría terminar generando cerca de 14 mil puestos de trabajo, espanta. Pero en la Provincia sospechan que, acaso, ya exista alguna decisión a nivel nacional. Y que, por cuestiones vinculadas al enfrentamiento político entre Kicillof y Milei, la empresa termine mudando su radicación a la provincia patagónica por impulso del gobierno libertario.
“Vamos a hacer todo lo necesario para que el RIGI no sea la excusa de que Petronas no llega a Bahía Blanca. Si la Nación toma esa decisión política, va a tener que salir a explicar por qué descarta a la provincia de Buenos Aires pese a todas las ventajas comparativas que tiene”, dicen cerca del Gobernador.
Parte del argumento bonaerense es que el RIGI establece ventajas que impactan a nivel nacional como beneficios impositivos y garantías a las inversiones que superen los 200 millones de dólares. Que lo importante, en el caso de la Provincia, son los alcances de la ley de Promoción Industrial que está vigente desde la gestión de Daniel Scioli, casualmente hoy funcionario de Milei, que contempla diversos privilegios impositivos.
¿Existe alguna posibilidad de que la Provincia adhiera parcialmente al RIGI, sólo para el caso de la empresa de capitales malayos para que no se le escape la inversión? Es una alternativa que, dicen diversas fuentes, aparece en el menú de opciones bonaerense.
La posibilidad de una adhesión total está descartada. Hay quienes en el oficialismo se preguntan por el costo político que pagaría Kicillof si hace ese gesto y de todas formas tanto el Gobierno nacional como YPF se inclinan por Río Negro. Más aún cuando el mandatario bonaerense fue el abanderado del rechazo a la ley Bases que impulsó el Presidente y que incluye el RIGI.
Gestión DISCRETA
La preocupación va en aumento. Hubo una discretísima gestión oficial en la Legislatura para que la oposición no uniera fuerzas con el objetivo de aprobar la adhesión al régimen nacional. Ese escenario espanta porque obligaría a Kicillof a vetar esa ley eventual. El funcionario provincial que ensayó ese diálogo se fue con el compromiso de que eso no sucederá. “Sería un golpe institucional”, dicen algunos legisladores opositores que, aseguran, no se subirán a esa aventura.
El rechazo a una movida de esas características tuvo un primer paso en la Cámara de Diputados cuando en la última sesión naufragaron dos proyectos presentados por diputados libertarios y bullrichistas.
La Cámara baja bonaerense, en cambio, le dio vía libre al proyecto que crea una empresa de emergencias médicas con formato de sociedad anónima con participación estatal mayoritaria. El peronismo consiguió el apoyo de 9 diputados exlibertarios, en medio de una fuerte polémica que se disparó a nivel nacional. De hecho, la vicepresidente Victoria Villarruel les pidió que devolvieran las bancas.
Los 9 legisladores quedaron en el ojo de la tormenta. Los reflectores se posaron sobre ellos y no tanto sobre otras cuestiones que ocurrieron. Por ejemplo, algunas ausencias en los bloques del PRO y de la UCR en una votación ajustada.
La discusión sobre el número ocultó otros asuntos. Por caso, algunas reformas que se introdujeron en el proyecto oficial. Acaso la más notoria fue la inclusión de un capítulo sobre la dirección y administración de la futura empresa.
Habrá un presidente, cuatro directores titulares y cuatro suplentes. También, una comisión bicameral de fiscalización integrada por seis diputados y seis senadores. Son varios y apetecibles casilleros por llenar.
Ahora el tema fue a parar al Senado donde una mayoría opositora se prepara para rechazarlo. En el Gobierno no pierden las esperanzas de que finalmente se apruebe. “De todas formas, no se nos va la vida si no sale”, se escucha en algunos despachos como para significar que, quizás, haya otros temas, en el futuro, por los que negociar más a fondo.
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