Micros: las empresas piden ajuste y empieza a sonar un “tarifazo”

El planteo avanza sobre el impacto que tuvo la inflación en los costos, desde el último aumento, en el mes de febrero

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El precio de los boletos del transporte público del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y La Plata están congelados desde febrero de este año. A las empresas no se les pasa por alto la acumulación de inflación desde entonces y ya hicieron un planteo ante el Gobierno, lo que en las últimas horas alentó una versión sobre un nuevo golpe sobre los bolsillos de los usuarios.

El mes en curso se especuló con una nueva suba, pero la chance quedó finalmente relegada. Hasta el cierre del mes pasado, el Gobierno apuntó a no aumentar el precio del boleto de colectivos para que no impacte en la cifra oficial de inflación, algo similar a lo ocurrido con las tarifas de otros servicios públicos.

Por eso, a poco más de una semana del comienzo de agosto, el interrogante está puesto en el caso del transporte público de pasajeros, a ver si se mantienen las tarifas en micros y trenes.

En un estudio publicado esta semana, la Asociación Argentina de Empresario del Transporte Automotor (AAETA) estimó que el costo mensual de mantenimiento del sistema alcanza los 259.936 millones de pesos. Asimismo, expresan que la Secretaría de Transporte de la Nación “desconoce” una diferencia de inversión en torno a los 54.367 millones de pesos a la hora de subsidiar el servicio.

En ese marco, subrayan que el precio del boleto mínimo actual es de 270 pesos y su última actualización fue en el mes de febrero, estimando que el precio del boleto real sin subsidio debería ser de 1.317 pesos.

Una fuente del sector apuntó que en este contexto alrededor de los despachos oficiales ayer circuló una versión sobre un incremento del orden del 37 por ciento para agosto, pero “no hubo confirmación oficial hacia la parte empresaria”.

Menos pasajeros

Un relevamiento de las cámaras de transporte urbano que operan en el AMBA registró una caída interanual en los pasajeros que realizan viaje en colectivos en días hábiles, feriados y fin de semana, aunque con especial reducción en los días de esparcimiento.

El estudio de AAETA revela que entre la primera quincena de julio del 2023 y el mismo período de este año viajaron un 11% menos de pasajeros los días sábados y un 14% los domingos.

En tanto que en los feriados la retracción es del 4%, mientras que los días hábiles de un 2%. Esta caída en la cantidad de boletos de colectivos abonados continúan la tendencia que se había visto entre el 2022 y el 2023.

 

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