Estudiantes sumó sin jugar bien y rescató un empate ante Huracán

Martín Cabrera

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Cuando no se puede ganar lo mejor es sumar. Eso le pasó anoche a Estudiantes en Parque Patricios, de donde se llevó un punto para seguir arriba en la zona A, mantener el invicto y conservar la estirpe ganadora. Pero no jugó nada bien y por eso el 0-0 ante Huracán terminó, de alguna manera, un buen resultado.

No fue bueno el primer tiempo de Estudiantes. Para nada. Mal con la pelota, desconectado en los retrocesos e incómodo a la hora de generar juego. La pasó mal casi de arranque hasta el final y por unos centímetros no se fue al descanso en desventaja. Es verdad que el centímetro le jugó en contra también en el tiro libre de Cetré, pero en líneas generales fue el local el que estuvo más cerca.

El equipo de Eduardo Domínguez jugó con Tiago Palacios por derecha y Edwuin Cetré en la izquierda. En ese dibujo el que quedó relegado fue Joaquín Tobio Burgos, que por el medio sufrió mucho para ganar en el mano a mano. En la zona media el equipo de Domínguez también jugó mal, impreciso con la pelota y llegando un segundo más tarde a los cruces. Si hasta el Ruso Ascacibar anduvo flojo.

Huracán lo volvió loco a Estudiantes por las bandas. Manzantti complicó a Gastón Benedetti, que por sucesión de faltas se fue expulsado en el final. Y lo mismo hizo Gabriel Alanis por la izquierda contra Eric Meza, evitando que pasase al ataque. Con presión y ganar el Globo superó a Estudiantes de principio a fin.

A los 15 minutos un fino off side de Eric Ramírez le privó a Huracán ponerse en ventaja. Al igual que en el torneo pasado, el exGimnasia se quedó con el festejo atragantado. En la primera jugada Cetré habilitó a todos, pero en la segunda ya no hubo camisetas negras.

Después el protagonista fue Matías Mansilla, que se mandó un blooper de aquellos al regalarle la pelota a Watson, pero luego se recompuso con una rápida intervención de achique. Un minuto después le sacó un cabezazo de gol a Ramírez y dejó la pelota para una contra ideal que manejaron Tobio Burgos y Palacios que no prosperó.

La única chance clara la tuvo el colombiano Cetré, de flojo partido, que le pegó fuerte y bombeado un tiro libre frente al arco. La pelota se estrelló en el travesaño de Galíndez. Fue la chance más clara del Pincha, que en el quinto minuto de descuento se quedó con diez jugadores por la insólita expulsión de Gastón Benedetti, que en el forcejeo pareció golpear a Mazantti, que exageró y el árbitro le mostró la segunda amarilla y roja. Si el partido estaba cuesta arriba, a partir de entonces mucho más.

Para jugar el complemento el DT rearmó su equipo con Arzamendia en la banda izquierda y Alexis Manyoma por delante para mejorar un sector donde estuvo descompensado. Aunque un poco, mejoró el desempeño colectivo pero jugó muy lejos del área rival. Pero el local ya no lastimó tanto ni encontró los espacios del primer tiempo.

Pero después de los 15 minutos las cosas se complicaron porque Huracán volvió a dominar y a ejercer superioridad en los duelos. Otra vez a base de empuje lo metió dentro del área de Mansilla y el gol estuvo cerca. El Pincha nunca pudo hacer pie en el medio. Por eso el ingreso de Cristian Medina, que hizo su debut y ayudar a Ascacibar y Neves que no tuvieron su mejor partido.

Solo una vez Estudiantes jugó bien colectivamente y fue cuando Manyoma recibió frente al arco pasando la medialuna, hizo la pausa y dejó solo a Alario, que demoró mucho y perdió ante el arquero. Minutos después el exRiver se encontró con una pelota que salvó Galíndez. Fueron los mejores momentos del Pincha que luego se refugió muy atrás y caminó por la cornisa.

En el final Estudiantes se defendió con cinco en la última línea con el ingreso de Santiago Núñez. A aguantar todo lo que pudo y apostar para que le quedase alguna pelota al ligerito Manyoma. A esa altura ya entendió el banco de suplentes que no había sido el mejor partido. Y cuando no se gana...

El punto terminó siendo un buen resultado teniendo en cuenta su flojo rendimiento, el jugador menos y que estuvo un par de veces al borde del gol. Esto recién empieza y anoche no fue una maravilla pero tampoco como para agarrarse la cabeza y salir a buscar jugadores. Mucho para corregir pero la buena sensación que cuando juegue mal también puede sumar y que mejor que en una cancha difícil.